La aprobación de la cobranza delegada en la Cámara de Diputados, que se puedan descontar créditos de nómina directo al pago del salario que hace el patrón, tiene muchas lecturas tanto políticas como económicas, no es un tema aislado, es la realidad que viven los trabajadores en México desde hace muchas décadas; y si bien, han anunciado que no pasará en la Cámara de Senadores y que Presidencia vetará el proyecto, esperemos que no sea el inicio de una negociación en donde se abra esa puerta a los acreedores.
No deben dejarse de lado los aspectos políticos de cómo se tomó la decisión y aprobación de la iniciativa, porque refleja el grado de penetración e influencia que tienen los bancos y sofoms en los legisladores, desde el diputado que la presentó, la discusión que se llevó a cabo y facilidad con que fue aprobada, pues a más de un diputado lo madrugaron y a otros los “convencieron”, pero el hecho concreto es que fue aprobada, no pueden alegar inocencia quienes votaron a favor durante el proceso.
Por el lado de los trabajadores hay que resaltar que la razón de sus deudas, de los préstamos de nómina ante las instituciones bancarias, se deben a que los salarios en México se encuentran en el umbral de la miseria, casi el 60% de los asalariados ganan entre uno y dos salarios mínimos (no alcanzan para dos canastas básicas), sólo el 5% de los asalariados gana más de 5 salarios mínimos (aquí se encuentran los diputados), así que para vivir recurren a buscar completar la quincena con algún préstamo, a los que les pagan con nómina bancaria lo hacen de forma institucionalizada, pero también hay cajas de ahorro y prestamistas, todos cobrando intereses altísimos. Para conocer respecto de la realidad económica de los trabajadores, recomiendo la lectura de la columna de Rogelio Gómez en el Universal.
Pero es que es indignante, que además de los bajos salarios vivan pegados a la nómina de los trabajadores, como sanguijuelas que chupan la sangre, personas que se enriquecen por el hecho de tener la autorización legal de cobrarles algo, me refiero a los líderes sindicales que les cobran cuotas sindicales, a las empresas de subcontratación que cobran un porcentaje de la nómina para simular figuras laborales, los que les venden en abonos (seguros, funerarias, electrodomésticos), las afores que cobran comisión de su ahorro para el retiro y estos acreedores de nómina, que veladamente habían conseguido brincar la ley para cobrar directamente su préstamo de la nómina. Te das cuenta del universo de vividores que buscan llevarse una parte del salario del trabajador cada semana.
Debe ponerse un foco de alerta en los legisladores, rendir cuenta de este tipo de decisiones, los tiempos ya no permiten vacilaciones en los actos, estamos en la antesala de una crisis económica y social mundial que implica un cambio de actuar, de reflexionar hacia lo social.
Mtro. Vladimir Ricardo Landero Aramburu. Maestro en Derecho por la UNAM.
Vladimir Ricardo Landero Aramburu en Twitter: @riclandero