IRREVERENTE
Les platico:
Esta es la historia en dos episodios de una empresa regia que alcanzó el liderato mundial en la fabricación de componentes automotrices especializados.
La pandemia los puso a prueba en 2019 y bastaron dos años para poner también a prueba su visión, la cual, sus actuales directores y presidentes heredaron de una generación de auténticos emprendedores que incluso se adelantaron a su época.
La característica principal de sus fundadores fue el respeto al valor humano de sus trabajadores.
Fueron buenos para idear negocios y también para ponerlos en marcha, haciéndolos crecer a niveles que ni ellos mismos imaginaban.
Y en eso, siempre pusieron a su gente, a sus trabajadores, a sus directivos y a las familias de todos ellos, por encima del morboso asunto de las ganancias económicas.
Llegaron a ser incluso referentes nacionales en cuestión de prestaciones a su personal.
Muchos de sus modelos de apoyo al recurso humano fueron copiados por otras empresas e incluso por el gobierno.
Lejos de remilgarse los bigotes de falso orgullo, compartieron sus innovaciones en materia de trato al personal, incluso con clientes y competidores.
Les iba más que bien y alcanzaron niveles de desarrollo que les valieron premios internacionales al mejor proveedor, por parte de la celosa y pujante industria automotriz en el mundo.
Cuando Samuel García llegó a la gubernatura de Nuevo León, se fijó por sí o porque otros se lo hicieron ver, en este ejemplo de éxito y quiso irse por la fácil para llamar la atención hacia su gobierno.
Fue así que se “pirateó” a uno de los ejecutivos de la empresa a la que me refiero y lo colocó en un puesto de nivel medio en el área laboral de su gabinete estatal.
Pero cometió el error de creer que un buen técnico es también un buen político y sacó a Federico Rojas Veloquio de sus funciones como burócrata, para mandarlo a competir por una diputación federal del MC.
Federico perdió y Samuel le dio como premio de consolación el 28 de junio de este 2024, la Secretaría del Trabajo, 22 días después de las elecciones nacionales, estatales y municipales.
Desde entonces, el ex directivo de la I.P. mostró sus verdaderas “capacidades”, pero no las buenas, sino las de depredador que tenía bien escondidas a su paso por la empresa de componentes automotrices a la que me refiero.
Como se dice coloquialmente: “enseñó el cobre”.
El que era buen directivo se ha vuelto uno de los peores encargados de las áreas laborales que ha tenido el gobierno de NL en todos los tiempos.
Pero la empresa de donde salió cometió otros errores que le hicieron tocar el piso en sus negocios.
La irrupción de los chinos detonó un nuevo esquema de competencia mundial en uno de los segmentos de negocio más tradicionales: el automotriz.
Y para ayudarlos a salir del hoyo en que cayeron, se fueron por la ruta fácil y comenzaron a despedir al recurso más valioso de cualquier organización: la gente.
Para ello, se valieron de un sujeto que tiene fama en el mercado de ser un depredador de recursos humanos.
Es un extranjero que se llama Miguel Angel Duvergé, que llegó a esta empresa desde la CDMX a destazar la plantilla laboral, comenzando por el emblemático corporativo, de donde su presidente del consejo de administración -heredero de la casta de sus fundadores- salió apenas un año antes de la pandemia.
Qué tan depredador no es el tal Duvergé, que cuando fue despedida una chica con una buena parte de su vida profesional dedicada a esa empresa, lloró ante el “director” o más bien, ante el depredador de recursos humanos y éste, con testigos de por medio le dijo: “No llores, nadie se muere por perder su trabajo”.
Cajón de Sastre:
- Mañana, el Episodio II, con nombres, fechas, lugares e incidencias vergonzantes de este caso.
- Por lo tanto, mañana no habrá cambio de programa.