Sin duda, ha sido una de las mejores noticias de la presente semana, conocer la determinación del ministro Javier Laynez Potisek, de suspender la aplicación del llamado Plan B de reforma electoral impulsado por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Terminó el análisis que inició el ministro Alberto Pérez Dayán con la primera parte de las reformas.
Cualquiera que tenga un espíritu democrático básico, que posea racionalidad en cuanto a cómo deben ser las cosas en el orden general, y que no puede permitirse que cualquiera que esté empoderado imponga su fuerza y quiera pasar por encima de las normas más elementales de convivencia humana y derechos fundamentales como son las libertades y sobre todo el estado de derecho que debe preservarse, debe de sentirse contento de lo que acaba de suceder en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
El alto tribunal, a través de los ministros Laynez y Dayán, a quienes les correspondió ser los instructores o ponentes en cuanto a las acciones de inconstitucionalidad interpuestas por el Instituto Nacional Electoral y otras personas y órganos en contra de la legislación recientemente aprobada en las Cámaras de Diputados y Senadores del H. Congreso de la Unión con la mayoría simple del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados del Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), mediante las cuales generan adecuaciones que nugan la democracia en este país debilitando instituciones como el propio INE, que es el que emite el recurso y generando una desviación del sentido democrático que debe imperar en México pasando por encima de la Constitución que establece facultades muy claras para cada orden e instancia gubernamental y en este caso otorga al también llamado poder Electoral facultades claras, contundentes y que ahora se las quiere arrogar el Poder Ejecutivo y que el citado ministro al dictar el auto que resuelve la admisión del recurso también emite la determinación de suspender provisionalmente los actos reclamados.
Esto no podemos dejar de celebrarlo porque es un paso muy importante ya que bien pudo haberse aceptado a trámite el recurso, la acción de inconstitucionalidad sin haber otorgado la suspensión provisional o incluso no habérsele otorgado la admisión y sin embargo los togados lo hicieron a pesar de las presiones, de las amenazas que sufrió recientemente la Suprema Corte por conducto de su presidenta la ministra Norma Piña Hernández, con las arengas y exhortos de parte del régimen hacia su fanaticada -por llamarle así- a efecto de que genere una persecución, un linchamiento socio-político en contra de la Ministra como titular del Poder Judicial Federal.
Han sido pues valientes la determinaciones de los ministros Laynez y Dayán, esperemos que se sostengan y que este primer paso que es el que ya se dio se convierta en una suspensión definitiva tras la audiencia constitucional a realizarse pronto y se vaya al fondo del asunto y al final de ello sea una sentencia que anule los efectos de las reformas para lo cual no se requiere la mayoría especial de ocho votos o calificada sino con una mayoría simple con la que al parecer ya se cuenta entre los integrantes del alto tribunal.
Así pues hay que estar satisfechos de esto pero no conformes todavía no bajar la guardia ni descuidar el punto. Por ello el exhorto que desde hoy se realiza y me he permitido en mi carácter de Presidente de la Agrupación Política Nacional Plural “Confío en México”, realizarlo en el marco de un evento sobre cohesión social en el que se tuvo a diferentes ponentes entre ellos al aspirante a la gubernatura de Jalisco, Alberto Esquer Gutiérrez, las ex diputadas Lucía Pérez Camarena (PAN) Idolina Cosío Gaona (PRI), Juan Alonso Niño Cota, ex Coordinador del Consejo de Cámaras Industriales de Jalisco (CCIJ); Alejandro Barbosa, presidente de la Asociación Civil “Nariz Roja”; y Ana Estela Durán, ex diputada y ex delegada de CONDUSEF, y ante una multitud de casi 2 mil personas, fue dejar claro a la sociedad a través de los presentes en el evento y los medios de comunicación el beneplácito pero también la preocupación a efecto de que no se dejen intimidar ni los ministros Laynez y Dayán ni el resto de la Corte por las amenazas, por las expresiones de linchamiento, por los planteamientos negativos de opresión y de chantaje y no cejen en otorgar justicia como marca la Carta fundamental de México y que esta reforma sea anulada en cuanto a su efecto doloso en contra de México y su vida democrática.
Es menester entonces echar por la borda y de manera definitiva el famoso Plan B de las reformas autoritarias, anti democráticas, que se pretenden imponer desde el escritorio y de espaldas al pueblo para atentar contra la democracia a que tenemos derecho y que es parte de las decisiones que debemos enfrentar con fortaleza, con decisión, y con unidad, por un país mejor.
Así como en dos ocasiones la “marea rosa” (como se denominó a la multitud que salimos a las calles de todo el país para defender al INE) conseguimos primero frenar las reformas y ahora una suspensión provisional, así debemos seguir presionando y mostrando nuestro apoyo irrestricto a los ministros para que se mantengan firme, para que se sostengan y no cedan a presiones, chantajes y amenazas a fin que la sentencia final sea la anulación de los efectos de la reforma que busca abatir la democracia. Ya dimos los primeros pasos y vamos a cerrar el círculo.
Y por cierto, no es ocioso advertir que si es preciso, volveremos a salir a las calles para impedir que pase el Plan C, a través del cual se pretende poner consejeros a modo en el INE para lograr tomar el control desde dentro y ensuciar y manosear los procesos electorales. No lo vamos a permitir.