La grave situación de desabasto de agua debido al estrés hídrico se ha convertido en un desafío apremiante que demanda respuestas claras de los tres aspirantes a la presidencia de la república. Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez enfrentan la urgencia de abordar este tema crucial en sus campañas políticas, y deberán ofrecer soluciones concretas ante la extrema situación que afecta a casi la mitad del país.
En días recientes, las autoridades alertaron a los habitantes del Valle de México sobre la necesidad de tomar precauciones ante el inminente desabasto de agua. El sistema Cutzamala, vital para la región, ha registrado niveles por debajo de lo habitual, anticipando serias afectaciones en el suministro de agua para los próximos días.
Este problema no es nuevo; es una realidad que se arrastra desde hace décadas. La Confederación Nacional de Profesionistas y Jóvenes de México (Conapro) ha advertido sobre la extracción excesiva de líquido, resultando en la desaparición de manantiales, lagos y humedales. Este fenómeno ha llevado a la disminución del flujo de base en ríos y a la reducción del nivel del agua subterránea.
Silvio Octavio García Rodríguez, líder nacional de la Conapro, ha instado repetidamente a las autoridades a abordar con seriedad este desafío. Mediante un estudio, reveló que entidades como Baja California Sur, Guanajuato, Ciudad de México, Estado de México, Aguascalientes, Querétaro, Zacatecas, Chihuahua, Hidalgo, Sonora, Sinaloa, Nuevo León, Morelos, Jalisco y Tamaulipas enfrentan un estrés hídrico extremadamente alto.
No menos importante, pero con un nivel calificado como “alto”, se encuentran Colima, Tlaxcala, Baja California, Michoacán, San Luis Potosí, Coahuila, Puebla y Durango.
Quién asuma la presidencia de la república deberá abordar de manera inmediata esta situación que afecta prácticamente a todo el país. El estrés hídrico es como succionar el agua de una esponja con un popote; una vez que se agota el líquido, la esponja se seca. Así sucede con los mantos acuíferos, que prácticamente se quedan sin líquido.
A la par de temas como la seguridad, narcotráfico, trata de blancas y seguridad nacional; los aspirantes deberán entender la urgencia de abordar este desafío, y de garantizar el abasto para consumo humano; así como brindar estrategias claras para un futuro sostenible en términos del acceso para todos los mexicanos.
Punto Cero
En los entresijos de las decisiones gubernamentales, en el IMSS y ahora el IMSS-Bienestar, se oculta un caballo de Troya que responde al nombre de Efraín Arizmendi Uribe. Este personaje, vinculado anteriormente en actos de corrupción según la Secretaría de la Función Pública, es una figura sombría que ha tejido su influencia en las altas esferas, particularmente en la Dirección De Prestaciones Médicas (DPM) del IMSS.
Según las investigaciones, Arizmendi, ex delegado del IMSS en 2010, estuvo involucrado en acuerdos turbios con farmacéuticas. Aunque su relación con posibles actos de corrupción no parece haber frenado su ascenso, sino todo lo contrario. Este individuo se autodenomina “amiguísimo” de Felipe Calderón y cuenta con una estrecha relación con Santiago Creel Miranda, líder del prianismo y coordinador de la campaña de Xóchitl Gálvez.
La proximidad entre Arizmendi y Creel es tan evidente que, en su momento, Arizmendi fungió como diputado federal suplente de Creel. A pesar de su limitada experiencia, previamente en una dirección de un hospital de cardiología, ahora controla y dicta las instrucciones en la DPM, bajo la dirección de su “juanita” y su cómplice, Celida Duque.
La DPM, conocida así por el gremio médico, es el epicentro donde se solicitan y autorizan todos los contratos relacionados con adquisiciones médicas, infraestructura hospitalaria, mantenimientos, insumos médicos, quirófanos, sistemas de diagnóstico por imagen, rayos x, material quirúrgico, y más.
Este es un botín multimillonario y supera los 50 mil millones de pesos, pero se ve ampliado con la creación del IMSS-Bienestar, sumando más de 200 mil millones de pesos, de los cuales se sospecha, se podría estar financiando una parte de la campaña de Xóchitl Gálvez.
Arizmendi no es simplemente un actor, es un caballo de Troya dentro de la 4T liderada por Zoé Robledo. ¿Qué pensará Claudia Sheinbaum ante esta intrincada red de influencias y corrupción que amenaza con socavar los principios del gobierno actual?
X: @JoseVictor_Rdz | Premio Nacional de Derechos Humanos 2017