La mayoría de los encabezados hoy en día, palabras más palabras menos comienzan de esta manera tratando de hacer responsable siempre a quien menos velas llevó al entierro… Hablar de Michoacán es tema harto complejo y no se remonta sólo al desaguisado librado en días pasados por el aún gobernador de aquel estado; Silvano Aureoles Conejo, que  parafraseando al refrán popular en el  segundo apellido lleva las mañas, y que pasó tremendo bochorno en redes sociales al ser el payaso del día en todos los cartones moneros…

Michoacán a decir  de investigadores serios comienza con el cultivo de estupefacientes  opioides, mariguana y amapola allá en los finales del siglo XIX, utilizándose para soportar las extenuantes faenas  de los mineros; este comercio da sus primeros repuntes a  mediados del siglo pasado  —siglo XX— tratando de ser más exactos y confiando en  los relatos locales ; “Cuando se libra la segunda guerra mundial y Estados Unidos Necesitaba de estos opiáceos para mantener a sus tropas “calmadas”… Esta historia la contó al público incluso la hermana de Felipe Calderón , la llamada “Cocoa”, María Luisa Calderón… “la droga  era preparada y enviada a diferentes frentes de guerra, todo auspiciado y amarrado desde Washington…”

La lucha  contra el arraigado mal comienza en los años 50, corrían los tiempos donde el hermano de “Tata Lázaro”, Dámaso Cárdenas del Río Gobernaba Michoacán, para esos momentos los hermanos Valencia eran los  amos de esos terrenos…

Sin embargo, la historia  reciente de multihomicidios y enfrentamientos realmente da inicio a fines de 1980, sí,  con Carlos Salinas de Gortari al frente del país,  un  momento interesante en la historia de Latinoamérica, así que vayamos por partes…

Según el Dr. En  Antropología, Salvador Maldonado Aranda, en los años setenta, las fuentes oficiales militares  documentan  la destrucción de 13 millones y medios de plantas de amapola, alrededor de 2 mil plantíos,  y casi una tonelada de semilla, 500 plantíos  de mariguana y 95 toneladas de semilla, hablando sólo de la zona de Apatzingán… Aquello era apenas el inicio.

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Llega la década de los ochenta, las reformas  constitucionales de 1994,  provocadas por Carlos Salinas de Gortari marcarán el tiro de salida, al permitirse la privatización del ejido y con ello la puerta abierta a compradores extranjeros, se vendió al mejor postor la montaña y la costa michoacana, quienes no compraron , rentaron, se comienza a solicitar mano de obra para " el nuevo trabajo”, las fuentes tradicionales de trabajo habían cambiado, Salinas desmantela a la responsabilidad social del estado dejando en total desamparo al campesinado…

Lo anterior se suma  al llamado TLC, abriendo la puerta a empresas extranjeras y  quitando apoyo a las asociaciones agrícolas mexicanas… otro renglón crucial, muy importante en la historia latinoamericana, la implementación de políticas antidrogas en Perú, Colombia, Bolivia; se crea el vacío  y desabasto… ¡eureka! Alguien tenía que llenarlo… al mismo tiempo, la cancelación de la llamada “ruta del caribe”, ¿y qué ocurre? Se inaugura la ruta del pacifico, la amplia costa michoacana siempre fue de las menos vigiladas, estaba más que pintado el nuevo mapa, sólo bastó un pequeño impulso; los días de gloria de los señores del narco comenzaron, la historia de  Michoacán se replica a lo largo de México y del paso de la droga al vecino país del norte.

Regresando a nuestra actual y sombría línea de vida, un parte aguas en el camino fue la declaración de guerra hecha por Felipe Calderón Hinojosa aquel fatídico día en Apatzingán, la simulación y con ello miles de muertos regados por doquier, una guerra fallida, una puesta en escena mientras sus allegados cobraban miles de millones en las nóminas de cárteles.

La intromisión de Enrique Peña Nieto no sería menos patética pero si más ingenua y quizá la peor implementada, llega de la mano con el general colombiano Oscar Naranjo, desde que Enrique era candidato contacta y trae al general como asesor de seguridad, ¿la  finalidad? Fracturar a las células delictivas en Michoacán, SIC…  así nace el híbrido llamado autodefensas, ya después nos enteramos los lazos y entramados  que se ligaron con quienes en ese momento gobernaban  el estado, del paso de Alfredo Castillo, suplantando en el poder al gobernador títere priista Fausto Vallejo,  aquel  Castillo que no pudo resolver el caso de “la niña Paulette”, mejor ni hablamos, la corruptela y simulación seguían mientras adornaban portadas de  ocho columnas en pretendidos actos heroicos, la realidad era y es que el hampa gobernada a sus anchas.

Aquel aparentemente lejano 24 de febrero de 2013, donde hombres armados “declaraban la guerra al crimen organizado” quedará en la bizarra historia de la política mexicana, los entonces casi héroes locales haciendo el trabajo que el inepto gobierno no podía hacer, la acumulación de violencia llevó a tope esa olla de presión llamada tierra caliente, para esos momentos los muertos y desaparecidos a lo largo y ancho del país  se contaban por cientos de miles… Era el comienzo de otra lucha, la interna, la lucha por los territorios  tierra  adentro de  “Jalmich” —como le llaman—… límites de Michoacán y Jalisco, las tierras en disputa…

Las extorsiones, secuestros y robos a mineros, aguacateros, limoneros, empresarios; grandes, pequeños, medianos, el crimen organizado levantó sus murallas y dominios  en tierra calientes de la mano del gobierno, para nadie es noticia nueva, el ex gobernador interino,  priista por cierto, Jesús Reyna vinculado a los Caballeros Templarios, Rodrigo Vallejo, hijo de Fausto desde 2008, tiempos del “calderonato” trabajaba  para la familia michoacana y después para los caballeros templarios….

¿De qué sirvieron las declaraciones de Felipe Calderón o las asesorías colombianas de Enrique Peña?

¿De qué sirve un banquito afuera de Palacio Nacional y al final de un mandato fallido llevar pruebas “fehacientes” que no mostró al menos en los últimos tres años?

Michoacán, Jalisco, Guanajuato, Sinaloa, Estado de México, Ciudad de México… México entero necesita mucho más que noticias compradas al mejor postor, a México le urge un cambio verdadero… No es de ahora, la historia narra con nombres y apellidos a quienes se enriquecieron con el dolor ajeno, el sufrimiento de los pobres y los obligaron a tomar caminos intrincados, rascar un poco a la historia de vez en cuando nos  ayuda a comprender mejor nuestro presente y tratar de mejorar nuestro futuro.

Fuentes bibliográficas: Salvador Maldonado Aranda, Luis Astorga, José Gil Olmos