EL FONDO DEL MEOLLO
Ricardo Peláez llegó en noviembre del 2019 y llegó por ser despedido meses antes de Cruz Azul. En septiembre de ese mismo año, se fue de Cruz Azul, en medio de un escándalo estilo Laura en América peleándose en el programa de ESPN, Futbol Picante, con Víctor Garcés, otrora directivo de La Máquina.
A Peláez lo contrataron en Chivas por ignorancia directiva, no midieron lo que había hecho en América y Cruz Azul, en ambos casos saliendo por la puerta trasera, pero como no hay profundidad y conocimiento real de lo que se vive en el futbol mexicano, hay directivos como Amaury Vergara a quienes les venden espejitos muy fácilmente.
Lo hicieron con Peláez, lo hicieron también con su “flamante” director de comunicación Edgar Martínez, así como también lo hicieron con Marcelo Michel Leaño; todos ellos, un fraude en cada una de sus labores en el equipo.
Chivas volvió a fracasar y lo hizo de la mano de Peláez, de su extensa directiva y de un equipo plagado de futbolistas sobrevalorados, la mayoría llevados por el propio Ricardo y por su hijo, del mismo nombre.
Han pedido millones de dólares a los Vergara para triunfar en el futbol mexicano y lo único que han hecho es el ridículo. Chivas desde que llegó Peláez solo ha accedido a repechaje y de ahí ocasionalmente a Liguilla, donde ha sido eliminado prematuramente.
Lo peor, es que cuando se trata de salir a dar discursos, explicaciones o justificaciones hasta se cree lo que dice. Es como cuando dicen tantas veces una mentira que terminas convencido de que es verdad.
Y así surgieron frases que la afición no olvida porque fueron promesas que no se han cumplido como la clásica de que estarán peleando por campeonatos y de que se olvidará de hacerlo por el descenso para ser un club protagonista.
Chivas es una vergüenza directiva, deportiva y de imagen. Fallaron como siempre fallan porque no hay proyecto, han llevado a su equipo a la escoria del futbol mexicano. Han engañado a Amaury Vergara, que evidentemente no tiene maldita idea de futbol y confió en el “duo dinámico” Peláez – Martínez y han sido un absurdo, con un fracaso más en sus carreras.
Chivas debe ponerse a la venta, no merece Amaury Vergara tener este equipo, al que abandona, al que olvida, al que parece despreciar por otros negocios que le reditúan mucho dinero. Abandonados, con directivos de pacotilla y jugadores sobrevalorados, ese es el Guadalajara de la actualidad. Pobre Chivas, enfermo, muriendo desde adentro porque no quieren erradicar sus males.