Recientemente la presidenta de México, junto con gobernadores y gobernadoras, firmó el Acuerdo Nacional por el Derecho Humano al Agua. Celebro esta iniciativa liderada por la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, que representa un paso crucial en la lucha contra la crisis hídrica que enfrenta nuestro país. Su compromiso al frente de este esfuerzo merece nuestro reconocimiento.

El Plan Nacional Hídrico 2024-2030 se plantea como una estrategia innovadora con tres objetivos fundamentales: garantizar el acceso al agua, mitigar los impactos ambientales y modernizar la gestión hídrica mediante el uso de nuevas tecnologías.

Un ejemplo, que como mexiquense y ecologista me llena de emoción, es el compromiso al Estado de México para rehabilitar los ríos Lerma y Tula, que han sido descuidados durante décadas por administraciones anteriores. La atención a estos cuerpos de agua es un avance significativo y merece ser aplaudida.

El agua, más que un recurso renovable, es la base de nuestra existencia y constituye un derecho inalienable de todas las personas. Sin embargo, en México enfrentamos grandes desafíos para asegurar el acceso universal a agua potable. Este momento es histórico en nuestra lucha por un uso sostenible de este recurso, especialmente frente a la crisis hídrica global que nos afecta.

Esta situación exige un esfuerzo colectivo para proteger, gestionar y buscar soluciones equitativas que aborden de manera integral este problema y qué gusto compartir que esta problemática ya está siendo atendida.

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Desde el Partido Verde del Estado de México, estamos organizando audiencias regionales para escuchar las voces de las comunidades. No podemos seguir proponiendo soluciones desde nuestras oficinas sin la participación activa de quienes enfrentan estos desafíos diariamente.

Además, estamos impulsando propuestas concretas en el próximo paquete económico, incluyendo la instalación de captadores de agua pluvial. Esta medida tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de muchas familias en el Estado de México que enfrentan un acceso limitado al agua.

El agua es esencial para el desarrollo sostenible a nivel global, y el Estado de México tiene la oportunidad de convertirse en un modelo de gestión hídrica responsable. Juntos, podemos demostrar que es posible generar cambios positivos y garantizar que el agua llegue a todos los hogares mexiquenses. Este es un desafío que debemos afrontar unidos, porque el agua no puede esperar.