No estoy seguro de que durante los 18 años que Andrés Manuel López Obrador persiguió y luchó con uñas y dientes por llegar a la silla presidencial haya imaginado en algún momento que le resultaría tan complicado gobernar a México; un país noble, productivo, pujante, que se perfilaba como una nación volcada a encontrar una mejor situación en el mapa económico, de oportunidades, de crecimiento, y que ahora luce viejo, débil, apático, frustrado, cansado, pobre, golpeado, y casi derrotado. El gobierno de AMLO no ha sido lo que prometió ni lo que millones de mexicanos esperaban. Hoy el país, bajo su égida, sufre y se desangra por sus miles de muertos, y desaparecidos. El México de López Obrador pierde territorios y se dobla frente al crimen organizado, mientras los ciudadanos sobrevivimos en completo estado de indefensión.

Más allá de nuestras fronteras ya se dieron cuenta de ello; Estados Unidos alertó la semana pasada a sus ciudadanos sobre los peligros que corren en caso de pisar territorio mexicano.

Como ya se dijo en este mismo espacio, el Departamento de Estado de la Unión Americana emitió la semana pasada un comunicado para pedir a sus ciudadanos que por cuestiones de seguridad, reconsideren viajar o de plano no viajen a 30 estados de México, con Campeche y Yucatán como las únicas entidades para transitar sin peligros.

El Papa Francisco se sacude por los asesinatos de jesuitas en México

Y si causó hasta cierto punto sorpresa la posición un tanto cuanto más seria por parte de nuestro vecino del norte, también hay que decir que no tiene parangón el pronunciamiento que desde El Vaticano emitió el Papa Francisco tras el asesinato de dos sacerdotes jesuitas ocurrido el pasado lunes en Chihuahua.

“Expreso mi dolor y consternación por el asesinato en México, anteayer, de dos religiosos, mis hermanos jesuitas, y un laico. Tantos asesinatos en México”, dijo el pontífice al término de la audiencia general de los miércoles ante miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro del Vaticano.

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Y es que, si bien se esperaba que el Pontífice se manifestara por la muerte de los sacerdotes a manos del crimen organizado, su expresión “Tantos asesinatos en México”, debió haber calado hondo en Palacio Nacional.

En nuestro país también se hizo sentir la voz de La Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, que a través de un comunicado condenó los hechos violentos y exigió justicia.

Según el comunicado, lo ocurrido no son hechos aislados en la sierra tarahumara, que, como muchas otras regiones del país, enfrenta condiciones de violencia y olvido que no han sido revertidas.

“Todos los días hombres y mujeres son privados arbitrariamente de la vida, como hoy fueron asesinados nuestros hermanos”, destacan.

“No callaremos ante la realidad que lacera a toda la sociedad”, advirtió la comunidad jesuita e informó que seguirá presente y trabajando por la misión de justicia, reconciliación y paz, a través de las obras pastorales, educativas y sociales que realizan.

“Al denunciar lo ocurrido hacemos notar también el dolor que vive nuestro pueblo por la violencia imperante y nos solidarizamos con tantas personas que padecen esta misma situación, sin que su sufrimiento suscite empatía y atención pública”.

La Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús

Desgraciadamente, habrá que reconocer que, si no hemos llegado, estamos ya muy cerca de alcanzar ese nivel en el que se habrá de perder el Estado de derecho, sin que el Ejecutivo de la nación intente siquiera mover un dedo para impedirlo.

AMLO insiste en su estrategia de seguridad

El presidente Andrés Manuel López Obrador defendió este jueves, por enésima ocasión, su estrategia de seguridad, y afirmó que primero se deben combatir las causas de la violencia.

Dijo que su método cambiará sólo si la gente vota por un proyecto que tenga una visión diferente.

“No vamos a cambiar la estrategia, que sigan con su campaña de desprestigio, atacándonos con su prensa vendida o alquilada porque sólo si el pueblo, en un proceso electoral, decide que hay que cambiar y llegan gobiernos como los de antes, entonces sí. No llegamos aquí para seguir con lo mismo”

AMLO

Tras comentarle a que en su gobierno se reportan más homicidios que los que se registraban durante el sexenio de Felipe Calderón, López Obrador dijo que asesinatos como el de los dos sacerdotes jesuitas en el municipio de Urique, en Chihuahua, son el fruto podrido de la política implementada por el exmandatario.

“Todo esto es el fruto podrido de una política de corrupción de impunidad, que se implementó desde los tiempos de Felipe Calderón. No se puede arrancar de raíz, de la noche a la mañana, de un día para otro, un problema que lleva años y que además se propició, se alentó”

AMLO

Ya va siendo hora que el presidente AMLO se haga cargo de sus desatinos, de sus errores, de sus incapacidades y de su fracaso. No puede seguir culpando o apuntando con el dedo a presidentes que le antecedieron para esconderse y evadir sus responsabilidades.

No es posible que cobardemente siga poniendo a los mexicanos a contrapuntearse con los mensajes que dirige a su audiencia durante la conferencia mañanera, para luego desatenderse de la labor de gobernar, enfundarse en su uniforme de pelotero y dirigirse a jugar béisbol, como si el país marchara a la perfección.

Aunque vive en su palacio convertido en fortaleza, AMLO no es ajeno a nada de lo que ocurre en el país, ni siquiera a lo que se dice y se viraliza en las redes sociales como Twitter. El presidente sabe que el Gobierno de la Casa Blanca lo ha empezado a desconocer, por decir de alguna manera que no están contentos con lo que está ocurriendo de este lado de la frontera. Y sabe también que el pronunciamiento del Papa Francisco contiene un duro mensaje que no debiera soslayar en ningún sentido.

Salvador Cosío Gaona en Twitter: @salvadorcosio1

Correo electrónico: Opinión.salcosga@hotmail.com