TENGO OTROS DATOS

En mayo de este año, los ingresos del sector público se incrementaron en 31.8 por ciento anual; este fue su mayor crecimiento desde 2017. Los datos positivos se lograron gracias a diversos factores: un manejó adecuado de la pandemia de covid-19, una mejor recaudación tributaria, y, sobre todo, un repunte en los ingresos petroleros.

La estrategia llevada a cabo por el Gobierno de la Cuarta Transformación (4T), que consiste en luchar contra la evasión fiscal y rescatar Petróleos Mexicanos (Pemex), está rindiendo frutos. Sin embargo, este aumento de los ingresos presupuestarios debe de financiar no solo el gasto corriente de la administración pública y los programas asistenciales, sino que también debe impulsar el desarrollo de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes); cuyas compañías son fundamentales para la generación de empleos, así como para la participación del Producto Interno Bruto (PIB) del país.

Los mayores recursos obtenidos por el gobierno se dieron por el incremento de 86.6 por ciento observado en los ingresos petroleros de enero a mayo, lo que compensó la caída de 0.6 por ciento real en los recursos no petroleros.

El aumento de los ingresos petroleros no solo se dio por el incremento del precio de la mezcla mexicana de crudo de exportación sino también por una mayor producción de petróleo.

El Paquete Económico para 2021 contempla un precio de 42.1 dólares para la mezcla mexicana; el barril de petróleo de exportación de México actualmente alcanza una cotización en el mercado internacional de 70.57 dólares por barril.

En su comparación anual, la plataforma petrolera mexicana subió 4.6 por ciento en mayo del 2021 al medirlo con el mismo periodo del año pasado.

La recuperación del precio internacional del petróleo benefició a los ingresos del sector público presupuestario de enero a mayo de este año, de acuerdo con la información divulgada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

El informe de la secretaria Hacienda resalta que el “gasto en la función de desarrollo económico en los primeros cinco meses de este año ascendió a 627.2 mil millones de pesos, con una variación real anual de 19 por ciento. A su interior, destaca la subfunción de transporte, que creció 15.3 por ciento anual e incorpora la inversión estratégica para la región sur-sureste del Tren Maya”.

Al parecer el gasto de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador en desarrollo económico no ha sido del todo exitoso ya que México ocupa el último lugar de los 38 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en apoyos otorgados por los Gobiernos a las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs) desde que comenzó la contingencia sanitaria del Covid-19.

En el informe Perspectivas del organismo que dirige Miguel Ángel Gurria para las PyME y el espíritu empresarial 2021, se detalló que México brindó en asistencia financiera a dichas empresas solamente el 0.6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), listado al que le continúa Turquía con el 1.2 por ciento de su PIB.

Hay que recordar que las Mipymes contribuyen con el 81 por ciento del empleo total del país y con el 52 por ciento del PIB.

La Banca de desarrollo debe ser la encargada de dirigir los apoyos y financiamiento de las Micro Pequeñas y Medianas empresas y hacer un verdadero cambio y se deje de otorgar prestamos preferenciales y subsidios a grandes corporativos como fue a los periódicos El Universal y Financieros o al Grupo Famsa por parte del Banco de Comercio Exterior (Bancomext).

El apoyo a las empresas pequeñas debe de ser no solamente con apoyos y créditos blandos, también debe de ser con asesorías fiscales y de uso de tecnológicos.

Esperemos que el próximo secretario de Hacienda Rogelio Ramírez de la O haga los cambios necesarios en la Banca de desarrollo y se de un impulso a las Mipymes que haga que se dé un crecimiento económico que beneficie a la mayoría de la población.