Como producto de una colaboración anterior, varios trabajadores del nivel medio superior de la SEP, básicamente de Puebla, me hicieron llegar sus inconformidades que se pueden traducir como quejas sobre el descuido, abandono y depredación infame en este nivel educativo.

El nivel medio superior en la SEP, (bachilleratos en sus diferentes modalidades) es crucial para el sistema educativo mexicano pues es la bisagra entre la educación básica y la educación superior. En mucho, depende del éxito de este nivel o de su fracaso para saber si los estudiantes abandonan su preparación en las escuelas o deciden incorporarse a las diferentes opciones de educación superior.

En el caso de Puebla, por años, el nivel medio superior ha estado abandonado por las autoridades pues a pesar de que se han cometido hechos graves de injusticia en contra de la mayoría de sus trabajadores, no ha habido poder humano que haya frenado estos abusos. Por el otro lado, este nivel educativo ha sido motivo de botín político para los diferentes grupos que han operado desde dentro de la SEP y, otro tanto, dentro de las estructuras sindicales, sobre todo, en el SNTE, aunque los sindicatos independientes no se han quedado atrás.

Desde hace años se ha denunciado que los cuerpos directivos, sobre todo supervisores de media superior, en Puebla, en su mayoría, pues hay que decirlo también que no todos, han sido personas vinculadas directamente con el SNTE o con funcionarios puestos por los sindicatos en la SEP. Casi todos estos funcionarios no reúnen el perfil para desempeñar los puestos que se han adjudicado pero que despachan como directivos con el consecuente daño al sistema educativo y a los mismos estudiantes.

Los auténticos trabajadores, por años, han venido pidiendo que, mediante un esquema justo y legal, puedan competir todos con transparencia. Pero nunca se les ha permitido eso. El descuido pasa también en que, quizá de forma deliberada, no sé han creado plazas de directores y de supervisores. A decir de los trabajadores, la corrupción es tan grande que para que el negocio funcione, es mejor no crear claves propias de supervisores y de directores. Así los amarres se vuelven tan sólidos que nadie se atreve a rebelarse a pesar de las injusticias. Los amagos constantes de despidos mantienen aterrorizados a los docentes de a pie y a otros los extorsionan ante las amenazas de ceses injustos.

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Veámoslo con claridad. Al existir personas comisionadas en un puesto directivo, saben ellos que esta comisión se la deben a alguien y, a cambio de no perder el puesto, sirven para el control y persecución en este nivel. Quien sale ganando de todo esto es el SNTE. Así tenemos que, además de los supervisores comisionados, todos los directores del esquema de bachilleratos son directores comisionados y a la vez tienen que atender un grupo de escolares.

Podemos afirmar lo siguiente:

1.- Los directores de nivel medio superior de la SEP, en Puebla, en los últimos años, han sido personas impuestas por la Sección 51 del SNTE. Estamos hablando de las personas que han despachado en las oficinas centrales de la SEP y que han atendido a todos los bachilleratos.

2.- Todos los supervisores, con muy raras excepciones, de EMS de Puebla, han sido nombrados de manera discrecional sin tomar en cuenta el perfil, la antigüedad o el desempeño.

3.- La mayoría de supervisores, aunque hay excepciones menores, no dan acompañamiento académico a los docentes de las escuelas de su responsabilidad pues no tienen los conocimientos y las habilidades para hacerlo.

4.- La mayoría de los supervisores de EMS, con excepciones raras, no asisten a sus oficinas donde deberían de atender pues, muchos de ellos, son o han sido dirigentes sindicales.

5.- La mayoría de los supervisores de EMS de Puebla, ostentan las claves más altas de este nivel sin haber pasado por un proceso transparente de adjudicación.

Me voy a permitir transcribir, después de haber verificado su autenticidad, un fragmento de una denuncia que me hicieron llegar y que, por obvias razones, no voy a mencionar su nombre: “Actualmente, el nivel de EMS de Puebla no se encuentra regulado pues no existen claves de directores, ATPs y supervisores escolares. Todos funcionan con comisiones temporales y estas pueden terminar en el momento que a alguna autoridad no le guste. Las comisiones generalmente se extienden con la venia del SNTE o con la aprobación de alguna otra autoridad que tenga favores que pagar. Aparte de esta inseguridad laboral que ya mencioné, nadie tiene la posibilidad de que, por su desempeño profesional, pueda aspirar legítimamente a ascensos verticales porque estos se consiguen mediante otros métodos pocos convencionales donde interviene el dinero, compadrazgo político, puestos sindicales y otro tipo de favores. Por ejemplo, un exsecretario de la Sección 51 del SNTE es supervisor de escuelas de capacitación para el trabajo y prácticamente cobra sin trabajar ¿se habrá ganado esta comisión por méritos personales? Estoy convencido de que no. También otro dirigente de la Sección 51 es supervisor escolar de otra zona escolar y uno de sus particulares es su brillante ATP y los dos despachan tranquilamente desde las oficinas sindicales. Con este ejemplo, se puede deducir fácilmente que los beneficios en este nivel educativo son para las individualidades y no para las generalidades”.

También está otra denuncia: “antes del cambio del gobierno actual, de forma acelerada se realizó un proceso de reestructuración de zonas escolares de EMS. La idea era crear más zonas escolares para acomodar como supervisores a los incondicionales del SNTE”.

Ese es el panorama que existe en los bachilleratos de Puebla. Es el clima que priva en los planteles de bachilleratos generales, digitales, telebachilleratos, EMSAD (Educación Media Superior a Distancia), y unidades administrativas, para hacer un total de 1122 instituciones. Todas estas instituciones tienen problemas muy similares y todos están en espera de que alguien los regrese a ver y los libre de las mafias que los tienen controlados y sumidos en la mediocridad.