Si es que alguien de relaciones públicas del restaurante Sonora Grill aún lee las múltiples notificaciones que deben surgir desde hace poco más de una semana, luego de que se destapara la cloaca de racismo y discriminación en contra de personas morenas en ese y otros locales, sírvase de este artículo como una asesoría gratis... por parte de una persona morena, que sentarían en la sección “Gandi”(sic) junto con las otras “razas inferiores” que, según ellos, dan mala imagen a su racista establecimiento.
Si van a hacer “control de daños”, la forma estándar, misma que se aplica a nivel mundial tanto por grandes corporaciones cómo por celebridades u otros individuos en desgracia, es, primero, hacer acto de “contrición”, por más falso que sea, seguido de un “compromiso”, aunque este sea inexistente, de tomar cartas en el asunto y tomar las acusaciones “de forma muy seria”.
Sin embargo, en una lectura de medios la última semana, hemos encontrado que los presuntos encargados de llevar la ya muy sucia imagen del Sonora Grill, a nivel México y el mundo, han optado por el viejo libreto de siempre.
Por ahí, en un diario de circulación nacional cuyo nombre no menciono porque luego son muy susceptibles a la crítica, apareció “súbitamente” una nota “espontánea” (y nada barata, supongo) en donde se habla de los “humildes orígenes” de la racista cadena de carnes y cortes “finos” con “apenas 4 mesas”.
Con tan “humildes orígenes” hasta dan ganas de ir a donarles dinero. Sí, cómo no.
Pero la reacción más sucia la vimos en redes sociales, en donde directamente se activó un grupo de bots y trolls para hostigar a las personas detrás de la cuenta que publicó la denuncia @TerrorRestMX, difundiendo imágenes falsas, haciendo escarnio de la orientación sexual de las personas e incluso con amenazas de violencia.
Caso curioso es que varios de estos trolls y bots también aparecen cuando ciertos personajes incómodos a la derecha hacen crítica de políticos conservadores de México. Sería interesante investigar quién controla estas cloacas de odio digital y cuál es su costo.
El dueño y el resto de los racistas del Sonora Grill podrán gastar la cantidad millonaria que sea, pero ya no podrán sacudirse ese hedor a racismo y apartheid que despiden sus locales que sueñan con una clientela exclusivamente blanca mientras que se encuentran en México y no en Estocolmo o Copenhague.