En una nota del periódico regio El Norte, el titular de la Secretaría del Medio Ambiente le echo la culpa a los municipios por la octava alerta ambiental del año que sucedió este miércoles. Exhibieron a los municipios que han hecho alguna acción y los que supuestamente no han hecho nada para bajar estos indicadores ambientales.
Félix Arratia, titular de Medio Ambiente, dice que las altas concentraciones de contaminantes tienen que ver con la gran cantidad de vehículos que circulan en la gran zona metropolitana. Arratia ya le pidió a los municipios que hagan algo contra los vehículos que circulen en sus territorios y que sea notoria la cantidad de contaminación que generan. Los municipios que no cooperaron fueron Monterrey, San Pedro, Guadalupe, Apodaca, San Nicolás, García, Juárez y Pesquería. Los que hicieron las cosas adecuadas, según el estado, fueron Santa Catarina y Escobedo.
Habría que ver mas allá que de solo los coches. El clima caluroso afecta fuertemente a que exista una especie de inversión térmica. El calor y que no haya vientos atrapa toda la contaminación en el valle de Santa Lucía. La reacción química del ozono con el calor hace que en Monterrey hace que se vea esa nata o smog que es lo que afecta a los habitantes de la gran zona metropolitana.
Las soluciones de control vehicular si tienen que ver en cierta manera con el parque vehicular particular pero también hay otros factores y estos tendrían que ser controlados de manera estatal y federal.
Al ser una zona densamente poblada y con mucha industria, llega mucho transporte con placas federales que no tienen controles para tener menos emisiones. Es decir, ni los municipios, ni el estado puede controlar a los tráileres que llegan a la ciudad. Otra de las razones es la muy pobre calidad del combustible que se tiene en la localidad. Los representantes federales, ya sea senadores o diputados no han logrado acuerdos para que se tenga una mejor calidad de combustibles en la ciudad. Tampoco se tienen lineamientos que eviten que las gasolinerías de la zona metropolitana generen esta contaminación que tiene las mismas características que lo que emiten los automóviles.
El problema del transporte urbano tiene años y tristes días que no se soluciona. Tomar el transporte público en una red tan pobre también es un rollo. Falta inversión en la vialidad urbana. En estos momentos esa inversión esta detenida por una pelea partidista entre los alcaldes y el gobernador que lo único que ha hecho es afectar a los ciudadanos.
En resumen, no se pueden castigar solamente a los vehículos particulares de la contaminación por ozono, basta recordar que en la pandemia también hubo este tipo de fenómenos con mucho menos vehículos en las calles.
El secretario rápidamente descarto la contaminación causada por “chimeneas” ósea fabricas, no mencionó a la refinería u otro tipo de entes contaminantes que definitivamente tienen que ver con la baja calidad del aire de la ciudad.
El estado no se puede lavar las manos y se tiene que involucrar en cosas puntales, conseguir mejores combustibles y arreglar los problemas de transporte público y vialidad. Otra cosa, lo que se tiene planeado de las nuevas líneas del Metro solo es un mejoralito, se tienen que hacer cosas de fondo y realmente plantear soluciones que impacten sobre el medio ambiente de la ciudad.
El gobernador de Nuevo León y el alcalde de Monterrey fueron a cumbres de medioambiente y no hemos visto que se haya aplicado nada de lo que pudieron haber aprendido en esas cumbres. ¿Fueron a aprender o solo a placearse? Esperemos…