Afortunadamente el presidente López Obrador está bien de salud. No se detectaron problemas en su cateterismo programado y pospuesto porque le dio covid. Superado el susto, la nota es otra: que AMLO tiene un testamento político. Busqué y busqué y a las tantas encontré un borrador del documento, de cuya autenticidad no puedo estar segura, pero de cualquier manera lo doy a conocer, ya que nos da una idea de por dónde va la cosa:

Yo, Andrés Manuel López Obrador, declaro que es mi última voluntad heredar el Palacio Nacional al pueblo bueno, sabio, noble y bello para que quien lo desee —mis hijos y mis nietos incluidos— juegue en el patio central y arme ahí sus fiestas. Yo ya lo aparté para la pachanga quinceañera de la hija de una comadre.

A mi esposa Beatriz le heredo una cuenta de Twitter pagada para que a cada persona que la agreda ahí, sea automáticamente  bloqueada; también le heredaré en usufructo una sala en el palacio de la Secretaría de Educaciòn Pública —exactamente en la que despachaba Vasconcelos— para que pueda convertirla en espácialo de karaoke y organice con la maestra Delfina tardeadas para cantar y recitar poesía que es su máxima pasión

A Claudia Sheinbaum le regalo la presidencia, esa muchachita siempre aceptó de buena gana lo que yo decía; además era aplicada en la escuela, así que se la entrego porque ella podrá mantener viva mi más grande creación que se llama Morena; así se lo ordené ya y así se cumplirá .

√  A Marcelo Ebrard le heredaré mis pastillas tranquilizantes porque será difícil para él cuando se entere que no será mi sucesor presidencial porque esa ya la elegí yo.

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A Ricardo Monreal le voy a regalar Morena..., ya que se quede con el partido; bronca será de Claudia controlarlo.

A Mario Delgado… ¿quién es Mario Delgado?

√ A Jesús Ramírez Cuevas le voy a heredar todas mis mañaneras grabadas para que no me extrañe, incluyendo las veces que lo reprendí en cadena nacional por no tenerme listas rápidamente las imágenes que le pedía.

A Lord Molécula y a todos los Noreporteros y NOperiodistas  tan honestos y tan leales conmigo les heredaré un puesto de garnachas para que abran sus negocios y trabajen vendiéndolas porque sinceramente si yo me muero, nadie los va a contratar nunca más.

A la nación entera le heredaré que todas las calles de los centros urbanos, muchas plazas y unas decenas de estatuas leven mi nombre e imagen: Calle Andrés Manuel López Obrador “A”, esquina con Andrés Manuel López Obrador “B-2″, ahí frente al Monumento al Amlito”, a dos cuadras de la Plaza AMLO antes Zócalo Capitalinoi.

A las cabeceras municipales les dejaré cines para transmitir las mañaneras con mis momentos más felices y también una sección que se llamar “Quién es quién en mis malquerencias” donde habrá competencias para que el público participe y se divierta adivinando quién me caía más gordo en vida: si Felipe Calderón, si Carlos Loret de Mola, si Enrique Krauze, si Denisse Dresser, si Héctor Aguilar Camín.

A mi amigo Carlos Slim le heredaré una deuda millonaria, al fin que tiene cómo pagarla. (Esperando pague sus otros impuestos que todavía debe y la reparación de la Línea 12 del metro, que no se ve avance por ninguna parte).

A mi íntimo compa Salinas Pliego le dejaré un decreto: que se le entregue Banamex a plazos fáciles con intereses tipo Elektra y que el banco sea rebautizado como Banco del Bienestar Mexicano (Babemex) y que él sea el dueño único por los siglos de los siglos.

A los niños de mexico les heredaré bates de béisbol y pelotas porque solo así se consigue la felicidad en la vida: jugando béisbol.

Hablando de esos estadios, también se los heredaré a mis hijos para que organicen juegos. Son tiempos de austeridad y deben de estar protegidos. ¿Y si nadie acude a los partidos de beis? Ni modo, es el riesgo empresarial de apostarle a la rentabilidad de un deporte que por culpa de la TV de la mafia del poder no tiene muchos seguidores.

A mis adorados viejitos les heredaré mis fotos autografiadas para que no me olviden y sepan que tuvieron al mejor presidente del mundo.

Se non è vero…

Reitero, no sé si sea auténtico este borrador de testamento presidencial que encontré en redes sociales, pero si no es cierto es verosímil. Como dicen los italianos: un testamento así, se non è vero, è molto ben trovato: si no es verdad, que bien redactado está.