Hace unos días, la senadora veracruzana Judith Fabiola Vázquez Saut causó sorpresa y desató críticas al cambiarse de la fracción del PAN a la bancada morenista en la cámara alta, luego de que rindiera protesta en sustitución de Indira Rosales, quien pidió licencia para poder competir en las próximas elecciones internas del PAN en la entidad jarocha, en donde disputará la Secretaría General de dicho instituto político.
Al respecto, varios liderazgos de Acción Nacional como Margarita Zavala, llevaron a redes sociales su rechazo a dicha acción, y exigieron a Rosales regresar a su curul de inmediato para cumplir con su compromiso ciudadano; cosa que por ahora no sucederá, ya que el proyecto político de su grupo se juega en dicho proceso interno.
En algunos círculos se ha empezado a manejar que el movimiento de curul no es una traición en solitario por parte de Vázquez Saut, sino más bien un acuerdo por parte de los Yunistas (grupo al que pertenece Indira), con Morena.
Como parte de dicho arreglo, Miguel Ángel Yunes habría ofrecido ese asiento en el Senado a cambio de poder ser favorecido en la resolución que aún esta pendiente por emitir el Tribunal Electoral con respecto a la elección de la alcaldía de Veracruz; en donde su nuera, Patricia Lobeira, sustituiría a su hijo, Fernando Yunes, como próxima alcaldesa.
Dicho proceso sigue aún en tribunales, y dicen quienes saben, que el órgano local terminará tumbando la elección por el rebase de gastos en campaña, solo para que el Tribunal Federal, sea el que finalmente la valide, y así permitir que los Yunes cuenten con el presupuesto del municipio para operar y financiar la próxima elección a gobernador que será en el 2024.
A los morenistas del centro del país, poco les interesaría el conflicto político que esto le pueda ocasionar al gobernador Cuitláhuac García, quien teniendo a los Yunes tocándole la puerta, se vería obligado a abrir un poco más de espacios a otros grupos de su partido, para competir en unidad en contra de la monarquía azul del estero; quienes irían por su cuarta candidatura a gobernador al hilo, en un partido que curiosamente se jacta de democrático, y tilda al presidente de autoritario y dictador.
Además, para garantizar el acuerdo, los yunistas saben que su planilla tendría que ganar en estas elecciones internas, que son fundamentales de cara a la selección del próximo candidato a gobernador de la entidad. Es así que ganando, Indira se quedaría como Secretaria General y Vázquez Saut como senadora pero por Morena, evitando así una posible intervención del gobierno en su contra en dicho proceso.
Por supuesto que Marko Cortés, presidente nacional del PAN, no ha hecho pronunciamientos de esta renuncia, y mucho menos lo hará de estas versiones, que involucran a uno de los grupos a los que él más ha favorecido.
En política son pocas las coincidencias, por eso es que de acuerdo a los tiempos y a las formas en que se dio el cambio de Vázquez Saut del PAN a Morena, esto pinta más como un pacto entre grupos, que como una traición en solitario.