IRREVERENTE
La lectura está en vías de extinción. Macario: Primer episodio
Les platico:
La gente quiere todo peladito, rapidito y en la boca.
La inmediatez gana todos los concursos.
Esta es una de las razones del caos informático que impera en las redes sociales e incluso en medios de comunicación tradicionales y virtuales.
Pareciera que nadie tiene tiempo para darle profundidad a lo que lee.
Muchos opinan y toman decisiones con solo leer un encabezado.
Al rescate de la lectura
Por eso hoy inicio un proceso periodístico para tratar de reivindicar la lectura.
Me voy a valer de las ideas que he rescatado de Macario Schettino.
Dispongo de apuntes, textos, cartas, conferencias, libros y audios de Macario, de quien lo menos que puedo decir de él es que si López Obrador lo hubiera conservado como su colaborador, México sería algo muy distinto a lo que es hoy.
Entonces, manos a la obra
No tengo idea de cuántos episodios escribiré sobre este asunto, pero los iré intercalando debidamente enumerados, por aquello de que con seguridad tendré que ocuparme varios días de temas ajenos a ello. ¡Arre!
Incertidumbre y utopías:
- Estamos viviendo un mundo muy extraño. Están sucediendo cosas muy raras.
- Hay muchos cambios, muchas interrogantes.
- Retroceden la democracia y el comercio.
- Hay más violencia.
- El comercio, medido como proporción de la economía mundial ha venido cayendo desde 2008.
- La única otra ocasión en que esto ocurrió fue en 1913 y el resultado fue la II Guerra Mundial.
- Cuando el comercio se reduce, la riqueza también se reduce.
- Y cuando la gente empobrece, por alguna extraña razón se pone violenta.
- En 2,000 años se ha multiplicado la población mundial x 40 veces.
- Y este crecimiento exponencial ha espantado a muchísimas personas.
- Por ejemplo, en 1968, Paul R. Erlich y su esposa Anne publicaron el libro “La explosión demográfica” (“The population bomb”).
- Hace 55 años decían que el mundo se iba a acabar porque somos tantos que no podremos sobrevivir.
- En 1973, el Club de Roma publicó el estudio “Los límites del crecimiento” y decía que el mundo se acabaría en 1985 porque no alcanzarían los recursos.
- Pero no se acabó el mundo ni porque hay mucha gente ni porque faltan recursos.
- Ahora dicen que el mundo se va a acabar porque se está calentando.
- Y como en éstos días el calor está espantoso uno dice: “esos cuates tenían razón”.
- Esto es lo que sustentan los académicos, que como ganan poco, pues tienen que conseguir lana de algún lado y de alguna forma.
Amenazar a otros es el mejor medio para conseguir dinero.
- Y el mejor medio para conseguir dinero es amenazar a los demás.
- Entonces, amenazan con eso y luego dicen: “pero yo traigo la solución, pero me tienen que contratar”. Todo un negociazo.
- No se asusten. El mundo no se va a acabar. En realidad hay que verlo al revés, ¿por qué en toda la historia humana, el crecimiento poblacional solo se da en esta época?
- ¿Qué es lo que de pronto hizo que seamos más seres humanos?
- Algo hicimos distinto.
- Y para dirimir ese enigma, conviene graficar junto a la población, cuánto ha crecido la riqueza de la gente.
- Y aparece esto: La población se ha multiplicado por 40 en 2,000 años y la riqueza, x 700.
- Lo que muestra el crecimiento poblacional es que de pronto, nos hicimos ricos y cuando uno se hace rico, empieza a reproducirse más.
- El crecimiento ocurre en el siglo XV. Antes de ese siglo no lo hubo.
- Y dicho crecimiento comienza primero en la riqueza y luego en la población.
- Eso nos lleva a donde estamos hoy situados: el mejor momento de la historia humana, el problema es que no lo entendemos así.
Cajón de sastre
En medio de la desbandada de los alucinados que creyeron que podrían con el paquete (Lilly Téllez, Gustavo de Hoyos Walther, Claudia Ruiz Massieu, Germán Martínez Cázares, más los que se acumulen esta semana de un bando y del otro), Enrique de la Madrid anunció ayer que él no se baja de la carrera por la candidatura de la oposición en busca de la presidencia el año próximo.
Con ese solo acto, quedaron en su lugar los aspirantes y los suspirantes.
Con ese solo acto, Enrique se pone en el pecho y en la espalda sendas dianas de tiro al blanco para los fusileros de un bando -el suyo- y del otro -los de Morena y sus aliados-.
Continuará…