Si es honesto, y espero que lo sea, el señor Héctor Suárez Gomís tendrá que disculparse, para empezar, con José Ramón López Beltrán.
No fue correcto que el hijo del comediante Héctor Suárez Hernández insultara, en Twitter, al hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El fanatismo explica, pero no justifica las ofensas. Y sin duda lastima, pero no la imagen del agraviado, sino la buena fama del agresor.
¿Por qué las ofensas de Suárez Gomís contra López Beltrán? Simple y sencillamente porque José Ramón, como usuario de la referida red social, ejerció un derecho de forma absolutamente pacífica: lanzar tuits con algunas sugerencias a Elon Musk, nuevo accionista de Twitter.
Héctor Suárez Gomís también debe disculparse con el periodista Jenaro Villamil, a quien insultó innumerables veces, por un simple error, el día de la consulta de revocación de mandato.
Jenaro se equivocó —sin duda de buena fe: se vale equivocarse porque errare humanum est — al difundir un video de mucha gente votando.
Dijo el brillante periodista, este sexenio presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, que tal video tenía que ver con una casilla ubicada en Veracruz, cuando en realidad estaba en Sinaloa.
A mí también me insultó el señor Suárez, simple y sencillamente porque di la información correcta: que las filas de ciudadanos en las mencionadas imágenes correspondían a un centro de votación en cierto municipio sinaloense.
Por cierto, con honestidad intelectual Villamil corrigió su tuit, pero el hijo del famoso comediante siguió con sus ofensas.
Suárez Gomís, fanatizado, a mí me insultó todo el día de la consulta. ¿Debe disculparse conmigo? Si fuera un hombre de principios, él lo haría.
Por último, don Héctor Suárez Gomís está obligado a disculparse con millones de seguidores de AMLO a quienes ha llamado mascotas amaestradas, mamacallos, fachos…
El comportamiento del hijo de un comediante conocido —bastante guarro, sin duda: el proceder del hijo, no el de su padre ya fallecido—, particularmente porque él mismo es comediante de TV, aunque de un nivel distinto, abarata el nivel del debate.
El señor Suárez Gomís tiene derecho a repudiar a la 4T —no sé si esta persona se identifique con el PRI o el PAN o si simplemente su ideología no coincide con la del presidente López Obrador—, y se respeta su libertad de cuestionar lo que le parezca funcione indebidamente en el gobierno actual, pero…
¿Sería mucho pedir a una figura pública como don Héctor Suárez intentar mejorar la calidad de sus argumentos?
Mucho colaborará con las opciones políticas contrarias a AMLO y Morena si Suárez Gomís empieza a criticar a quienes están en el poder, con mucha fuerza sí, pero sin caer en vulgaridades —la comicidad no tiene por qué ser tan de mal gusto—.
Porque, si don Héctor, y otros como él, insisten en ofender a quienes creen en el proyecto de Andrés Manuel, en vez de debilitar al partido que lógicamente desean ver derrotado en las elecciones de 2024, lo van a fortalecer.