Las masas nunca han sentido sed por la verdad. Se alejan de los hechos que no les gustan y adoran los errores que les enamoran.

Lo anterior fue escrito por el sociólogo francés Gustave Le Bon el siglo antepasado en un estudio sobre psicología de las masas y aunque han pasado varios años me parece muy puntual después de las concentraciones de ayer en distintas ciudades del país.

La marcha fue convocada por Unidos por México, organización fundada en 2022 por personajes como Claudio X. González, Gustavo de Hoyos Walther, Emilio Álvarez Icaza, entre otros, quienes se declararon abiertamente en contra del gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador.

Unidos por México, a su vez, aglutina a otras organizaciones como Poder Ciudadano, Frente Cívico Nacional, Sí por México, Sociedad Civil México y Une México, que fueron las promotoras del llamado Frente Amplio, todos detrás de la candidatura partidista (no ciudadana) de Xóchitl Gálvez.

Fue, por tanto, una marcha engañabobos, parte de la guerra sucia que desde el poder económico ataca al presidente actual.

Las columnas más leídas de hoy

El contingente mayor se concentró en el Zócalo, donde el único orador, Lorenzo Córdova, expuso que se encontraban ahí “Ante los riesgos que hoy enfrenta la democracia es que hoy nos manifestamos en las calles del país”.

No me extraña que los asistentes aplaudieran a rabiar a Lorenzo, lo que me asombra es el engaño.

En nuestro país, desde la llegada del gobierno de la 4T vivimos una real democracia. López Obrador fue elegido en 2018 por mexicanos que estaban hartos de aquellos que los despojaron de todo, que aglutinan la riqueza en unas cuantas manos y a los demás nos dejaron migajas.

¿A qué democracia se refieren? ¿A aquella que se instauró en el poder por más de siete décadas? ¿A los gobiernos que aprobaron el Fobaproa, que devaluaron el peso, que sembraron temor con la guerra contra el narco?

Qué bueno que los que marcharon, lo hagan. Pero valdría la pena razonar, aunque sea de pasada, que la misma marcha de ayer, montada sin duda para legitimar a una candidata perdedora en todas las encuestas, es en sí misma un ejemplo de que la democracia, la libertad y el respeto a la libre elección existen en México, de lo contrario, de existir un régimen opresor, nadie habría salido a las calles.

Que sigan marchando, pues. Al final, como dijo Le Bon, los inconformes “adoran los errores que les enamoran”.

Habemus candidata

Claudia Sheinbaum es desde ayer oficialmente candidata de la coalición Sigamos haciendo Historia.

Lo celebro porque sé que la doctora Sheinbaum Pardo, como ella misma lo dijo, no defraudará al pueblo de México, que con seguridad le dará el triunfo en las urnas.

Con Claudia se construirá el segundo piso de la Cuarta Transformación y seguirá con el gobierno humanista que en nuestro país comenzó con la llegada de López Obrador.

El reto no es menor pero Sheinbaum lo logrará.

La 4T tiene una gran candidata. Enhorabuena.