IRREVERENTE
Panamá.- Les platico: Mi título de hoy se basa en una de las reglas de la institución que -guste o no- rige nuestra lengua: la Real Academia Española, RAE, para los amigos.
Cuando se dice o escribe: “este asunto no es menor”, es mucho más asertivo si se dijera o escribiera: “este asunto es mayor”.
Quienes usan la doble negación denostan al lenguaje y abusan de la ignorancia de quienes los escuchan o los leen.
Denostar es injuriar; no se vaya a quedar alguien con la duda.
Viene a cuento lo anterior porque doña Yasmín Esquivel Mossa publicó en sus redes que el “plagio de que se me acusa, es falso.”
¿Cómo dijo?
A ver, doña Yasmín, “plagio” es una palabra que implica o significa “negación a la verdad”.
O sea, “plagio” equivale a una mentira.
Y la segunda palabra que usa en su argumentación es “falso”, que se equipara a un “no a la verdad” o lo que es lo mismo, a una mentira.
Entonces, un humilde lingüista que hubiera contratado le habría ahorrado semejante dislate.
Su “defensa” de los 10 puntos, publicada en plena Navidad, usa una doble negación, la cual equivale a una sola y categórica afirmación:
Doña Yasmín está aceptando que su tesis SÍ es falsa.
Pero ni ella ni sus oficiosos defensores -incluyendo al presidente- se han dado cuenta de que la venerable abogada, literalmente ya confesó que sí se copió.
Por cierto, qué tesis tan mal titulada y sburrida escogió usted para copiarse:
“Inoperancia de los Sindicatos en los Trabajadores de Confianza del Artículo 123 Apartado A”.
Envuelta con moño de regalo
“A confesión de partes, relevo de pruebas”, sentencian los abogados.
Por lo tanto, en lo que concierne a éste su irreverente, diletante y humilde servidor, el asunto queda resuelto:
Doña Yasmín se acaba de poner la soga al cuello y solo falta que un acomedido le haga el favor -y nos los haga- de anudárselo para que quede envuelta para regalo, con todo y moño.
¿Campaña en su contra?
En su “defensa” de diez puntos refiere que sufre una campaña de odio en su contra.
Doña Yasmín, no se dé usted tanta importancia.
En 1a, no es campaña.
En 2a, no es de odio.
Y en 3a, el asunto no es contra usted.
Del ostracismo en que campeó su carrera de 40 años como abogada y luego como magistrada, brincó a la palestra porque don Andrés Manuel quiere que usted sea a partir del próximo 2 de enero, la próxima presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Esto NO es un asunto MENOR.
Perdón, perdón!
Esta es una doble negación!
La voy a cambiar por una sola y categórica afirmación: El asunto es muy MAYOR.
Nadie se ocupaba de usted hasta que fue placeada para presidir al máximo organismo del poder judicial. Esto no es poquita cosa.
Si usted sigue aferrada en buscar la presidencia de la SCJN, quedará otra vez en tela de duda, la sacrosanta, soberana y tan llevada, traída y raída separación de los tres poderes:
1.- El Ejecutivo ya lo tiene el presidente López Obrador.
2.- El Legislativo también ya lo tiene.
3.- Y el Judicial lo quiere a través de una presidenta a modo, como usted sería, pues es evidente que López Obrador la quiere y la defiende para ese cargo.
No la friegue, doña Yasmín, el País -el horno- no está para bollos.
CAJÓN DE SASTRE… PANAMEÑO
“A propósito de este tema y de nuestra ya prolongada estancia en este hermoso país, les recomiendo la deliciosa película ‘El Sastre de Panamá’, basada en el libro de John Le Carré, dirigida por John Boorman y protagonizada por Pierce Brosnan, Geoffrey Rush y Jamie Lee Curtis. Les va a encantar. Y esta es una sola y categórica afirmación que no ocupa para nada de dos negaciones”, remata la irreverente de mi Gaby.
PD Dedico esta columna a mi amigo Peter Marotta, de Panamá.