Existe una idea general en torno a la figura de la maestra Delfina Gómez Álvarez como educadora: estudió la licenciatura en educación básica en la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), entre 1983 y 1986. Luego, cursó una maestría en educación, con especialidad en administración de instituciones educativas, en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.
Aparentemente se registra una base profesional sólida. La inminente gobernadora electa del Estado de México se desempeñó como maestra de educación primaria durante el inicio de su carrera profesional, entre 1982 y 1999.
En el plano de la administración pública y con esa base formativa, Gómez Álvarez fue subdirectora auxiliar de Proyectos en la Secretaría de Educación del Estado de México, de 1998 a 2002. De 2002 a 2012, fungió como directora del Centro Escolar «Nezahualcóyotl», ubicado en la ciudad de Texcoco. Fue también directora “de la Escuela Primaria Columbia School, en el sector privado, de 1991 a 1996.”
Este último dato fue registrado en el texto: “Delfina, una emprendedora en la SEP”, de Roberto González Villarreal, Lucía Rivera Ferreiro y Marcelino Guerra Mendoza. Columna: Cortocircuitos, del 21 de diciembre, 2020. (ver: https://insurgenciamagisterial.com/delfina-una-emprendedora-en-la-sep/ ).
En lo que se refiere a su trayectoria política y en cargos de elección popular, la profesora Delfina ocupó la presidencia municipal de Texcoco, de 2013 a 2015, como parte del partido Movimiento Ciudadano o del PRD. Fue diputada federal, después, por el distrito 38 del Estado de México de 2015-2018 y candidata a gobernadora del Estado de México en las elecciones estatales de 2017, por Morena. Esa vez no ganó, pero estuvo a 3 puntos porcentuales de obtener la victoria electoral. En 2018 ocupó una curul como senadora del Congreso de la Unión por el Estado de México, también promovida por Morena.
Al iniciar el gobierno del presidente López Obrador, la maestra Gómez Álvarez fue nombrada como la primera delegada federal de los programas de bienestar de su estado entre 2018 y 2021. Y fue designada por AMLO como secretaria de Educación Pública federal de febrero de 2021 a agosto de 2022.
En 2022, luego de que la maestra Delfina Gómez Álvarez cumpliera un año y medio de gestión al frente de la Secretaría de Educación Pública del gobierno federal, pregunté lo siguiente a través de este medio: ¿qué aportaciones significativas ha hecho la maestra Delfina Gómez al frente de la SEP, que marquen la diferencia entre el antes y después de su paso por la dependencia? y ¿cómo la recordarán las/los estudiantes, las familias y las maestras y los maestros de México en el futuro? (ver: “La gestión de Delfina Gómez en la SEP”, SDP Noticias, 23 de junio, 2022).
En aquella ocasión sugerí una aproximación sobre las posibles respuestas a esas preguntas, a la manera de una interpretación inicial, por medio de cuatro elementos analíticos para evaluar su actuación pública: 1) El no cambio como orientación de la gestión pública (2021). 2) Las omisiones en torno a los graves problemas de la desatención y desvalorización de las maestras y los maestros de la escuela pública. 3) Las equivocaciones en torno a la actualización de libros de textos gratuitos y los enredos sobre la eventual reforma curricular de la educación básica (2021-2022). Y 4) Ausencia de líneas claras de políticas públicas educativas durante su gestión en la cima de la burocracia educativa.
Según el texto antes citado de González, Rivera y Guerra (2022), Delfina “conoce también el ámbito sindical, pues de 1986 a 1989 fue secretaria de relaciones de la delegación 34 del Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México (SMSEM) y de 2001 a 2004 secretaria general de la delegación 04.”
Sin embargo, su trabajo legislativo no fue luminoso ni creativo tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado: “…en cuanto a iniciativas de ley, Delfina no tuvo iniciativa alguna, se sumó a dos, como toda la fracción parlamentaria; y se juntó con otros tres diputados para presentar otra. Calificar como mediocre su desempeño como diputada, es decir mucho. En pocas palabras, legisladora, si entendemos por ello a una representante popular que tiene como actividad preponderante incidir en la formación de leyes, no lo es. No lo fue, al menos en su paso por la Cámara de Diputados.”
Coincido en las aseveraciones de los autores de la columna Cortocircuitos (educativos), en el sentido de que, en algunos medios, a la maestra Delfina se la ha sobrevalorado en su perfil y desempeño educativo, pero también en su trabajo legislativo como parte de su perfil político.
“…lo que no dicen, porque los datos no los respaldan, es que una vez que dejó las aulas y las escuelas para dedicarse a la política, como representante en el Congreso de la Unión, y a pesar de integrar las comisiones de educación en ambas Cámaras, sus acciones educativas son muy, pero muy pocas.”
La lucha en contra de la Reforma Educativa (2012-2018) impulsada por el gobierno del presidente Peña Nieto no formaba parte de la agenda política ni legislativa de la maestra Gómez Álvarez:
“En el momento de mayor tensión en el sistema educativo, por la reforma neoliberal de Peña Nieto, Delfina Gómez no presentó ninguna iniciativa de cambio constitucional o a la Ley General de Educación para revertir la reforma. Vaya, ni siquiera en los puntos de acuerdo, salvo algunos efectos puntuales relativos a represiones magisteriales y a los normalistas de Ayotzinapa.”
Esa manera de no tomar parte, como protagonista, de las transformaciones sociales y políticas dentro de los espacios legislativos es una constante en la vida pública de la profesora: “No participó en la discusión parlamentaria de la reforma constitucional (de 2019), de hecho se fue muy pronto del Senado. Tampoco ha producido algún material pedagógico o escrito sobre el sistema educativo. Nada por ahí.”
Existen inconsistencias documentadas entre los perfiles profesionales que se manejan en los medios acerca de la maestra Delfina. En particular, sobre sus aportaciones a favor de iniciativas o programas nacionales o locales de impacto en la educación pública, no hay evidencias ni pruebas que la acrediten en tal sentido. “Lo único que ha propuesto sobre el tema es la iniciativa del emprendedurismo; que ya de por si habla mucho de su pensamiento educativo y transformador.” (González, Rivera y Guerra, 2022).
La incógnita que se abre a partir de este momento, en que la maestra Delfina ha sido prácticamente electa como futura gobernadora del Estado de México y que encabezará la alternancia política en esa entidad, es: ¿cuál será el programa de gobierno que abanderará la maestra como jefa del ejecutivo estatal? En concreto ¿cuáles serán las iniciativas y líneas de política educativa a desarrollar en los próximos 6 años en la entidad mexiquense en todos los niveles y subsistemas educativos? ¿Cambiarán los vértices del accionar político; irá de arriba hacia abajo o de abajo hacia arriba en la confección y desenvolvimiento sexenal al frente del gobierno mexiquense en esta materia?
Quizá esta sea la oportunidad para observar la evolución de los perfiles y desempeños políticos y educativos de la profesora Delfina Gómez, y de reivindicar una menor inconsistencia entre ambos ámbitos de su actuación y biografías públicas.
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