Este jueves 19 de diciembre ha sido el último día de operaciones de las oficinas del IMPI en León, Guanajuato. Les avisaron hace menos de dos semanas. Para ambas partes la noticia es una tragedia: Por un lado, los trabajadores de esta institución han perdido todo tipo de estabilidad laboral. Ni sus cargos o niveles son seguros, ni les ofrecerán recursos para instalarse en otra locación.

Cientos de familias no tendrán feliz navidad ni próspero año nuevo. Por el contrario, la incertidumbre inunda a especialistas dedicados a la protección industrial de la propiedad intelectual en marcas y patentes a la que recurren empresarios de Guanajuato para formalizar sus creaciones. Les han dado dos opciones: aceptar una injusta liquidación o aceptar ser reubicados en Querétaro.

Para los emprendedores la noticia implica duplicar costos para realizar cualquier seguimiento a trámites y engrosar la brecha digital, puesto que todos los que no se adapten a utilizar el sistema digital del IMPI, tendrán que trasladarse por el peligroso estado de Guanajuato para llegar hasta Querétaro o en su caso, hasta la Ciudad de México y lograr recibir atención.

La decisión no se explica por parámetros objetivos y más bien parece tratarse de un desprecio político inesperado. La gobernadora de Guanajuato, Libia Denisse, se ha mostrado más que colaborativa con la presidenta Claudia Sheinbaum, con quien no pierde oportunidad de fotografiarse y admirarse como la mujer que ha alcanzado la presidencia. Industrialmente, León, Guanajuato, ha consolidado su posición como un pilar fundamental en la economía mexicana. El estado de Guanajuato, con una contribución del 4% al Producto Interno Bruto (PIB) nacional, se ubica como la sexta entidad que más aporta a la economía del país. Según el informe del exgobernador, también panista, Diego Sinhue rendido en febrero de 2024, Guanajuato destaca por ser la quinta economía del país, con un Producto Interno Bruto (PIB) que superó los 64,900 millones de dólares en el 2022 y una contribución de 4.7% a la economía nacional.

Este desempeño se debe en gran medida al dinamismo de sus industrias manufactureras, que representan aproximadamente el 30.6% del PIB estatal, superando significativamente el promedio nacional de 17.7%, según el INEGI.

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Mirando con lupa a León como municipio, durante 2022, el Producto Interno Bruto (PIB) fue de 12,263 millones de dólares, lo que lo colocó en el lugar 30 de los municipios con mayor PIB en México. El PIB per cápita municipal es un indicador que mide la riqueza generada por los factores productivos de un municipio por habitante residente.

En este contexto, el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) desempeña un papel crucial al proteger las innovaciones y marcas que emergen de este entorno productivo. El registro de marcas y patentes es esencial para salvaguardar la propiedad intelectual de las empresas, fomentando la competencia leal y estimulando la inversión en investigación y desarrollo. La presencia del IMPI en regiones industriales como León facilita a los empresarios locales el acceso a estos servicios, promoviendo un ecosistema de innovación y crecimiento económico.

El cierre de la oficina regional del IMPI en León es un retroceso tremendo. El titular de esta institución, Santiago Nieto, no debería complicar la vida a los emprendedores guanajuatenses, quienes ya tienen bastante sobreviviendo a la inseguridad y violencia de aquella entidad que a su vez, encabeza la estadística de homicidios dolosos según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública contabilizado hasta noviembre.

Esta decisión ha generado preocupación entre los trabajadores y la comunidad empresarial local. Los empleados afectados han solicitado la intervención de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, para reconsiderar el cierre o, en su defecto, permitir su reubicación dentro del mismo municipio. Argumentan que el traslado a otras ciudades, como Ciudad de México o El Marqués en Querétaro, implicaría costos significativos, desarraigo familiar y la posible pérdida de su patrimonio.

Además de que el cambio se presenta prácticamente a la mitad del ciclo escolar de los menores que estudian. Estas oficinas, además, emplean mayormente a mujeres. Hablamos de al menos un 51% de trabajadoras que, ante esta medida, deberán elegir entre tres opciones: aceptar el desempleo con una liquidación, dejar a sus menores terminar el ciclo escolar y reubicarse con el alto costo familiar y económico que implica o sacar a sus menores de la escuela, reubicarse con sus hijos o con la familia que pueda acompañarles y empezar de cero en un lugar donde puede que no tengan redes de apoyo. Lo anterior sin tomar en consideración que las rentas de vivienda son mucho más caras en Querétaro y Ciudad de México de lo que cuestan en León, Guanajuato.

La centralización de servicios esenciales como los del IMPI podría tener repercusiones negativas en el dinamismo industrial de León. La proximidad de las oficinas del IMPI permite a los empresarios locales realizar trámites de manera ágil y eficiente. Su ausencia podría traducirse en retrasos y obstáculos burocráticos que desincentiven la innovación y la protección de la propiedad industrial.

¿Y la descentralización prometida por López Obrador?

La promesa de Andrés Manuel era descentralizar para activar económicamente las regiones del país que durante décadas, han quedado en el olvido por esa tendencia de agrupar las sedes gubernamentales en la Ciudad de México.

El IMPI hizo grandes esfuerzos en tiempos anteriores, cuando la institución era manejada técnica y no políticamente. Fue la primera en incorporar sistemas de inteligencia artificial para proteger marcas y hacer elegible el registro de las más innovadoras con el sistema Marcia. También se encargó de lograr concluir trámites de forma totalmente virtual, digitalizando sus operaciones y logrando que se optimicen sus recursos. Sin embargo, la realidad de los saberes virtuales no ha llegado a todos los rincones del país. Es por ello que la atención presencial y el trabajo en oficinas se vuelve tan particular. Los emprendimientos son regionales y tan solo quienes conocen el contexto de sus localidades pueden advertir si es que una marca puede nulificarse por engañar al consumidor del bajío o al consumidor regio.

Hoy sabemos algo: si las políticas de austeridad y reestructuración administrativa no consideran el impacto regional y sectorial de sus decisiones, en vez de lograr que haya mayor productividad y por tanto, más recursos, van a generar un impacto negativo que alcanzaría hasta las finanzas públicas. León ha demostrado ser un motor económico de relevancia nacional; por ello, es imperativo que las instituciones que facilitan y protegen su desarrollo industrial mantengan una presencia local sólida. La descentralización de servicios no solo acerca el gobierno a la ciudadanía, sino que también fortalece las economías regionales y promueve un desarrollo más equilibrado en el país. Adicionalmente, el IMPI es la institución que ha generado mayor acercamiento a las comunidades indígenas mediante asesoría gratuita para el registro y protección de patrones textiles e inclusive, artesanías.

La solicitud de los trabajadores del IMPI en León merece una consideración profunda. Explorar alternativas como la reubicación en oficinas gubernamentales locales existentes o la implementación de esquemas de trabajo remoto podría mitigar los efectos negativos del cierre y preservar la continuidad de los servicios esenciales para la industria local. La intervención de la presidenta Sheinbaum en este asunto sería una muestra de compromiso con el desarrollo regional y con las políticas de descentralización que México tanto necesita. Además, implicaría mirar a las instituciones por quienes las integran: en su mayoría, mujeres y principalmente, perfiles técnicos por contraposición de operadores políticos. El grado de especialización del cuerpo laboral del IMPI, en general, es altísimo. Aquellos conocimientos no pueden ser despreciados de esta manera.

X: @ifridaita