La tragedia de Debanhi Escobar no puede quedar en la burla que ya sugirió la fiscalía de Nuevo León y que, tristemente, no rechazó de inmediato y con toda firmeza el gobernador Samuel García.
Esa autoridad, sin pruebas de ningún tipo y sin que hubiesen empezado las investigaciones, en cuanto se descubrió el cadáver de la jovencita en una cisterna, dio a entender que pudo haber caído por accidente.
Estamos los mexicanos y las mexicanas realmente hasta la madre de las explicaciones ridículas que los distintos gobiernos dan a los grandes crímenes.
Y es que:
√ Indigna, y mucho, la teoría del asesino solitario de Colosio en marzo de 1994, en la colonia Lomas Taurinas, Tijuana.
√ Lastima, sobre todo a la inteligencia, el perno solitario al que una burda manipulación de la opinión pública quiso culpar de la caída de la Línea 12 del metro capitalino, todo para ocultar la —evidentemente inocultable— gran corrupción de políticos y empresarios con la que se construyó esa obra cuando Marcelo Ebrard era jefe de gobierno del entonces llamado Distrito Federal.
√ Ofende todavía el colchón solitario al que culpó el gobierno del Estado de México de haberle quitado la vida a la niña Paulette Gebara Farah.
No debe por ningún motivo quedar el caso Debanhi Escobar en que la responsabilidad fue de una cisterna solitaria.
Evidentemente entró en crisis con gran rapidez el gobierno de Samuel García. Para salir del problema esta vez necesitará mucho más que solo hacer videos para Instagram con su esposa Mariana Rodríguez.
Tantas desapariciones y asesinatos de mujeres en Nuevo León exigen decir NO a la frivolidad y dedicarse en serio al trabajo. Para que las investigaciones relacionadas con la muerte de Debanhi Escobar sean creíbles, Samuel debe aceptar el ofrecimiento que le hizo el presidente López Obrador: que la Fiscalía General de la República se haga cargo de las investigaciones.
Nomás no puede con esta crisis el actual gobierno de Nuevo León, al que le salió lo novato en pocos meses; debe, entonces, aceptar la ayuda del gobierno federal.