IRREVERENTE

Les platico:

Contra lo que muchos interpretan sobre la anunciada renuncia de Marcelo Ebrard a su cargo como canciller, creo que el tiro que se aventó anoche le saldrá por la culata.

Incluso antes del 12 de junio que anunció como fecha para entregar los bártulos comenzará la embestida en su contra, pero no de los otros aspirantes a la presidencia, sino desde el seno mismo de la Secretaría de Relaciones Exteriores y de círculos relacionados al comercio exterior y al asunto migratorio.

Por lo pronto les comparto el primer dato:

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Sin usar como escudo el aparato ni el presupuesto oficialmente asignados a la cancillería, tendrá que responder sobre las acusaciones vertidas en su contra por Mike Pompeo en su best seller “Never give an inch (Nunca cedas en nada).

Antes de la toma de protesta de López Obrador, Ebrard aceptó recibir a los “ilegales” expulsados por Estados Unidos a través del programa conocido como “Quédate en casa”.

El 15 de noviembre de 2018 en las inmediaciones del aeropuerto internacional de Houston “George Bush”, Ebrard se reunió en secreto con Pompeo y a nombre del en ese entonces próximo gobierno mexicano, cedió a los intereses del de Trump sin que nuestro País obtuviera ningún beneficio.

En su libro, Pompeo revela que el plan del canciller mexicano era abrirles la puerta a los migrantes centroamericanos en total secrecía, pero sin que hubiere de por medio algún acuerdo entre ambos países.

Esto lo intentó Ebrard porque desde entonces estaba preparando su campaña de imagen con miras a ser candidato a la presidencia en el 2024.

El plan era que México acogiera en su seno a los migrantes devueltos por Estados Unidos a cambio de un apoyo económico superior a los mil millones de dólares.

El capítulo 7 del mentado libro da cuenta de lo anterior y bajo el sub título de “La soberanía americana importa”, Pompeo dice que Ebrard tenía dos retos:

1.- Proteger al que sería su jefe, el presidente López Obrador, para que no apareciera como súbdito del gobierno norteamericano.

2.- Enfrentar a la embajadora Martha Bárcena, quien siempre se opuso a dicho acuerdo.

Textualmente, Pompeo relata en su libro: “Hicimos todo lo posible por mantener ese asunto en la oscuridad”.

Así, el ex funcionario de la administración de Trump dejó en claro que Ebrard siempre le mintió a su presidente, y la embajadora Bárcena siempre rindió cuentas en el Palacio Nacional, con la verdad por delante.

Entonces, si Ebrard fue capaz de mentirle al mismito presidente, ¿qué se puede esperar de él?

¿Qué se puede esperar de un mentiroso de carrera, en sus afanes por la presidencia?

Para muchos colegas, Ebrard puso en jaque a las “corcholatas” con su anuncio de ayer.

Creo que él mismo se puso en jaque, pues ya sin el blindaje de su cargo como canciller, tendrá que ofrecerle pecho a balas del calibre que desde Estados Unidos le soltó Pompeo... y vienen más, muchas más.

Cajón de sastre

“...”