El presidente Joe Biden mantiene bajos niveles de popularidad. A pesar de que la situación económica se conserva estable en Estados Unidos, derivado, en buena medida, del control de la inflación y del crecimiento económico post Covid-19, el mandatario estadounidense se enfrentará al gravísimo riesgo de entregar la Casa Blanca al ex presidente Donald Trump.

Según los sondeos de opinión, los riesgos de perder la reelección derivan de la percepción de debilidad y senilidad de Biden. Sus tropiezos y su ausencia de coordinación motriz y verbal, sumado al bajo desempeño mostrado en el primer debate, han colocado al demócrata ante una coyuntura asaz compleja.

Un buen número de analistas estadounidenses han sugerido la idea de que Biden debería declinar en favor de algún demócrata de alto perfil, tales como la vicepresidente Kamala Harris o los gobernadores Gretchen Whitmer o Gavin Newsom, de Michigan y California, respectivamente.

Otros se han aventurado a especular que la ex primera dama Michelle Obama podría, en un momento de crisis, sumar los apoyos de los delegados para obtener la investidura del Partido Demócrata.

En todo caso, se necesita la anuencia de Biden, es decir, que sea el propio presidente que decida renunciar a la nominación en la convención de Chicago. La experiencia propia de los demócratas (el caso del senador Ted Kennedy contra Jimmy Carter sirve como precedente) apunta a que los miembros del partido deben respetar la voluntad del presidente en turno, y así evitar cualquier tipo de motín en el seno del partido.

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En este contexto, el lector recordará que el presidente demócrata Lyndon B. Johnson, en aquellos últimos años de la década de los sesenta, renunció a la candidatura pues consideraba que sus bajos niveles de popularidad, provocados por la crisis de Vietnam, le entregarían la victoria al Partido Republicano.

Al final, como es bien sabido, Johnson decidió no participar en las elecciones de 1968. No obstante el buen juicio político del texano, el demócrata Hubert Humphrey fue derrotado por el republicano Richard Nixon.

¿Debe Joe seguir los pasos de su correligionario de partido Lyndon Johnson? ¿Su reemplazo por otro candidato aumentaría las probabilidades de éxito de los demócratas en noviembre? Mientras algunos sugieren que la ausencia de Biden en la boleta coadyuvaría a la victoria demócrata, otros estiman que el hecho mismo de que sea el presidente en funciones juega en favor de su reelección.

Mucho está en juego. Por un lado, un probable regreso de Trump reviviría los bochornosos episodios del 6 de enero de 2021 en Washington, y por el otro, el candidato republicano se convertiría en el primer presidente condenado por crímenes del fuero común.