El poder legislativo voltea para ver a la aviación nacional, y parece que ahora la Cámara Alta tiene una inusitada urgencia porque el país recupere la Categoría 1. Desde el Senado de la República, la senadora por el Partido del Trabajo (PT), Nancy de la Sierra Arámburo, asegura que la pérdida que enfrentan las líneas aéreas mexicanas por la degradación a Categoría 2 ronda los 5 mil millones de pesos.
Por tal motivo, la legisladora hizo un llamado a la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes (SICT) con la finalidad de que dicha dependencia tome cartas en el asunto, y nuestro país cumpla con los estándares de seguridad establecidos por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), a fin de que recupere la Categoría 1 en el Programa de Evaluación de la Seguridad de Aviación Internacional.
El Senado se interesa en recuperar la Categoría 1 de la aviación mexicana
La legisladora federal presentó un punto de acuerdo en el Senado de la República, en el que advierte de las deficiencias para cumplir los estándares de seguridad que alejan al país de recuperar la categoría, lo que se traduce en una merma a los ingresos de las aerolíneas.
Según el punto de acuerdo, el problema afecta a los usuarios de las aerolíneas mexicanas pues el costo del boleto se eleva para hacerlo rentable para las aerolíneas; esto ha derivado en una ventaja para las líneas aéreas extranjeras que han ganado un millón de pasajeros ante las restricciones impuestas a nuestro país por la degradación a categoría 2.
El punto de acuerdo llevado a tribuna por la Senadora del estado de Puebla llama la atención por cuestiones concretas. La trayectoria y trabajo legislativo se puede verificar en su perfil del Senado, y en él no encontré registro de asistencia a algún foro de aviación, publicaciones sobre el tema, o antecedentes laborales dentro de la industria. No pretendo decir que se requiere ser erudito en el tema para abordarlo, sin embargo, es evidente que su “Punto de Acuerdo”, en los hechos, es lo que llamaríamos en términos llanos “un llamado a misa”, y el principal problema es que toma “verdades a medias”, como punto de partida.
Los trabajos para recuperar la Categoría 1 están en marcha
Las declaraciones de la senadora, y sobre todo sus solicitudes dirigidas a la SICT están por demás; quienes hemos seguido de cerca el mundo aeronáutico sabemos que el trabajo para la recuperación de la Categoría 1 se viene realizando conforme a un cronograma publicado desde hace meses; tenemos conocimiento de las visitas que ha hecho la Agencia Federal de Aviación norteamericana (FAA por sus siglas en inglés). El tema no se ha dejado de lado, ni se ha ignorado. Los resultados no son de un día para otro y hay mucha información disponible que constata que la ansiada recuperación es un punto importante para la actual administración.
Estamos esperando los resultados que arroje la séptima visita programada por la FAA, para saber qué temas ya fueron subsanados, sin olvidar que muchas de las observaciones que se realizaron son referentes no a la aviación -propiamente dicha- sino a la parte burocrática de la industria.
Volar es seguro en nuestro país, pues las aerolíneas nacionales cumplen con todos los estándares de seguridad internacionales. Eso es tan comprobable como que su crecimiento está -hoy por hoy- enfocado hacia otros mercados.
Hay que dejar muy en claro que la verdadera limitante que tiene la aviación nacional por estar degradados a Categoría 2 es la imposibilidad de abrir nuevas rutas y slots hacia territorio norteamericano; esto es, no se puede ampliar la oferta hacia el vecino país de norte.
En cambio, las aerolíneas norteamericanas sí pueden crecer, y así lo han estado haciendo, abriendo más rutas desde su país a diferentes destinos dentro del nuestro.
El precio de los boletos no es consecuencia de la degradación de la aviación mexicana
Tiene razón la senadora Nancy de la Sierra cuando afirma que ha aumentado exponencialmente el pasaje transportado por aerolíneas norteamericanas, pero se equivoca terriblemente adjudicando este fenómeno a la alza de precios de los boletos, y al afirmar que la degradación de la aviación de nuestro país es por no cumplir con las medidas de seguridad de la OACI. El motivo por el que las aerolíneas nacionales -y las de todo el mundo- han incrementado sus precios se debe al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que ha encarecido el costo de la turbosina.
¿Una verdad a medias es una mentira? No lo vamos a discernir en este momento, pero sí debemos ser muy puntuales. No debemos permitir que información incompleta le haga creer a los usuarios de la aviación nacional que el aumento en las tarifas se debe al tema de la degradación, eso sí es mentira.
Es cierto que la degradación nos ha afectado. La aviación nacional ha dejado de captar un número importante de pasajeros, pero también hay que decir que las líneas aéreas nacionales no han dejado de crecer a pesar de la degradación, y que su penetración, tanto en Centro como Sudamérica, se ha incrementado de forma muy interesante. Ahora en el horizonte hay otro gran freno: la falta de equipos.
Y es que en esto, también es responsabilidad del conflicto bélico en Europa. No solo se ve afectada la aviación por el alza en el precio del combustible, sino que las armadoras de aviones se han visto muy afectadas y traen un retraso en la entrega de nuevos aviones a las aerolíneas, y esto repercute a la aviación mundial.
Sin duda es de capital importancia que la Senadora poblana aborde el tema; la verdad es que pocos legisladores lo hacen, pero sería deseable que antes tuviera toda la información completa, para que su punto de acuerdo no hubiera quedado tan cojo.
En materia aeronáutica hay mucho trabajo por hacer, y ser integrante del Senado de la República no es cosa menor. Su investidura le permite a Nancy de la Sierra acercarse a toda la información generada por la Agencia Federal de Aviación Civil.
Es ahí donde ella puede percatarse que mucho del tema de la degradación son temas netamente burocráticos. Estamos hablando de que en una industria obligada a la celeridad y dinamismo, tenemos un elefante reumático representado por un número considerable de trabajadores indolentes, amañados y corruptos, que desde adentro están saboteando a la actual administración.
Yo sé bien que un legislador federal no es Ministerio Público, pero si el Artículo 61 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos estipula que son inviolables por las opiniones, y que no pueden ser reconvenidos por lo que manifiesten en el desempeño de sus cargos, creo que como representantes populares que son, bien pueden acercarse a este tipo de problemáticas, y saber del gran negocio que dentro de la AFAC ha surgido con “los gestores”.
Para todo trámite, ya sea en Medicina de Aviación o Licencias, una creciente y boyante industria está creciendo. Y es que se erró el emitir una serie de prórrogas durante lo álgido de la pandemia de Covid, lo cual ha traído como consecuencia el atraso en la documentación de muchos tripulantes. Trabajadores que terminan arreglando su situación por medio de estos gestores, pues es imposible hacerlo por la vía tradicional.
Esto eleva los costos que un tripulante o trabajador aeronáutico debe afrontar para tener toda su documentación en regla, que son requisitos que se piden internacionalmente.
Categoría 2, pero también Mexicana de Aviación, Interjet y Aeromar
Para nadie es desconocido que la degradación a Categoría 2 ha afectado a la aviación nacional, pero hay más temas que se deberían estar abordando desde las Cámaras Legislativas y que también son de gran importancia.
Siempre es buen momento para voltear a ver a la aviación nacional pero no sólo por este tema; tenemos grandes pendientes como lo es el tema de Mexicana de Aviación, empresa que sigue vive por estar en un limbo jurídico pero que económicamente no beneficia ni a sus trabajadores ni al país; también está el tema de la huelga de Interjet, que se dio en esta administración y que siguen sin liquidar a los trabajadores que ya están cansados de esperar justicia.
Y dentro de poco estallará el tema de la pequeña Aeromar, cuyos dueños parece no importarles en lo absoluto el destino de su aerolínea, con trabajadores que ya no pueden seguir trabajando sin cobrar, que se está sacrificando la seguridad de la aerolínea con la anuencia de los dueños. Los mecánicos han denunciado que los han sacado del hangar para meter a trabajadores generales a “arreglar los aviones”, sin tener una licencia que los avale para realizar dicho trabajo.
Esos puntos, señora senadora, son más importantes que hacer un punto de acuerdo sobre un tema que es obvio. A todos los que estamos dentro de la industria aeronáutica nos urge el regreso a la Categoría 1, pero eso lleva su tiempo y los trabajos sí se están llevando a cabo. En los casos que menciono no es así, ni la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, ni la Secretaría de Comunicaciones y Transportes han dicho “esta boca es mía”, ni el caso de Interjet, ni en el de Aeromar y ya de Mexicana mejor ni hablamos.
Si tanto le importa la actividad económica y la derrama que originan las líneas aéreas nacionales, pongo sobre la mesa estos tres temas que han sido ignorados por las dependencias federales. Antes de la caída de Interjet, era la línea aérea que más pasajeros transportaba hacia los Estados Unidos; y Aeromar es vital para el desarrollo del mundo maya, sólo por poner un ejemplo.
Exhorto a senadores y diputados, que si de verdad quieren abordar el tema aeronáutico, lo hagan desde el conocimiento y el trabajo con los verdaderos actores del sector, los trabajadores aeronáuticos de este país. No hay que buscarlos debajo de las piedras, muchos llevamos un buen rato usando cuanto foro es posible para buscar ser atendidos.