EL FONDO DEL MEOLLO
Guadalajara 2011 tuvo un costo aproximado de 1,343 millones de dólares, Juegos Panamericanos que aún siguen pagando los ciudadanos de esa ciudad. Pésimo negocio. En el 2014, Veracruz organizó los Juegos Centroamericanos y del Caribe, y tuvieron un costo menor, aproximadamente 265 millones de dólares, dinero puesto por el gobierno de Javier Duarte.
Estos pésimos negocios, debemos sumarle el grandísimo fracaso económico y la burla que es la actual tenencia que pagamos en la Ciudad de México como aquella brillante idea del año 1962 que sería una contribución temporal que ayudaría a financiar los costos de los Olímpicos de 1968.
Según el reporte oficial de los Juegos de México, del total que se gastó, el 30%, por ahí de los 54 millones de dólares, fue para construcción o remodelación de las instalaciones deportivas; el 43% que representó los 78 millones de dólares fueron gastos generados por el Comité Organizador; el 9.3% que fueron alrededor de los 17 millones de dólares, se invirtieron en obra urbana. Y eso fue hace 54 años.
Marcelo Ebrard será muy buen canciller, simpático en Tik Tok, pero de deporte no tiene idea, lo han engañando. No son autofinanciables los Olímpicos; por ejemplo, Atenas en 2004 se gastaron 14 mil millones de dólares y su gobierno aún sigue endeudado. Beijing, en el 2008, invirtió en sus juegos más de 40 mil millones de dólares; mientras que Londres regresaron a la cifra de 13 mil millones de dólares y en Río 2016 subió a 15 mil millones de dólares. En la última edición, el gobierno japonés gastó 22 mil millones de dólares.
¿Cómo financiar esto?, con dinero del estado, de ese mismo gobierno que hoy anuncia con bombo y platillo que quieren ser sede de los Olímpicos del 2036, sin tener seguramente maldita idea de lo que esto cuesta.
Ebrard y María José Alcalá no explican este tema, porque claro que no conviene, pero cuando la bandera de su gobierno es la austeridad republicana, no se entiende más que un acto electorero, el anticlimático anuncio del canciller.
Ojalá anunciaran que ya se acabaron de pagar los olímpicos del 68 y quitaran la tenencia, esa sería una mejor noticia para la población de la Ciudad de México, que este sueño de opio del canciller y de la presidente del Comité Olímpico Mexicano.