Bienvenidos amantes de la gastronomía. En el marco del Día Internacional de la Mujer, es importante resaltar la gran labor que han hecho ellas dentro de la gastronomía.
De manera peyorativa se ha utilizado la frase “las mujeres a la cocina”, sin darse cuenta de que precisamente han sido ellas las grandes revolucionarias dentro del mundo gastronómico.
Gracias a mujeres tan valiosas, como las monjas durante el virreinato, se rescataron muchos platillos de origen prehispánico, que ellas enriquecieron con ingredientes provenientes del viejo continente.
No sólo las religiosas, las amas de casas también han contribuido de una forma muy importante a la preservación de las recetas, pues han sido ellas quienes han pasado de generación en generación platillos tan icónicos como los chiles en nogada, sopa seca de fideos o la crema de frijoles, entre otras delicias.
Sin embargo, históricamente las mujeres han sido relegadas a la cocina de su casa, mientras que los hombres ocupan un lugar preponderante dentro de la gastronomía internacional.
Resulta increíble que exista una desigualdad tan grande. Según los datos duros que nos proporciona la propia Organización de las Naciones Unidas, sabemos que del universo que ostenta tres estrellas Michellin, el máximo galardón y reconocimiento para los grandes chefs a nivel mundial, tan solo el 4% son mujeres.
Es un total contrasentido que se tenga que luchar contra de la discriminación en las propias cocinas, y si a eso le sumamos que más del 70% ha sufrido algún tipo de violencia de género, no solo resulta enfadoso, sino además preocupante. Además, las mujeres ganan en promedio hasta un 28% menos que sus pares hombres en las cocinas profesionales.
Afortunadamente existen valientes mujeres que están luchando constantemente por un lugar en las cocinas profesionales. Por eso es importante decirles a las nuevas generaciones que la cocina es un lugar de empoderamiento de la mujer, no solo para quienes quieren laborar dentro de la industria culinaria, sino también para reconocer a extraordinarias cocineras tradicionales, como el caso de Abigail Mendoza.
Gracias a ella y su restaurante Tlamanalli se han preservado recetas de origen zapoteco, así como la utilización de ingredientes endémicos de su natal Oaxaca. Su presencia dentro del mundo gastronómico es tan grande que chefs de gran renombre -y muchas estrellas Michellin- se han rendido a sus pies.
Las cocineras tradicionales también han sido galardonadas con varios premios y reconocimientos, como el “Premio Guardianas de la Tradición”, pues son ellas quienes resguardan y atesoran las recetas, pero también enseñan la cocina tradicional mexicana, reconocida ante la UNESCO. Un dato alentador: las cocineras tradicionales representan el 90% de quienes cocinan en México.
Uno de los más frecuentes emprendimientos que hacen las mujeres para salir adelante es a través de la cocina, ya sea montando una pequeña fonda, vendiendo comida “corrida”, para llevar, o poniendo en el portón de su casa un puesto de ricas y deliciosas “garnachas o fritangas”; ellas son un motor importantísimo para la economía de nuestro país.
Además, muchos de los chefs más encumbrados hoy en día encontraron su pasión por la cocina gracias a sus abuelas y madres; muchos de ellos hicieron sus pininos de la mano de estas mujeres, al verlas cocinar con gran amor para sus seres queridos.
Por eso es importante reconocer la gran labor de las mujeres en la cocina, esas guardianas de la gastronomía, que con su sazón han pasado a las siguientes generaciones un mundo de sabores inigualables. Por ellas y por las que vienen, ¡honrémoslas!, por ello nunca más la frase “las mujeres a la cocina” puede ser despectiva, sino todo lo contrario. Bon appétit!
Cat Soumeillera en X: @CSoumeillera