“El retirarse no es huir, ni el esperar es cordura cuando el peligro sobrepuja a la esperanza.”

MIGUEL DE CERVANTES

La columna Barruntos Políticos de SDPNoticias puso el dedo en la llaga. Sintetizo tal artículo con esta pregunta: ¿Por qué el canciller Marcelo Ebrard no participó en la reunión, en Palacio Nacional, entre el presidente López Obrador y algunos de sus colaboradores con el enviado presidencial especial de Estados Unidos para el clima, John Kerry, el embajador Ken Salazar y un grupo de empresarios estadounidenses?

La respuesta formal a dicha pregunta claro que la sé: Ebrard andaba ocupado en temas del mundial de futbol a unos 14 mil kilómetros de distancia de la Ciudad de México.

Entonces, si pregunto es porque aquello no es, por ningún motivo, más importante que negociar con Kerry. Para nuestro país, por lo que respecta a política exterior, nada hay más relevante que cuidar la relación con Estados Unidos.

¿No pudo Ebrard haber salido de Asia con destino a México en cuanto se supo que Kerry, el embajador Salazar y 20 capitalistas de Estados Unidos iban a echarle montón a AMLO para presionarlo con la cuestionada —y muy cuestionable— reforma eléctrica?

Se supone —no voy a discutirlo— que las cosas salieron de maravilla en la junta entre AMLO y Kerry, de varias horas de duración. Digo, según el presidente de México, este “fue un encuentro amistoso, necesario y benéfico”.

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Más o menos tal fue también la opinión del representante del presidente Joe Biden. Le dijo al diario Reforma: López Obrador “reunió a varios miembros de su gabinete y tuvimos una muy buena discusión en la que estuvimos de acuerdo en que tenemos que trabajar juntos en el proceso de transformación hacia energías limpias. (AMLO) se volvió a comprometer con la visión de México, Estados Unidos y Canadá, en un esfuerzo cooperativo para enfrentar la crisis climática”.

¡Qué bueno que se pongan de acuerdo México y Estados Unidos en un tema tan delicado como el de la reforma eléctrica! Como mexicana de todo corazón deseo que las palabras tanto de AMLO como de Kerry sean más que eso, es decir, que se traduzcan en hechos concretos que no obstaculicen las inversiones y signifiquen mayor generación de energías limpias en nuestro país.

Pero, ¿dónde estaba Ebrard? En Catar o en la India… o en algún lugar así de exótico emitiendo tuits tan relevantes como los siguientes:

1.- RT al mensaje de @miseleccionmx en el que el equipo que representará a México en el próximo mundial de futbol presume que nuestra bandera ya ondea en Catar.

2.- RT al comentario de @SRE_mx sobre la @expo2020dubai, donde “el canciller @m_ebrard presenció los éxitos alcanzados durante los 6 meses de actividades”.

3.- Un tuit en el que Ebrard califica como “un gran gesto de Qatar” que en un anuncio luminoso se vea la bandera de México. Por cierto, Ebrard escribió Qatar, no Catar. No es del todo incorrecto lo que hizo el canciller, pero la Real Academia Española recomienda utilizar la C en vez de la Q, ya que “en el sistema ortográfico del español, la letra q solo tiene uso como elemento integrante del dígrafo qu para representar el fonema /k/ ante las vocales e, i (queso [késo], quién [kién])”.

4.- RT a una “Buenísima infografía” sobre el Día del Taco.

5.- RT a mensaje de @SRE_mx relacionado con la restitución a México de piezas arqueológicas.

6.- Felicitación a Alicia Bárcena, quien “quien hoy concluyó su gestión como secretaria ejecutiva de la @cepal_onu”.

7.- Un video del propio canciller en el que presume los resultados de su visita a la India.

Todo es importante, particularmente el Día del taco, pero ¿en serio más importante que la reunión del presidente de México con un representante especial del presidente de Estados Unidos para debatir sobre algo realmente fundamental como es la reforma eléctrica para México?

En Barruntos Políticos han hecho la pregunta clave: “¿Marcelo Ebrard ya no trabaja para la 4T o qué?”.

Una de tres… o las tres: (i) Ebrard aprovechó la gira a Catar y a la India para tomarse unas vacaciones y no iba a interrumpirlas solo porque Estados Unidos presiona a AMLO con la ley eléctrica; (ii) el canciller se siente, o se sabe, tan alejado del presidente de México, que ya se mueve por la libre buscando reflectores para la grande en 2024 —como abanderado de algún partido de oposición—, reflectores potentes en este caso, ya que tienen que ver con un evento tan popular como el mundial de fútbol; o (iii) le habría gustado haber estado en Palacio Nacional enfrentando a Kerry, pero nadie lo invitó.

Escribo exactamente a las 10:36 AM, hora de México —7:36 PM hora de Catar— y ni siquiera para guardar las formas el canciller Ebrard ha sido capaz de mencionar en su cuenta de Twitter nada sobre la reunión AMLO-Kerry que, según ambos personajes, resultó harto provechosa.

Igual no está en Catar, sino en la India, pero para el caso es lo mismo: el internet funciona de maravilla en el mítico país de Asia del sur.

Algo está pasando en la relación AMLO-Ebrard y no es precisamente bueno para el canciller.

En fin, ya veremos qué sigue en esta historia, en la que lo peor para Ebrard no fue su ausencia en la junta AMLO-Kerry, sino que, sin él, todo salió a pedir de boca, según la percepción del único que decide en Morena, el presidente López Obrador. Y es que, cuando en una equipo de trabajo alguien se ausenta y la productividad mejora, significa que alguien no es necesario y debe pasar a recursos humanos para negociar su indemnización de ley.