Lo leí ayer en la página de internet del diario que más apoya a Marcelo Ebrard, Reforma:

  • Marcelo “inauguró un torneo de fútbol en el que se presentó como mediocampista, delantero y portero”.
  • Jugará todas las posiciones que quiera pero, pobre..., el señor Ebrard no sabe pegarle al balón: “Falló tres penaltis en el partido inaugural entre los Tepichines y el Everton, que apenas completó el equipo y jugó con improvisadas playeras guindas”.
  • En su torneo futbolero, Marcelo Ebrard se lanzó por cuarta o quinta ocasión a retar a Claudia Sheinbaum. Dijo que tiene preparado su proyecto educativo y que ella lo va a copiar: “Mándale copia a Claudia para que haga el suyo, (porque) se la pasa copiándome”. “Vamos a a comentar estas ideas sobre educación, doy la fecha con anticipación para avisarle a Claudia para que haga el suyo”.

Marcelo ha insistido en debatir con Claudia —y solo con Claudia: los otros corcholatos le tienen sin cuidado—. Ahí está la aceptación de que ella le gana en todas las encuestas que él paga.

La gente especializada en campañas electorales sabe que el debate lo busca quien va perdiendo. Quien va ganando no necesita verse cara a cara con su rival. Solo lo hace si las reglas de la contienda lo exigen. En el caso de la competencia interna de Morena, por cierto, los debates están prohibidos.

¿Por qué, a pesar de tal prohibición, Ebrard está terco en provocar a Sheinbaum buscando que la exjefa de gobierno se enganche con él en dimes y diretes, que serían lo más parecido a los debates en un proceso interno en el que formalmente no están permitidos? Solo hay una respuesta posible: porque Marcelo sabe que va perdiendo y necesita atacar. El excanciller debe financiar varias encuestas de seguimiento y en ninguna supera a la única mujer que, por Morena, aspira a la presidencia de México.

Marcelo Ebrard, en sus ataques a Claudia Sheinbaum ha caído inclusive en el mansplaining, que es la actitud en extremo machista de un hombre que se ve en inferioridad al competir con una mujer.

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El término mansplaining —formado por man (hombre) y explaining (explica)— ocurre cuando un hombre aclara cualquier cosas a una mujer y lo hace de manera arrogante y condescendiente. Tiene su más lamentable expresión cuando él sabe menos que ella, o cuando el macho ha tenido menos éxito que su rival mujer. En estos casos, la soberbia del machito se manifiesta hasta con furia.

Los videos

Hace unos días, Claudia difundió un video en el que habló de los logros de su administración en la Ciudad de México en materia de seguridad, reconocidos dentro y fuera de México, sin duda, y que hicieron a su jefe de policía, Omar García Harfuch, toda una celebridad con altísima aprobación no solo entre quienes simpatizan con Morena, sino inclusive entre panistas y priistas.

Marcelo respondió a ese video con enorme mamonería, altanero y aun dando a entender que él está a la altura de AMLO e inclusive un escalón más arriba. No sorprende: Ebrard en otras ocasiones ha demostrado que ve de arriba hacia abajo al presidente. Como en agosto de 2022, cuando difundió en TikTok una entrevista que le hizo un intelectual de primer orden, Jorge El Burro Van Rankin.

Marcelo le contó a El Burro su primer encuentro con AMLO, lo que hizo fiel a su naturaleza arrogante en extremo:

  • Ebrard: “Yo era secretario de Gobierno (del Distrito Federal)”.
  • Había una protesta en el Zócalo y Marcelo le dijo a un colaborador: “Vete a ver qué es esto”.
  • Ebrard: “Me dicen: ‘Es Andres Manuel López Obrador con un grupo que viene de Tabasco’…”.
  • Ebrard: “Dile que le invito un café o algo para que me diga qué es lo que plantea”.
  • AMLO no quiso subir. Marcelo bajó.
  • Ebrard: “¿Cuál es el asunto tuyo? ¿Qué te trae aquí, mano?”.
  • AMLO : “Represento a pescadores y a gente que despidieron de Pemex y que no le han pagado, no me voy a mover si eso no se resuelve”.
  • Ebrard: “Si tu tienes razón y a la gente que tú traes efectivamente se le debe dinero, te ayudo a que les paguen. Si no tienes razón, también te vas, mano. Que se me formen y que Pemex revise si se les debe o no se les debe”.

Imposible saber si las cosas ocurrieron como las recuerda Marcelo Ebrard. Lo que llama la atención es el tonito altanero con él que narra hechos ocurridos en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, cuando Ebrard era uno de los jóvenes priistas consentidos del entonces presidente.

Ese es exactamente mismo tono fantasmón, petulante, perdonavidas con el que Ebrard respondió al video de seguridad de Sheinbaum. Enseguida los tres videos:

Claudia y sus logros en seguridad:

Respuesta de Marcelo:

Entrevista Burro-Ebrard:

Claudio X. González y el PRI rompen

Dos importantísimos aliados de Xóchitl Gálvez la están hundiendo. Uno es Claudio X. González, quien está destruyendo la alianza opositora. El otro, el hombre que la invitó a la política, Vicente Fox, que cada vez que se expresa en redes sociales —y lo hace con bastante frecuencia— exhibe la peor cara de la derecha mexicana que apoya a Xóchitl.

Cinco joyas de Fox cuánto deben estarle costando a Xóchitl Gálvez entre el electorado liberal que no está con la 4T:

  • Que los pobres son huevones.
  • Que deben desaparecer los programas sociales de AMLO.
  • Que la impresentable Elba Esther Gordillo habría impedido lo que él piensa es un desastre educativo si ella “estubiera al frente” —en efecto, estubiera con b de burro, lo que sin duda es el tipejo que llevó a Xóchitl al gobierno—.
  • Que Claudia Sheinbaum es ‘judía búlgara’, con lo que Fox demostró que en la derecha mexicana abunda la gente antisemita.
  • Que padres y madres deben sacar a sus niños y niñas de las escuelas públicas por “obsoletas” para matricularles en escuelas privadas.

Las tonterías de Vicente Fox son una invitación al abstencionismo a la gente menos conservadora de los tres partidos que se supone harán candidata presidencial a Xóchitl, PRI, PAN y PRD.

Pero no es lo peor para Xóchitl Gálvez. Otro de sus grandes promotores, el del dinero, Claudio X. González, decidió insultar a las personas que militan o creen en el PRI, partido al que de plano considera absolutamente corrupto. Lo hizo en un tuit poco inteligente que generó de inmediato una fuerte reacción contra el empresario de parte del los dos más importantes líderes priistas, Alejandro Alito Moreno y Humberto Moreira.

Sobran analistas convencidos de que el PRI abandonará la alianza con el PAN y el PRD para pactar con Morena y, sobre todo, con AMLO. Las recientes palabras de Claudio X. solo van a servir para facilitar que los votos priistas —que son tantos como los panistas— dejen a Xóchitl Gálvez colgada de la brocha.