Dejo un poco de lado a las aerolíneas, porque hoy quiero que hablemos de la gente que trabaja en ellas: los pilotos, sobrecargos, personal de tierra, tráfico, operaciones, mantenimiento y un largo etcétera.
Inicia el año, y los balances se imponen. Y tengo que decir que es una decepción que no se hayan podido mejorar sus condiciones laborales de los trabajadores de las aerolíneas, en general del mundo, y concretamente en nuestro país. De hecho ese fue un punto importante que se abordó en el Global Media Day de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA por sus siglas en inglés).
Uno de los puntos señalados fue el déficit existente en la “atracción de talentos” dentro de la industria aérea, con especial énfasis en que se tiene que hacer cada vez más atractiva para las nuevas generaciones, y que estas quieran trabajar en ella.
De manera palpable se está trabajando para que, en el rubro de los pilotos, cada vez más mujeres consideren la opción de estudiar esta apasionante carrera, y ejercer al mando de una aeronave. Otro puesto de trabajo que busca atraer más mujeres a sus filas es el área de mantenimiento.
El próximo 2025 veremos si se logró la meta de que el 25% de los cargos de liderazgo en las líneas aéreas a nivel mundial, sean ocupados por mujeres. Sin duda un reto, porque no se trata nada más de cumplir con cuotas, sino de trabajar en realidad para que más mujeres profesionistas puedan alcanzar las directivas de sus compañías aéreas.
En la IATA se remarcó que se tiene que encontrar la manera de mejorar los salarios de los trabajadores de la aviación, ya que derivado de la pandemia -y en aras de mantener a flote las aerolíneas- muchos trabajadores se vieron en la necesidad de recortar tanto sus salarios como prestaciones, pero ya es tiempo de que recuperen su poder adquisitivo.
Porque los trabajadores de la industria también son generadores de economía. Cuando se les paga bien, destinan el dinero a hacerla crecer más, pues pueden viajar y así “activan” tanto las economías de sus países de origen como los destinos a los que van, y por supuesto, también hacen crecer al resto de las aerolíneas.
Ustedes deben saber que el gasto principal de una línea aérea es el combustible, casi el 40%; sin embargo el costo de las plantillas de trabajadores a duras penas ocupa del 10% del total del gasto operativo. Es por eso que para este próximo año 2025 espero que todas las líneas aéreas consideren que es momento de atraer a más trabajadores, con mejores salarios y prestaciones.
Al final, son ellos los que diariamente sacan la operación; su trabajo es de vital importancia dentro de la aviación. Así que espero que el próximo año los trabajadores logren mejores condiciones laborales.
Y ya que ando en modo “mis mejores deseos”, reafirmo que anhelo que la capacitación del personal aeronáutico sea de excelente calidad, para no tener que ver penosos eventos que a veces se han suscitado en algunas aerolíneas; pero al mismo tiempo -y esto va para los usuarios del transporte aéreo- espero con fervor que se entienda que la aviación es la única empresa en donde el cliente “no siempre” tiene la razón.
Estimado lector, si usted es un usuario frecuente y directo de la aviación, aunque ustedes no lo crean los trabajadores siguen estrictos protocolos para hacer de la aviación el medio más seguro de transporte. Les pido encarecidamente que si un tripulante a bordo de una aeronave le da una instrucción, no le queda más remedio que hacerle caso, es por su bien.
No crean que el personal aeronáutico se divierte fastidiando a los pasajeros, muchas veces a la gente le queda esa impresión pero no es así, una demora es trabajo extra para el personal de tráfico, tierra, operaciones y tripulación de vuelo.
Balance final: cerramos como empezamos, el 6 de enero de 2024 una puerta/tapón de un vuelo de Alaska Airlines sale despedida en pleno despegue, y de ahí todo el año han sido quebraderos de cabeza al comprobarse que los tornillos que sujetan dicha pieza no fueron correctamente “apretados” en la armadora de aviones Boeing.
2024 fue un año muy truculento sin duda, ya que cerramos entre accidentes fatales que a nadie nos gusta presenciar, así como con incidentes, que gracias al trabajo de la gente de la aviación, no se convirtieron en accidentes.
Por todo lo anterior, esperemos tener un sosegado 2025, y que la industria de aviación cada día se fortalezca más, a nivel mundial. Gracias por acompañar esta columna, abrazarla y compartirla durante este año que se va. Y sí, traigo tatuada en el alma una frase de la antigua Mexicana de Aviación: ¡vamos por más!