Por El Pordiosero
El robo de medicamento y equipo de alta especialidad del Hospital Regional “Lic. Adolfo López Mateos” del ISSSTE vendido a través de redes sociales, es realizado por una red de corrupción en la que están involucrados funcionarios, dirigentes sindicales y trabajadores. Pese a la contundencia de las pruebas, no hay investigaciones para sancionar a los involucrados.
En el video que acompaña este trabajo, se observa la salida de ese hospital del jefe del Servicio de Inhaloterapia, Adrián Osnaya Torales, con dos bolsas en las que saca medicamento. Las dos fotografías así lo corroboran.
Tanto en la bolsa de color azul, como en la de papel, Osnaya Torales lleva medicamento de alta especialidad propiedad del hospital. A la salida, policías federales lo detienen para hacerle una revisión y pese a encontrar circuitos de ventilación mecánica y válvulas de exhalación de ventiladores, no lo detienen debido a que las cámaras de video son manejadas por la vigilancia privada y carecen de pruebas para acusarlo.
Las cámaras, según esto, están bajo control del subdirector médico. En días recientes, al ahora ex jefe del Servicio de Inhaloterapia, se le escuchó decir que cuando sacaba medicamento y material, se apagaba el sistema de video para evitar pruebas que lo incriminaran, lo que es indicio de complicidades.
Una investigación rigurosa, permitiría deslindar responsabilidades de todos y cada uno de los involucrados. ¿Cómo es que a pesar de haber sido detectado el robo de medicamento y equipo de alta especialidad del hospital, no se le dio seguimiento? En nuestro poder contamos con capturas de pantalla de conversaciones en las que se tiene conocimiento que Osnaya Torales al retirarse con bolsas lleva los productos sustraídos.
Hasta ahora, ni el director del hospital, doctor Félix Octavio Martínez Alcalá, ni el titular del Órgano Interno de Control (OIC) del ISSSTE, Luis Antonio García Calderón, que se sepa, han ordenado una investigación del robo.
Incluso, grupos de trabajadores saben que en los últimos días Osnaya Torales e integrantes de su banda, contaron con las facilidades necesarias para destruir posibles pruebas que los involucraran. Sin embargo, las que aquí ofrecemos son contundentes y prueban el robo de medicamento y equipo de alta especialidad que posteriormente se ofertaban en redes sociales.
Luego que el lunes 17 de julio dimos a conocer que el jefe del Servicio de Inhaloterapia ofrecía medicamento de alta especialidad y equipo a través de sus redes sociales y presentamos pruebas, el subdirector médico del hospital, Luis Alberto Castañón, lo destituyó del cargo y designó en su lugar como interino a Salvador Mendoza Zamora -número de empleado 308187-.
El movimiento fue un engaño. El nuevo encargado forma parte del grupo de Osnaya en el que están involucrados el subdirector Castañón, el presidente de la comisión de auxilios del Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE (SNTISSSTE), Alberto Ricardo Ortega, el secretario general de la seccional del hospital, Ricardo González y un grupo de trabajadores del área de Inhaloterapia incluidos Nesly Aranda Juárez -interina-, Miguel Ángel Barroso -número de empleado 373092- y Tania Rivas -número de empleada 373093-, aún cuando estos últimos sólo pudieran obedecer instrucciones.
Inmediatamente después, en las instalaciones de la sección sindical, con Osnaya Torales se habrían reunido el presidente de la comisión de auxilios y el secretario general, a fin de definir estrategias que permitieran deslindarlo y evitar que enfrente consecuencias penales y administrativas. Luego habrían estado en una comida con el doctor Castañón.
Sólo que todas las pistas conducen a que ese grupo se ha beneficiado del negocio. Los trabajadores no se explican que a la señorita Rivas del Valle le entregaron una plaza A-8 Apoyo Administrativo en Salud -la más alta- sin respetar los reglamentos de bolsa y de escalafón. La corrupción ha permeado en todos lados, de la que no son ajenos los dirigentes sindicales.
Corrupción que llevó al Servicio de Inhaloterapia del Hospital Regional “Lic. Adolfo López Mateos” a ser una especie de tugurio, en el que los trabajadores lo mismo juegan cartas que ingieren bebidas embriagantes. En una próxima entrega presentaremos fotografías en las que integrantes del grupo que robaba medicamento de alta especialidad, convive alegremente en en horas de trabajo ya incluso durante la gestión del actual director de ese nosocomio, doctor Félix Octavio Martínez Alcalá y que incluyen al actual encargado del mismo.
El doctor Martínez Alcalá sustituyó en el cargo al doctor Valentín Herrera -cardiólogo de cabecera de Luis Miguel Victoria Ranfla ex presidente y actual director del deportivo del SNTISSSTE- a finales de abril de este año.
El subdirector médico del hospital, llegó a esa posición en la gestión del doctor Herrera.
El presidente de la comisión de auxilios del SNTISSSTE, Alberto Ricardo Ortega Campos, según se sabe, llegó a esa posición -la cual maneja un fondo por casi 900 millones de pesos-, por influencia del grupo político al que pertenecen él, su sucesor en la secretaría general de la sección sindical hospitalaria y el ex director, el doctor Herrera.
Ortega Campos y junto con él la vicepresidenta, el tesorero y la vocal de la comisión de auxilios, María de Los Ángeles Alvarado Santos, Alfonso Ramírez Peredo y Leonor Manzano de la Torre -incluido todo el comité ejecutivo nacional y los 48 secretarios generales seccionales del SNTISSSTE-, han sido omisos en exigir acciones penales en contra de Francisco García Culebro y su hijo Erick Arturo García Salamanca Varela, por la desaparición de cerca de 300 millones de pesos entre 2017 y 2022 del fondo.
García Culebro y su hijo Erick Arturo, fueron designados tesorero y presidente de esa comisión por Victoria Ranfla, pese a que el junior no cumplía con los requisitos previstos por el reglamento para ocupar el cargo.
Los dos hijos de García Culebro -el mayor de nombre Francisco Enrique García Salamanca Varela-, forman parte del comité ejecutivo sindical que encabeza Norma Liliana Rodríguez Argüelles, quien es actualmente la integrante más destacada del grupo de Victoria Ranfla.
Ese grupo impulsó a Arturo Delgado a la secretaría general de la sección IV “Clínicas de especialidades” del SNTISSSTE -en la que Victoria Ranfla inició su cacicazgo y Norma Liliana fue también dirigente-, pese a pruebas contundentes de hostigamiento sexual en contra de trabajadoras.
Y si por algo ha destacado la gestión de Pedro Zenteno Santaella en la dirección general del ISSSTE, es por la creciente corrupción y la impunidad: el contrato de rayos X, los dos entregados al secretario general de Charrería por 500 millones de pesos, las irregularidades de Elizmara Leslie Aguilar, entre otros muchos más. Está más interesado en garantizar su incorporación al gabinete de Delfina Gómez, en la gubernatura del Estado de México.
Colaboración especial para SDPnoticias de agendapropia.mx, portal especializado en asuntos sindicales