“Primeros aguacates que llegaron a Doha entre 3 toneladas provenientes de Michoacán. Felicito a tod@s quienes hicieron posible esta presencia mexicana de carácter permanente en Qatar. Enhorabuena !!!”

MARCELO EBRARD

Ahora que inauguró el Centro México-Qatar, el canciller esperaba lo vitorearan con un ¡presidente!, ¡presidente! Pero nada de eso; lo más que le han gritado los mexicanos que andan por esos rumbos por aquello del Mundial es ¡tequila!, ¡tequila!, “Marcelo, ¡saca las chelas, el pulque y el tequila y te hacemos Presidente!”, se escuchó le decían.

Si él y su equipo de trabajo suponían que lo que nuestros turistas compatriotas querrían por aquellos lares sería orientación diplomática, expedición de pasaportes, ayuda para vinculación con medios de comunicación o, nosotros en México, sus transmisiones vía YouTube o TikTok presumiéndonos fotos con el exdelantero de la Selección Mexicana Luis García y sus recorridos por los rascacielos de Doha con cero pobreza franciscana, estaban muuuuuy equivocados.

¡Ay!, si tan solo lo hiciera bien, caray… pero ni buen guía de turistas es el secretario de Relaciones Exteriores, ya no se diga nivel VIP. ¿No podía quitarle las etiquetas a los aguacates antes de obsequiarlos? ¿O es para que se viera no pagaron derecho de piso al narco? Sin comentarios, salvo: de penita ajena, señor canciller.

¿Buena idea hacer campaña rumbo al 24 en aquel país y a ritmo del ‘Son de la negra’? Y, para no variar, ¿todo a cargo de nuestros impuestos? Me pregunto: ¿quién autorizó su estadía que debe rondar fácilmente los 10 mil pesos más viáticos la hora? No estamos para ridiculeces —¿es un anhelo estar con Marcelo?—, de verdad que no.

¿A cuánto asciende el chistecito de la porra, el mariachi, el turbante y toda la cosa? Eso es lo que yo quisiera saber.

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Marcelo, de guía de turistas, pidiéndole a los mexicanos en Qatar 2022 que mantengan “la buena imagen” de México ante el mundo. ¡Por favor! Cómo si no nos conociera…

Posdata dirigida a AMLO: ¿No se suponía que en la 4T se iba a acabar con la fea costumbre del turismo político con cargo al erario? Porque pudimos habernos ahorrado el viajecito de Marcelo, ya que el personal diplomático de la zona pudo haber hecho lo mismo y sin videos de TikTok de dar pena.

Posdata corcholatera: Si Ricardo Monreal se puso la máscara de Monri El Indomable, Marcelo Ebrard empató el marcador con disfraz de jeque árabe. No quiero ni pensar qué se les ocurrirá a Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López para no rezagarse en la carrera por hacer el mayor ridículo posible. ¿Ella vestido de Caperucita Roja? ¿Él ya de plano admitir que sí es el Abuelo Munster pero que no nos había dicho para no competir con ventaja?