Irreverente

Les platico:

El periodista de marras sirvió a los gobiernos de Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y durante un año y medio al de López Obrador.

Estaba en tercer lugar en las preferencias de AMLO, detrás de Carmen Aristegui y Brozo.

Su estipendio mensual se mantuvo en el promedio respecto a lo que recibía con Peña Nieto.

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El contacto que tenía con AMLO se daba a través de desayunos periódicos, en los que el autor del libro recién presentado, le llevaba al presidente chismes que recababa en Monterrey, de donde es oriundo el susodicho.

En su libro dice que creyó en un principio en el gobierno de la 4T, pero que luego de desengañó y le atribuye a eso su “alejamiento”, que no fue solo eso, sino que se convirtió en un virulento crítico de la 4T.

Mis fuentes dentro del círculo más cercano del presidente aseguran que no fue esa la razón del distanciamiento.

En uno de esos desayunos periódicos, el periodista intercedió por un empresario regio ante el presidente para tratar de lograr una condonación fiscal de cientos de millones de pesos.

Andrés Manuel se limitó a escucharlo pero no le dijo absolutamente nada.

Después de haberse tocado tal tema, el desayuno siguió en medio de un silencio sepulcral.

En consecuencia, el periodista regresó al terruño con malas noticias para su amigo el empresario, pues un silencio por respuesta del presidente a petición expresa, equivale a un no.

En un video que circuló el mismo autor del libro se refiere a ese desayuno, pero miente sobre el tema tratado.

Asegura que le mostró al presidente un video donde alguien cercano a Manuel Bartlett recibió una maleta con millones de dólares a manera de moche.

En el mismo video también refiere que el presidente le dijo: “publícalo”.

Entonces le alega al presidente -merced a la confianza que le tenía- que publicaría el video solo si el gobierno mexicano le otorgaba al denunciante la calidad de “testigo protegido”.

El periodista menciona que el presidente se negó a hacerlo porque la Fiscalía no depende de él.

“Y entonces se dio entre los dos un silencio que duró varios minutos”, narra.

Solicitamos al Dr. Miguel Castillo -especialista en lectura de comportamiento no verbal- que analizara el mentado video y su conclusión es que el protagonista acusó un nerviosismo propio de quien miente.

La única parte donde el comportamiento no verbal del periodista mostró verdades fue cuando se refiere al silencio que se dio entre él y el presidente.

Castillo menciona en su reporte que el periodista se mostró turbado cuando en el video dice “millones de dólares en una maleta”.

El especialista dice que un solo millón de dólares en billetes de a 100 no cabe en una sola maleta, ni de esas que van en los vuelos transatlánticos.

Resumen del experto: el periodista miente en el video que él mismo hizo circular.

Ahora, viene lo bueno:

Aristegui, Brozo y este periodista regio defendieron con todo a López Obrador durante sus años de campaña.

Fueron arropados por el gobierno de la 4T sin el beneplácito de los duros de Morena.

Aristegui y Brozo confiesan hoy que se equivocaron al creer en AMLO y solitos se replegaron.

Pero el regio no admite tal cosa.

Los tres creyeron que la 4T iba a ser el sexenio de sus vidas y se equivocaron.

El día en que el periodista regio se casó por segundas nupcias (diciembre de 2016) en el Museo Marco, me dijo que tenía varios años de estar escribiendo un libro y que lo sacaría de un momento a otro.

Ese momento se tardó ocho años y lo está presentando en la víspera de las elecciones del 2 de junio.

Como decía mi abuela la alcaldesa: “Mira tú que conveniente”.

A este cuate le gusta ser el niño del bautizo o el novio de la boda. Por eso saca su libro en estas fechas.

El año y medio que estuvo en la nómina de la 4T fue utilizado como gatillero.

Y debido a que entre gitanos no se vale leer la buena fortuna, los duros de Morena le hicieron el feo y el comportamiento del presidente se volvió hosco diamadre hacia él y acabó de tronar en el citado desayuno.

Como mis lectores saben, tengo muy buenos contactos en el círculo más cercano al presidente y ellos me aseguran que este regio fue desechado después de haber sido usado.

A diferencia de Aristegui y Brozo, no se le volteó a AMLO por desengaño, sino que lo botaron porque quiso pasarse de listo, vendiendo sus favores a -por lo menos- el empresario que buscaba una condonación fiscal, valiéndose de su cercanía con el presidente.

Después de haber sido cortado del presupuesto de medios de la 4T, buscó cobijo en el Departamento de Estado de EEUU.

Como lo he publicado en otros artículos, uno de los jefes de personal de la Casa Blanca fue compañero en mis años de becario de la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa) en el Washington Post y por él sé de los acercamientos que este cuate ha tenido con gente del gobierno norteamericano.

Parece no saber que los “matrimonios” entre el gobierno de EEUU y la prensa mexicana son de un ratito.

Con su libro oportunista quiere hacerle sentir al presidente que sigue siendo suyo.

Por eso titulé este artículo: Donde fuego hubo, cenizas quedan.

Colofón:

Sintiéndose jodido, este cuate quiere joder a alguien más, ligándolo con ciertos círculos del poder empresarial.

Es un suicida, porque sabe bien que ese a quien quiere joder, tiene un arsenal de documentos y estados de cuenta que lo pintan como lo que realmente es.

Así se lo hizo saber en una ocasión, con un asesor de la UANL como testigo de calidad.

Cajón de sastre:

Mañana cambio completo de programa, sin faltar el incomparable Iván, La infame e infumable Ramle y los desabridos gansitos rellenos de nada, la ardiente, ardorosa, metiche y collona Lady Rabietas Cochinilla, -perdón- Cuachanilla -perdón-, Cachanilla, el estrógeno Jesús David, engendro unicelular de probeta, la insostenible Irene u la trepidante trepadora social, Martha Lozano, tránsfuga sampetrina del anafre y su defensora de oficio, la música Leticia Ce. Nuevas adquisiciones del clan de chaleros regios -perdón-, chateros regios.