En Monterrey se vive una escasez de agua que no se había visto hace años. La presa que más tenemos a la vista los regios es la presa de La Boca que está en el municipio de Santiago, como a unos treinta minutos de Monterrey. Imagine la cara de todos cuando ven que los niveles a los que estamos acostumbrados a ver bajaron tanto que han encontrado muchas cosas que “aventaron” pensando que se perderían para siempre. Autos, basura y alguna que otra “sorpresa” han aparecido con los niveles bajos de la presa.
Imagine que La Boca es un lugar donde se hace deporte acuático, paseos y todo lo que tenga que ver con tener un cuerpo de agua cercano a la ciudad. Esa es la referencia de todos los regios y seguramente lo que más causa pánico a la población norestense.
Otra de las presas que esta a la vista de la gente, aunque mas lejana de La Boca, es la presa Cerro Prieto que también luce casi vacía cuando era un centro de pesca deportiva. Esta presa está como a una hora y media de Monterrey.
Cerro Prieto y La Boca tienen menos de un 10% de capacidad, según lo que vi en varios medios pues la pagina oficial de Agua y Drenaje de Monterrey no actualiza su indicador de niveles desde agosto del 2021 y no es tan claro como para entenderlo en una sola vista.
Nos queda la Presa El Cuchillo, que está en China. Se encuentra un poco arriba del 50% de capacidad, lo que puede dar tranquilidad a la población de Nuevo León. El problema es que los tubos que llevan el agua de El Cuchillo a Monterrey tienen un diámetro mas pequeño, por lo que la cantidad que llega a la capital de Nuevo León no da para tener el flujo que proporcionan las otras dos presas y los mantos de agua subterráneos.
El gandallismo
En los ochenta muchas personas instalaron en sus hogares tinacos y cisternas que podrían ayudar en un eventual corte de agua. El tinaco de mi casa nos sirvió para poder tener agua corriente para los baños y aun así mi papá nos imponía un auto corte de agua porque no sabíamos cómo iba a estar el día de mañana. Se pudiera decir que las casas que están equipadas con cisternas no sufrirán tanto los cortes de agua y que sus consumos se mantendrán como siempre se han mantenido.
El problema viene con los “acumuladores” de agua. Si hay algo escaso y preciado en Monterrey son los tinacos y tambos para guardar agua. Tanto que es complicado encontrarlos y alguien seguramente hizo su agosto vendiendo estos tambos.
El problema con estos “nuevos” usuarios de tambos y tinacos es que seguramente agravaran la situación de los demás, pues el cálculo de los cortes de agua se debe de haber hecho con los flujos de agua normales y no son la sobredemanda causada por un uso anormal del vital liquido. Al final toda esta acumulación de agua resultara con más cortes que seguramente incomodarán más a toda la población.
¿Qué se puede hacer? Aguantar y cambiar de costumbres de nuevo. La gente que le tocó vivir la escasez y los cortes de agua de los ochenta se ha de acordar de esto. Había multas importantes a las personas que lavaban su auto o “barrían” la calle con manguera. Nos educamos a lavar el auto con una cubeta, a regar las plantas con regadera. Gente como Eloy Cavazos decidió cerrar su piscina y hacerla una cancha de frontón. Había patrullaje con helicópteros para ver si alguien estaba utilizando mal el vital liquido. También, las brigadas de Agua y Drenaje eran lo suficientemente ágiles para combatir y arreglar fugas de manera inmediata.
Sería un gran ejemplo ver cómo los diputados Locales, los gobiernos municipales y el gobierno estatal hacen algo por el ahorro de agua. Muchos de estos funcionarios están en los medios publicitando muchas campañas, ¿por qué no hacerlo con lo del agua?
La solución para esta crisis viene prácticamente del cielo y para eso hay que esperar que los tiempos cambien y traigan agua y mucha. Las presas se han llenado con los huracanes, al parecer es la única manera de lograr que el abasto de agua se normalice.
Esperemos que vengan lluvias adelantadas y que mi ciudad pueda quitarse de esta preocupación para preocuparse por otras cosas.