Hace algunos días me enteré que un grupo de mujeres sobrecargos, de la antigua Mexicana de Aviación, contactaron a un medio de comunicación para -de manera anónima- denunciar que habían sido víctimas de discriminación.
Pero ¿de qué tipo de discriminación estamos hablando? Ellas refieren que las discriminan por edad, pues rebasan los 37 años. Y seamos claros, ese es el límite de edad que marca el contrato que los sobrecargos tienen firmado con Aeroméxico.
Desde hace muchos años, diferentes colectivos han peleado el tema de la discriminación laboral por la edad, pues si pasas incluso los 35 años, no eres considerado por las aerolíneas.
En varias ocasiones he podido entrevistar a Javier Vázquez Robles, quien encabeza la “Asociación por la No Discriminación Laboral por la Edad o Género A.C.”, y hemos tratado largamente este tema, sobre todo con los tripulantes de cabina, concretamente los sobrecargos.
Y es que mientras tengas toda tu documentación vigente, y cumplas con el resto de los requisitos, la edad no tendría que ser una limitante. Justamente eso es lo que han padecido muchos compañeros, el caso más reciente el de los sobrecargos de Transportes Aeromar, que ya cumplieron un año en huelga.
La Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de México (ASSA) prometió que todos los sobrecargos de Aeromar pasarían a engrosar las filas de Aeroméxico, pero hubo un pequeñísimo detalle: “siempre y cuando cumplieran con todos los requisitos de la empresa”, y en el contrato colectivo de trabajo de los sobrecargos, uno de los requisitos es no tener más de 37 años.
Por ese motivo muchos sobrecargos de Aeromar no pudieron ingresar a Aeroméxico y el sindicato, en lugar de “pelear” por su inclusión sin importar la edad, opto por escudarse en el argumento de que esos requisitos no podían modificarse, porque si no estarían “violando el contrato”.
Ver para creer. Un sindicato permitiendo la discriminación por edad, con una cláusula que debería de modificarse en aras de beneficiar al gremio. ¡Valiente lucha la que hacen a favor de los trabajadores! No solamente los sobrecargos de Aeromar han sido discriminados por ese motivo, también los de la antigua Mexicana la han padecido.
Lo peor es encontrar un “doble rasero” para esta cuestión, pues existe un claro evidente antecedente, ya que hubo una excepción, pero se realizó por motivos políticos y electorales, y Aeroméxico supo aprovechar muy bien la coyuntura.
Ubiquémonos en 2014, estaba más que vigente un plantón en el área de los mostradores del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, y el gobierno de Peña Nieto, a través de Alfonso Navarrete Prida, entonces Secretario del Trabajo, le pidió a Aeroméxico “recibir” (emplear) a los sobrecargos de Mexicana de Aviación sin que la limitante de la edad fuera obstáculo.
Aeroméxico buscaba firmar con su planta condiciones laborales más “competitivas”, y del brazo y por la calle con el entonces secretario general de ASSA, Ricardo Del Valle Solares, logró que aceptaran firmar un “anexo al contrato”, conocido popularmente entre los sobrecargos como “el Contrato B”, para diferenciarlo del contrato madre firmado por el resto de los sobrecargos, o “Contrato A”.
¿Cómo lo consiguió? Pues prometiendo a todos los sobrecargos de Mexicana que entrarían de manera directa a Aeroméxico si votaban a favor del anexo, así que en una asamblea, más de 400 compañeros sobrecargos de Mexicana, votaron a favor del “Contrato B”. Y entraron todos, sin que la edad fuera una limitante. Con este antecedente, ¿por qué la actual gestión no puede ahora ayudar a los compañeros de Aeromar?
Las compañeras que llevaron el tema a la mañanera, en entrevista con el medio La Verdad Noticias manifestaron lo siguiente:
“Las afectadas denunciaron que han realizado diversas reuniones y mesas de trabajo en la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, con la Asociación Sindical de Sobrecargos de la Aviación de México y empresas de aviación, sin éxito alguno, por ello pidieron al presidente Andrés Manuel López Obrador interceder para “portar nuevamente las alas y surcar el cielo de México”
La Verdad Noticias
Básicamente, lo que señalan es que no se han podido colocar en ninguna empresa, ni siquiera en la nueva Mexicana, donde se supone no hay ninguna limitante para la edad. Por testimonios de ellas supe que pusieron un límite de 35 años para poder trabajar como sobrecargo.
Lo que a mí me consta es que se contrató al personal que ya contara con todos sus documentos vigentes, y hubo muchos que fueron a los reclutamientos, pero fueron rechazados porque les faltaron documentos (la visa o el pasaporte), o su licencia de sobrecargo estaba vencida. Y en esos casos tuvo preferencia todo aquel que tuviera sus documentos en regla.
Cuando fueron los reclutamientos, muchos de mis ex compañeros que no habían podido colocarse por algún motivo en Aeroméxico, me buscaron para saber si tenían alguna posibilidad de contratarse con la nueva Mexicana, pero ellos mismos sabían que su documentación ya no estaba vigente.
Recuperar una licencia de sobrecargo no es nada barato, pues no solo debe pagarse el examen médico, y los derechos por la recuperación de licencia; además debe cubrirse el costo de un curso de recuperación teórico y práctico. Todo esto puede llegar a costar alrededor de 45 mil pesos. Motivo suficiente para que muchos de ellos declinaran en su intento por recobrar sus alas
Pero en el caso llevado a la mañanera, estamos hablando de personas que sí quieren regresar a volar, y cuentan con todos sus documentos vigentes… En pleno siglo XXI, ¿la edad es una limitante?
El tema que no debe hacerse a un lado; por ahora hablamos del caso de los sobrecargos, pero ¿en cuántos empleos no rechazan a la gente porque tiene más de 35 años? Como si a esa edad fueras incapaz de aprender.
No solo debemos hablar de la reducción de la jornada laboral, sino combatir -desde la Constitución Política- para que no exista una limitante en la edad para poder ser contratados.
Otro tema, con el que cierro la columna de hoy, es que otra vez se acercaron varios sobrecargos de Aeroméxico al presidente, y le externaron su preocupación en torno a su próxima revisión contractual.
Honestamente, yo también estaría preocupada con una representación sindical coja, que ha mandado literalmente “a volar” a su Secretaria de Conflictos (de ASSA), quien es la responsable del pliego petitorio y de la integración del expediente para el estallamiento a huelga. Eso sin contar que les falta un tercio de la representación sindical, porque les fue negada la toma de nota. No hay manera de ocultarlo: se ve complicado el escenario.