En una gira de trabajo por el estado de Chihuahua el secretario de Gobierno, Adán Augusto, encabezó algunos encuentros con el presidente municipal de Ciudad Juárez; habló de muchos temas implícitos a la función administrativa e institucional- pero llegó un momento- en que reconoció el desempeño de Cruz Pérez Cuéllar al frente de las tareas del despacho local.
Hasta ahí todo transcurrió en un intercambio de elogios por el quehacer- hasta que llegó un instante en que reconoció, como en su momento lo hicieron las encuestas que evaluaron el pulso de la sociedad a priori, que Cruz Pérez tuvo que ser el candidato de Morena al gobierno del estado. Si, el propio secretario de Gobierno y hombre de confianza del presidente habló qué le robaron la elección interna en 2021 cuando participó el ahora alcalde municipal de Ciudad Juárez.
No es cualquier declaración. Uno de los aspectos que más me llamó la atención es que, sin mencionarlo, no hay duda que se refirió al proceso interno de la encuesta que fue el mecanismo para elegir a quien fuera candidato de Morena hace más de un año en aquella entidad.
Entonces, si desciframos la narrativa de Adán Augusto, podemos puntualizar que él, como muchos, dudan del proceso interno que se lleva a cabo en Morena o, más bien, las formas y mecanismos de elección porque interpretó, sin decirlo, que hubo una imposición que evitó que Cruz Pérez abanderará- en aquel momento- al proyecto lopezobradorista.
A propósito, Mario Delgado encabezó los trabajos de organización de la encuesta en aquella etapa y fue el propio presidente del CEN de Morena el que levantó la mano de quien fuese candidato. Entonces, el mensaje de Adán, describe que hubo actos de simulación o tal vez de complicidad de avalar un aspirante sin merecerlo, en pocas palabras, un acto de injusticia que detalla que la encuesta de Morena no tiene ni el más mínimo crédito de confianza.
Y esa preocupación ha comenzado a multiplicarse entre los presidenciables de Morena quienes, con todo el derecho, piden piso parejo. Es verdad que el propio presidente se pronunció para mantener la esperanza en un proceso democrático, limpio y equitativo; pero el problema no es él, sino las cúpula de poder dentro del partido y el gobierno que aprovechan las coyunturas y, con una actitud de favoritismo hacia un perfil en específico, algunos gobiernos estatales hacen activismo político a favor de una sola “corcholata”.
Ese impacto lo resintió el propio secretario de Relaciones Exteriores. Con lo anterior, no hay duda de que hay preocupación en que suceda lo que ha venido aconteciendo desde la dirigencia nacional del partido de Morena, lo que nos hace pensar que, el canciller, empujará con algunos otros aspirantes a la silla presidencial instrumentos que se conduzcan con legalidad.
El propio INE lograría ser un buen árbitro como han propuesto algunos actores que han levantado la mano a fin de no caer en las mismas prácticas del dedazo. Y esa puede ser una de las razones que, incluso, sea el detonante para unir fuerzas entre los aspirante de Morena que coinciden en esa postura pues las propias situaciones van creando las condiciones para una política de alianzas que pueda elaborar un bloque democrático interno para luchar a la buena.
Y ya que hablamos de procesos democráticos, sería un acto de justicia que también le reconocieran a Cristóbal Arias Solís su triunfo dentro de Morena en relación con la candidatura que le negaron, puesto que él ganó. Dominó 42 encuestas a priori con una amplia diferencia del segundo lugar; sin embargo, pasó el mismo caso que el ahora presidente municipal de Ciudad Juárez cuando le arrebataron el abanderamiento para llevar a cabo el quehacer de coordinador de los trabajos electorales en Michoacán en la competencia por el ejecutivo estatal del 2021.
Él, en este momento, tendría que estar despachando en Palacio de Gobierno del Solio de Ocampo atendiendo y asumiendo las actividades del gobernador constitucional. Por desgracia, los malos manejos de la comisión nacional de encuestas o simplemente por dedazo- se impuso a otro candidato- aun sin merecerlo. Y cómo ese caso hay muchos en todo el país.
Por ello, valdría la pena que una autoridad como lo hizo el propio secretario de Gobierno en Chihuahua, reconociera que, al senador Cristóbal Arias Solís, le robaron la candidatura de Morena a la mala siendo que todos los pronósticos de casas encuestadoras de prestigio daban por hecho su triunfo en el momento en que 42 metodologías coincidían en el mismo escenario.