Para empezar, cabe recalcar que el presidente y los integrantes de la 4T se negarán por supuesto a usar la palabra “descarrilamiento” ante el suceso del día de ayer cuando uno de los vagones  de el Tren Maya en un del recorrido hecho justo en un punto llamado Tixkokob en Yucatán, en un trayecto que iba de Campeche a Yucatán pues, de acuerdo con el comunicado oficial del Tren Maya, “tuvo una falla en el flujo de energía de los rieles”. En los videos que se hicieron virales se ve claramente que lo que pasó fue que el vagón se “descarriló”.

Afortunadamente no hubieron lesionados pero pudo pasar una tragedia, al menos pienso que la velocidad de ese tren debe de ser poca y lenta y por eso es que no pasó algo mayor.

La palabra “descarrilamiento” nos taladró a todos en nuestras cabezas pues días antes fueron dados a conocer uno de los audios por Latinus, en donde se escucha que  los amigos y primos de los hijos del Presidente habrían sobornado al Laboratorio que realiza las pruebas de calidad del balastro, principal material en la construcción del Tren Maya.

Pedro Salazar, amigo del hijo del presidente en el audio se le escucha decir: “Ya cuando se descarrile el tren, ya va a ser otro pedo”.

Descarrilamiento… Esa palabra… Esa que no va a mencionar nadie de la 4T.

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No se puede negar lo evidente: también Morena se está descarrilando.

Aunque vuelvas a recolocar a un vagón dentro de las vías, aunque López Obrador jure y perjure que lo mejor está por venir y Claudia Sheinbaum siga prometiendo la continuidad de algo que ha resultado ser un desastre, la palabra descarrilamiento será una palabra que querrán silenciar, omitir, evadir e ignorar.

No puedo dejar de sentir rabia al escuchar esos audios en donde los amigos y los propios hijos del presidente ríen y disfrutan al saber que el Tren Maya será una gran negocio para ellos, que tendrán toneladas de dinero a cambio de permitir que el Tren Maya fuera construido con materiales de ínfima calidad.

Se ríen pensando e imaginando que pues si ya se descarrila, pues ya “ni pedo”.

Me duele esto por mí y por los cientos de personas que han creído en este gobierno. Me duele por la cantidad de árboles talados y la destrucción que causaron al medio ambiente por un estúpido capricho que no era necesario.

Me duele pensar que en verdad México no merece esto, es que ningún país lo merecería, no puedo entender como unos mexicanos puedes lucrar con la vida de las personas con tal de tener dinero en sus bolsillos.

Esos que se burlan de que el Tren Maya fue construido con malos materiales y se alegran de que por ellos se embolsarán grandes cantidades de dinero, sin duda siempre, siempre, se sentirán miserables y pobres, porque alguien que tranza de esa manera, que impunemente se enriquece por corrupto, nunca va a ser feliz.

Podrán tener mucho dinero en sus carteras y éstas cargadas de tarjetas de crédito, pero como personas ¿realmente son felices? ¿Viven en paz?

Ellos también están descarrilados, y a veces aquello que se descarrila no vuelve a tomar las riendas de su vida.

Se quedan fanatizados por el dinero, como hipnotizados, llegando cada vez más y más lejos.

AMLO también está descarrilado, ha perdido el rumbo, incluso hasta se ha olvidado de Claudia Sheinbaum y ayer nos habló de nutrición en su mañanera, asegurando que los tacos son el alimento más completo y sano. Como dando a entender que no habrá para más para nadie, como convenciendo a todos que  se conformen con tacos en sus comidas... Totalmente descarrilado.

Claudia Sheinbaum me imagino cada vez más confundida y desesperada ante las cosas que se han venido suscitado, ya sin contar con el apoyo tácito del presidente porque anda distraído, enfurecido, peleando contra sus adversarios, pues se queda sin batería para hacer su campaña política.

También ella se empieza a descarrilar porque no sabe exactamente cuál será el siguiente movimiento que hará el presidente para que ella pueda como irle siguiendo el paso.

Es como estarle adivinando el juego, y eso debe de ser muy estresante para ella.

Por supuesto, ahora mismo que arranca la mañanera del presidente, decide empezar a hablar de historia iluminándonos acerca de la vida de Zapata y del General Cárdenas, pero también mencionando a su vez  a la mafia del poder, es decir, totalmente descarrilado emocionalmente.

Sabe que la mayoría de los reporteros están esperando que emita una opinión del descarrilamiento del vagón del Tren Maya, pero intentará alargar la mañanera lo más posible para que no caiga esa incómoda pregunta que contiene la incómoda palabra: “descarrilamiento”.

Por supuesto en segunda fila aparece el flamante Lord Molécula. Hoy más que nunca el guapísimo de Jesús Ramírez Cuevas tiene que blindar esta mañanera en particular. Para uno como ciudadano esto ya es también muy desgastante.

Morena le ha hecho mucho daño a México, ya habemos muchos suplicando que por favor pare esta masacre y dejen de seguir destruyendo lo que todavía se mantiene en pie.

Yo puedo entender que muchos morenistas lo sean porque encontraron un beneficio al serlo, pero ruego porque se den cuenta que México nos necesita a todos, no puede sostenerse nada más de un partido político que solo quiere enriquecerse a costa de ese generoso pueblo.

Eso del “amor al pueblo” no se los creo para nada.

Sigo, sin embargo, esperando a ver si me llegan a sorprender positivamente, pero cada día van en picada.

Muchos los defienden e intentan convencernos que todo va de maravilla y que la gente está muy feliz. La realidad es otra.

Aunque debo de reconocer que la psicología emocional del mexicano es estar feliz a pesar de las adversidades. No es que sean felices, es que saben ser felices que es diferente.

Por eso el presidente insiste que sí, que se percibe mucha felicidad en el ambiente. Por eso los mexicanos celebramos con alegría el dolor de la muerte en noviembre.

Quieren seguirse burlando de nuestra inteligencia y profundidad.

Espero que esto acabe ya.

Es cuanto.