Este 5 de febrero se llevó a cabo en Querétaro la ceremonia para conmemorar la promulgación de nuestra honorable Constitución.

Para AMLO, el viajar a Querétaro fue todo un vía crucis por donde se le vea. Para empezar porque desde últimas fechas salir de la CDMX y entrar al Estado de México  para tomar la carretera es una pesadilla. Y es que justamente en el Edomex la fluidez de los coches se alenta de una forma terrible y le toma a los automovilistas una hora para salir de ahí.

Así que, si el presidente optó por viajar hacia este estado donde vivo, pues bueno, ¡qué pesadilla! Pero yo no sé si tomó un helicóptero.  Ya no está en edad sinceramente de tener que pasar por esos trotes.

Luego, pues sí: vino a uno de los estados de la República  donde menor aprobación tiene.

Aún así  mandaron cerrar todas las inmediaciones del zócalo y pusieron vallas y más vallas, pero ni quien quisiera acercarse. Las calles solas y sin ninguna emoción por la presencia de AMLO acá.

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Fueron más vallas que porras las que hubo. Nadie se acercó. No hubo rinitis por verlo pasar.

Eso sí, vino acompañado de su equipo, como Adán Augusto López y Claudia Sheinbaum, quienes tampoco generaron ningún ruido con su presencia.

La que sí vaya que hizo muchísimo ruido e impresionó a todos con un poderoso mensaje fue la ministra presidenta Norma Piña. Quien con firmeza dijo que la Constitución no debería de estar manoseada por unos cuantos. Y lanzó un poderoso discurso que parece que a muchos no gustó, pues dijo:

“La independencia judicial no es un privilegio de los jueces. La independencia judicial es la principal garantía de imparcialidad”

El mensaje fue claro: la Suprema Corte de Justicia no está para favorecer al presidente, sino de la ciudadanía para que pueda haber justicia. Los jueces no están al servicio del presidente, sino de la justicia.

Por supuesto que esas palabras al presidente Obrador no le habrán caído muy en gracia. Y tan no fue así que le ordenó al fiel Jesús Cuevas que pusiera su queja en Twitter acerca de que la ministra no se pusiera  de pie ante el presidente, que porque era por protocolo.

¡Ni la Reina Isabel se atrevió a tanto!

Y ahí tienen al mejor gobernador que tiene México, Mauricio Kuri, casi casi queriendo pasarle un algodón con alcohol al presidente y echarle aire por el coraje vivido.

Yo creo que Obrador jamás pensó que alguien más lo fuera a opacar. Siempre es él, el que tiene que ser la súper estrella, el rockstar de la política. Pero la que llegó y arrasó con su presencia y su discurso fue Norma Piña.

Imaginen lo que esto fue para Obrador. Un golpe al hígado. Porque además de todo, era una mujer opacándolo. Algo inimaginable para él.

Pésimamente hizo Jesus Cuevas en levantar su queja casi empapado en llanto porque la ministra no se puso de pie para caravanear al presidente. Pésimamente mal hecho.

Muy mal por la cara de inconformidad y enojo de Obrador ante la arrolladora presencia de Piña y su discurso.

Se le notó a leguas que lo que quiere el presidente es tener a todo mundo de su lado. Pero lo que es peor, quiere tener a jueces de su lado, a la Suprema Corte de su lado y no se le hizo.

Y sí se le iba a hacer si su adorada Yasmín Esquivel hubiera estado presente en lugar de la ministra Norma.

Pero por primera vez la esperanza de México se vistió de mujer y se llama Norma Piña Hernández.

Todos sabemos que el presidente debería de haber mínimamente disimulado tener una buena relación con ella, y un acercamiento cordial y políticamente correcto.

Pero eso es mucho pedirle a Obrador. Últimamente le gana la entraña y le ganan las visceras.  No piensa y no entiende que puedan haber y existir organismos y símbolos que sean autónomos de él.

Su sed de poder y de control es tanta que a veces parece que justamente va perdiendo el control de todo.

Ayer nada pudo hacer Claudia Sheinbaum que muy dispuesta y muy bien peinada con su coletita de caballo estuvo sentada detrás de su mentor.  Pero no habló.

Solo aplaudía cuando Obrador intervenía. Pero también para ella habrá sido un duro golpe la impactante intervención de la ministra.

Y es que el mensaje que dio Piña también fue para Claudia Sheinbaum que ahora que aspira a ser presidenta y que las encuestas la ponen en el puntero pues ya quedo advertida de que la SCJN no estará para hacerle favores.

El gran ausente: Marcelo Ebrard. Que no fue y que se disculpó porque “estaba enfermo” pero a la hora subió un TikTok con sus payasadas.

Por supuesto el plan de Ebrard es ya no codearse con Sheinbaum en ningún evento. Creo eso le han empezado a asesorar, porque es extraña esta ausencia de él. Cada vez se le nota más lejano y alejado de AMLO y de Claudia Sheinbaum.

Y es que el presidente solo tiene ojos para Claudia. Marcelo lo sabe y sabe bien por dónde desquitarse.

La ausencia de Marcelo en Querétaro asegurando que estaba enfermito para luego subir un TikTok bailando feliz con sus cuates es una grosería.

Y suponiendo que el video que subió lo haya grabado antes de enfermarse, pues no lo subes justo en el momento en que se desarrollaba la ceremonia en Querétaro.

Poco tino, o ineptitud o lo hace adrede, no lo sé, me quedan muchas dudas. Pero hay que tener dos dedos de frente para analizar “ah, pues mejor hoy no subo mi TikTok haciendo payasadas porque es la ceremonia de la promulgación de la Constitución de México, mejor mañana”… No, no les “gira” de verdad. Pagan y pagan en asesores que les cobran millonadas para tan solo estarlos llevando al desastre.

Ya digamos, Ebrard se le está saliendo del guacal al presidente, y no se le ve que le apriete las riendas, es raro… Marcelo Ebrard creo yo, le sabe mucho al presidente, por eso lo deja ir y venir a sus anchas y comportarse como el hermano dentro de una familia que no es visibilizado por el padre y que quiere ser igual o más importante y brillar más que su hermana.

Mientras tanto, México sumido en el olvido, en el retroceso, en la incertidumbre.

Sí… vaya  que ayer no fue un buen día para el presidente de México.