La Cuarta Transformación, en sí misma, es un andamiaje de proyectos que, en beneficio de la sociedad, han ido aterrizando, principalmente para los sectores más vulnerables de la nación. Como se mencionó previamente, es el pilar fundamental y la continuidad de los programas sociales que, es bien sabido, la presidenta constitucional ha estado anunciando que se expandirán como parte de la plataforma. Eso, sin duda, es algo de lo que el proyecto lopezobradorista echó raíces. Además de otras políticas progresistas, Andrés Manuel implementó estos mecanismos de asistencia. Las mismas evidencias indican una reducción en los índices de pobreza y, consecuentemente, un incremento en la calidad de vida.

Esta política, claramente, se sustenta en la esencia de un proyecto de cambio que, hace décadas, se inició como un anhelo. Esto mismo se aplica al humanismo con el que el gobierno ha estado actuando. Por decirlo así, Andrés Manuel López Obrador es el precursor de este sistema de asistencia. En realidad, él mismo sugirió elevar los programas sociales a nivel constitucional, algo que, por cierto, la oposición rechazó, en particular la fracción parlamentaria del PAN. Sin embargo, prevaleció la equidad social y primó el razonamiento lógico para establecer una plataforma de bienestar que, a lo largo y ancho del país, ha alcanzado una cobertura para asegurar no solo la participación, sino también las propias ventajas.

Por lo tanto, el paso crucial que ha dado Claudia Sheinbaum al firmar el decreto para la Universidad Rosario Castellano fue importantísimo. En primer lugar, se disminuirá la brecha de desigualdad y, al mismo tiempo, se promoverá la justicia social para numerosos adolescentes. Eso se notará cuando tenga repercusiones legales en la Constitución. Antes de que esto ocurra, lo más importante es reconocer nuestra educación que, durante sexenios pasados, sufrió discriminación. En cambio, desde que asumió el presidente López Obrador su mandato, todo ha experimentado un giro significativo, en particular en términos de identidad, empatía y humanismo.

En lo que respecta a la educación, esto implica que el proyecto de la 4T se convierte en un propulsor para que no haya diferenciación ni exclusión en los entornos de enseñanza y aprendizaje. Hay que agradecer a la presidenta constitucional de México por su trabajo humanista. Estoy convencido de que el acceso a las oportunidades será un impulsor para la inclusión.

Indudablemente, la presidenta constitucional de México, Claudia Sheinbaum, continuará manteniendo esa misma política humanista. Y no solo será predominante, sino que se extenderá a numerosos segmentos de la población, debido a la necesidad colectiva que todavía afecta a los grupos más vulnerables. Primero los más pobres, esa es una perspectiva, enfocada en mejorar la calidad de vida. Es de vital importancia que la líder de Estado siga empujando estos aspectos; es decir, movilizar el recurso de manera responsable, a fin de continuar disminuyendo la brecha de pobreza en el país. Y dado que esta será constante, su influencia confirmará que, en períodos cruciales como el que estamos viviendo, el segundo piso será determinante.

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Por esta razón, hay una enorme responsabilidad, al ser Chiapas el precursor en la edificación de estos espacios educativos, de movilizar una gran cantidad de recursos que esta necesidad demanda. Para ello, el anuncio de la construcción de la primera Universidad Rosario Castellanos ha representado un progreso importante. En ese contexto, Chiapas será un pionero en la expansión de un modelo educativo que, como hemos visto, resultó ser un éxito total en la Ciudad de México.

A pesar de que se encuentran en la fase de organización, han conseguido un avance significativo. De hecho, será responsabilidad de Roger Mandujano, el futuro jefe de la Secretaría de Educación del Estado, la coordinación de las acciones. Esto está vinculado con la importancia concedida a ese ámbito; en resumen, para que una sociedad se integre al universo de oportunidades, resulta fundamental ofrecer una educación de excelente calidad. Por esta razón, es necesario incorporar recursos e instrumentos que, en estos periodos de transformación, son esenciales. Es crucial entender cómo aplicar las estrategias según el contexto. Como es bien sabido, la alfabetización, una de las promesas de la campaña de Eduardo Ramírez, indudablemente será otra de las propuestas que definirá nuevas rutas, claro que, junto con la retroalimentación efectiva del modelo cubano en ese sentido, será una de las concepciones que marcará un precedente considerable.

Enhorabuena por el gobierno de la 4T, especialmente a Claudia Sheinbaum, que acaba de firmar un decreto para la construcción de más espacios de educación superior a través de la Universidad Rosario Castellanos en Chiapas y Baja California, principales epicentros de este profundo cambio social que se llevará a cabo.