IRREVERENTE

Les platico:

  • No hay forma educada de decir ciertas cosas. 
  • Mi amigo El Percherón dice que ando en el día con la misma ropa con que duermo. Eso no es cierto: los jeans me los pongo nada más cuando estoy despierto y casi nadie hace que me los quite, por más encumbrados que sean el evento, la ocasión o las personas a quienes veo.
  • Mi trabajo es sospechar, observar y preguntar.
  • Es más fácil sobrevivir en pareja que solo.
  • Tengo malos pensamientos y lo que me salva contra otros que los tienen, es que yo lo admito y muchos, no.
  • Nada es definitivo ni establecido, ni siquiera la luz, ni siquiera la oscuridad.
  • Me quedo no con lo que se lleva la gente que estaba cerca de mí, sino con lo que me deja.
  • Aunque la Luna es mi tercera madre -la segunda fue mi abuela la alcaldesa- no le pido que esté conmigo todo el tiempo; si no puedo que lo haga todas las noches, menos en el día.
  • Muchos me preguntan cómo se me ocurre lo que hago y lo que escribo. Pero en realidad lo que quieren saber es por qué a ellos no se les ocurre.
  • Nunca dejo de sorprenderme. Nunca.
  • Mi vida es lo que mis pensamientos hacen de ella. Bueno, también lo que hacen mis acciones y lo que no hacen mis omisiones.
  • Soy de muy poco mantenimiento; de repente se me olvida comer y duermo menos de lo indispensable.
  • Soy bueno para hacer mandados, pero menos bueno para pedirlos.
  • Busco la incertidumbre pues detrás de ella se esconde el aprendizaje y el conocimiento. Por la misma razón, me gusta alimentar mis propias dudas.
  • No creo en los milagros ni en la magia, por eso, cuando alguien en la chamba me dice “vamos a hacer magia” al recibir una encomienda mía, si puedo, lo corro.
  • Cuando alguien de mi equipo se queja del exceso de trabajo, le pregunto: “¿Se te hace mucho?” Y si responde afirmativamente le digo: “Pues anótale, porque ahí te va un bonche más”.
  • Busco tener ojos hasta en la nuca y como no lo consigo, multiplico el ángulo visual de los que tengo al frente.
  • Soy diletante en muchos temas, muchos más de los que domino, pero soy despiadadamente estudioso de lo que no sé.
  • De lo que más sé es de lo que menos me gusta.
  • Soy excesivamente torpe para los trabajos manuales y como zurdo dominante, siempre pregunto para qué lado se afloja un foco.
  • Por lo tanto, me considero una nulidad como “handyman”; hay cosas que no las hago porque no sé hacerlas, porque no quiero, no me gustan ni puedo ni se me antoja aprender a hacerlas.
  • Estoy convencido de que la base del conocimiento es la habilidad para preguntar.

Cajón de Sastre:

  • Deseo a todos que pasen hoy un plácido domingo.
  • Mañana, cambio de programa, sin faltar los incomparables Saaantiago González y su oficioso defensor Daaaniel Hinojosa, ambos del chat Santiago de ese pueblo mágico, 34 kilómetros al sur de Monterrey.