Los llamados Diálogos Nacionales que Morena está realizando en diversos lugares del país, para, supuestamente, discutir sobre la inminente reforma del poder judicial en México, no son otra cosa que un circo, una auténtica burla, una crasa pérdida de tiempo, dinero y esfuerzo, para distraer la atención de lo que verdaderamente importa, que es articular de forma estratégica y con visos de eficacia las acciones jurídicas así como de presión socio-mediática, para evitar ocurra el grave problema de fondo que es la sobrerrepresentación o lo que es lo mismo, el agandalle de curules que pretenden Morena y sus aliados para tener mayoría absoluta en las cámaras.

La reforma perniciosa que se pretende y que parece, insisto, inminente se logre, no es sino una de las diversas consecuencias que tendrá el atraco parlamentario, al que no se puede dejar de llamar diferente que un golpe de Estado.

Y la burla es aún más para quienes participan en los famosos diálogos a sabiendas de que no van a ser tomados para nada en cuenta sus argumentos, o más bien dicho, sus alegatos argumentados, así provengan de personajes doctos, experimentados, con amplia autoridad y solvencia reconocida en el campo del derecho a la justicia, pues acuden, quizás sin generarse una verdadera idea de que solamente están hablando como el que hace plegarias al viento, o peor aún, si lo hacen con conocimiento de que a la iniciativa que contiene la reforma no se le moverá una coma.

La Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados, que en su mayoría es integrada por legisladores del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), es la organizadora de dichos foros y lleva la voz cantante en su ejecución. Es decir, es la responsable de llevar el circo a las diferentes plazas de la república y por ser una especie de dueña del show, decide quién o quiénes forman parte del reparto.

Por esa razón fue que en el Diálogo del pasado lunes 1 de julio celebrado en Jalisco, se permitió ser parte del show a la recientemente reintegrada a sus funciones como legisladora federal, Claudia Delgadillo González, ex candidata de Morena al gobierno de Jalisco, quien fue derrotada de manera clara y contundente en la elección del domingo 2 de junio por Pablo Lemus Navarro. El asunto es que Delgadillo no ha podido superar la derrota y utilizó el espacio, de un tema ajeno para dolerse nuevamente de su fracaso y seguir señalando lo que a su juicio son o fueron irregularidades en el proceso, y por lo cual debe repetirse la elección, un tema a todas luces distinto al que se está, entre comillas dialogando, habiendo provocado se retiraran del evento realizado en el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) de la Universidad de Guadalajara, el senador por Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda, entre otros personajes que evidentemente se molestaron con el dislate e imprudencia de la legisladora.

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Lo anterior, sin menoscabo que se debió dejar fuera del orden de oradores a verdaderos especialistas que estaban enlistados, ellos sí con voz adecuada, con justificación por ser juristas de prosapia, con experiencia y calidad moral.

Y aunque todos sabemos que los diálogos son una farsa, porque no existe ánimo ni disposición alguna por parte de los promotores para que este ejercicio logre lo que debería ser su cometido, no podemos dejar de advertir las voces fuertes, sólidas, que se han escuchado, aunque quizás sea para lo único que sirvan estos encuentros, dado que en el primer evento, en la Ciudad de México, se escuchó la voz oponiéndose razonadamente de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), algunos de ellos de forma brillante, por lo que ojalá su alegato argumentado, de alguna forma, haya contribuido a crear un poco más de conciencia en la sociedad sobre específicamente el tema de la reforma judicial, y llegue a timbrar un poco, o a ganar más luz de lo que es el fondo.

La participación de la ministra Norma Piña, y del ministro Javier Laynez Potisek, solo por mencionar algunos, con ponencias magistrales y contundentes deberían ser escuchadas, pero hace mucho tiempo que en la Cuarta Transformación nos dejaron claro que no escuchan y no razonan.

Y cuando hablo del fondo del asunto me refiero al golpe de Estado que consiste en el atraco parlamentario, en darle de forma ilícita, y yo diría delictiva a Morena, un poco más de 40 diputados, y a su cómplice, el Partido Verde, alrededor de 17, para generar esa mayoría calificada insulsa. Todo esto a perpetrarse por el Instituto Nacional Electoral (INE), acatando la orden presidencial para hacerlo a rajatabla, más allá de lo que dictan las leyes.

En redes sociales circula un video del ex presidente Felipe Calderón, en el que en forma tajante alerta o advierte en cuanto al punto de que a partir de que se le otorgue la mayoría calificada en la cámara baja a Morena y sus aliados, se habrá terminado la república, pues habrán de desaparecer los poderes y con ello el equilibrio del ejercicio del mismo poder, y desaparecerán toda serie de instituciones que han surgido a través de los años construidas por los diferentes grupos políticos y sociales en México, como el INE, las comisiones de competencia, las que regulan muchas de las funciones básicas de la vida económica y social del país. Y dice claramente que más importante que discutir la reforma al poder judicial es entrar a la esencia del tema, y coincido plenamente porque así lo he venido expresando tanto en colaboraciones como en entrevistas y foros, pero no ha sido posible que se enfoque adecuadamente y se ponga en la palestra, en el análisis y el debate nacional, este tema que está siendo opacado con el distractor, la farsa, el circo de los Diálogos Nacionales.

Ante ello, es preciso reiterar el llamado a los grandes juristas de reconocida autoridad en el tema a que se involucren y tomen la bandera para defender a nuestro país, y me refiero a gente de la talla de Mariano Palacios Alcocer, Diego Valadez, incluso algunos otros como Ignacio Morales Lechuga, Héctor Fierro, Jorge Madrazo Cuellar, incluyendo a José Manuel Gómez Mont y muchos más que hay en el escenario nacional.

Igualmente se deben involucrar quienes tienen esa calidad moral adecuada y son reconocidos en el ámbito regional, en Jalisco, Veracruz, en Puebla, Nuevo León, Guanajuato, por citar solamente algunas de las entidades con mayor presencia en cuanto al dibujo nacional.

Pero es menester convocar a la sociedad en general a efecto que reaccione para lograr acciones jurídicas oportunas, que las hay factibles, para evitar el atraco inicialmente perpetrado por el INE y después acudir y presionar que haga su tarea como debe ser, de cara al pueblo, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, antes de que lo modifiquen y que los esfuerzos sociales vayan encaminados a este tema.

Estamos a tiempo de evitar que el presidente de la república, la virtual presidenta electa, el partido Morena y sus aliados obtengan la mayoría calificada que les daría todo el poder para reformar la Constitución y a partir de ello cualquier legislación que les incomode o les impida lograr sus objetivos de conceder la omnipotencia al presidente de la república.

Hoy los Diálogos son el circo. Mañana puede ser nuestro país. Y nosotros seremos los animales en las jaulas.

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