El Diccionario de la lengua española define descontón como un “golpe que se da por sorpresa”. La obra principal de la Real Academia Española aclara que esa palabra solo se usa en México. Otros diccionarios amplían la definición: “Golpe muy fuerte que una persona da a otra, poniéndola fuera de combate”.
En mis tiempos juveniles en algunos barrios no tan pacíficos de Monterrey, era frecuente que los machos gandallas más listos descontaran a sus rivales en las peleas callejeras.
Un buen descontón era mágico: noqueaba al adversario antes de que el pleito iniciara. Algo así como la recomendación de Sun Tzu: “La mejor victoria es vencer sin combatir”.
Los descontones políticos sirven para liquidar contrincantes antes de que las hostilidades empiecen, pero como en el barrio, no le funcionan a cualquiera. Y es que el descontón es un arte que requiere agilidad, fuerza, valentía y decisión.
Pero, cuidado, si el descontón no se aplica con toda precisión, el agresor queda en desventaja, si no por otra cosa, porque su mejor golpe habrá resultado inofensivo.
En la política, como en la calle, el descontón es un arte que no dominan todas las personas que van al enfrentamiento.
Gandallas, el dirigente del PAN, Marko Cortés, y su precandidato a la gubernatura del Estado de México, Enrique Vargas, quisieron noquear antes del inicio de la pelea a las aspirantes del PRI, Alejandra del Moral y Ana Lilia Herrera.
Es decir, el panismo lanzó un golpe sorpresivo destapando a Vargas fuera de las negociaciones de la alianza PAN-PRI. Quisieron los panistas con esa acción arrinconar a los y las priistas para obligarles a aceptar la candidatura común de Enrique Vargas.
El descontón panista parecía haber sido definitivo, ya que nadie en el PRI respondió de inmediato; ciertamente no lo ha respondido —y quizá ya es tarde para que reaccione— el gobernador mexiquense Alfredo del Mazo, ni tampoco ha hecho nada para quitarse el golpe la favorita del mandatario, Alejandra del Moral.
Cuando se pensaba que a Marko Cortés y a Enrique Vargas el descontón les iba a dar la victoria en la disputa por la candidatura del PRI-PAN, de pronto, hoy viernes 12 agosto, se lanzó con todo Ana Lilia Herrera. Vaya chingadazo el que soltó esta mujer.
En efecto, los simpatizantes de Ana Lilia han empezado a colocar propaganda agresiva que muy probablemente romperá el empate técnico en las encuestas entre ella y Del Moral, y que al mismo tiempo, dejará como políticos principiantes a Marko y Vargas.
“Ni me rajo ni me bajo”. Esa frase la firma #ANALILIA en enormes espectaculares que han comenzado a verse en las principales avenidas del Estado de México.
El fallido descontón de Marko Cortés y Enrique Vargas fue respondido por Ana Lilia con otro descontón, mucho más fuerte. Muchísimo más fuerte.
El golpe dado por Ana Lilia Herrera no solo la alejará en las encuestas de Alejandra del Moral y exhibirá a Enrique Vargas como un político más bien inocentón, sino que ya tal acción ya la consideran en el Estado de México también como un fuerte ataque contra la candidata de Morena, Defina Gómez, quien encabeza las encuestas, pero… la maestra Delfina no contaba con la audacia e intrepidez de una mujer profesional de la política que no va a esperar a que el gobernador Del Mazo deje la parálisis que le generan tres hechos: (i) las investigaciones penales contra su exjefe Enrique Peña Nieto, (ii) la potencia electoral de Morena en el Edomex y (iii) la fuerza innegable del presidente AMLO en esa entidad y en toda la nación.