Enrique Galindo Ceballos, conocido por sus frecuentes escapadas internacionales desde el inicio de su mandato, no ha perdido tiempo en desempolvar la maleta en esta nueva administración. Esta vez, su agenda lo llevó nada menos que a Washington D.C., donde asistió al Latin American Award 2024, un evento que, a decir de varios, no es más que otro de esos premios de dudosa procedencia que parecen haberse vuelto un “must” para algunos políticos en busca de reconocimiento instantáneo y a bajo costo.

Mientras el alcalde disfruta de los reflectores internacionales, la capital potosina enfrenta serios problemas de fondo: una crisis de agua que sigue afectando a miles de ciudadanos, un trágico feminicidio que volvió a sacudir a la sociedad, y protestas de vecinos que exigen servicios básicos en colonias que han sido olvidadas. Sin olvidar, claro, el estado de las calles, que cada día ofrecen una especie de “campo minado” a conductores y peatones por igual, plagadas de baches que parecen multiplicarse a una velocidad casi tan rápida como los kilómetros que acumula Galindo en sus viajes.

Para muchos potosinos, la constante ausencia del “alcalde viajero” es una señal clara de sus prioridades. Parece que en lugar de enfocarse en las crisis que día a día viven los ciudadanos, prefiere ocupar su tiempo en galas y premiaciones, dejando a la ciudad al margen y a los potosinos con el descontento de ver que, aunque cambian las administraciones, los problemas siguen sin atenderse.