Inflación: es un fenómeno que se observa en la economía de un país y está relacionado con el aumento desordenado de los precios de la mayor parte de los bienes y servicios que se comercian en sus mercados, por un periodo de tiempo prolongado.
El 2020 fue el año de la pandemia. El 2021, el año de la vacunación. El 2022, el de la inflación. El fenómeno inflacionario mundial es producto de dos años de parálisis económica y de la invasión de Rusia a Ucrania. Varios países europeos viven alzas inflacionarias que no se vivían desde la década de los años ochenta del Siglo XX.
En Inglaterra la inflación el mes pasado fue de 9.9%; en Francia , de 5.6%; en Alemania de 7.9% y en España, de 9%. El alza más alta está en combustibles y granos. En Estados Unidos, la inflación a septiembre fue de 8.3%; en Brasil, 8.8%; en Argentina, 78.5% y en Colombia, 10.8%.
México vive la inflación más alta de los últimas dos décadas. Aunque nada tiene que ver con las experiencias traumáticas de los sexenios de Luis Echeverría, José López Portillo o Miguel de la Madrid, este año la inflación acumulada llegó al 8.2%. Los especialistas prevén que aumente hasta finales de año, un poco más en la cuesta de enero y se estabilice en la primavera de 2023. El subsidios a los combustibles y las medidas de contención puestas en práctica en la primera mitad del año impidieron que la inflación llegara a los dos dígitos.
El lunes 3 de octubre, AMLO, en voz de Rogelio Ramírez de la O, Secretario de Hacienda, presentó un nuevo paquete de medidas que básicamente consiste en cuatro puntos: seguir con el control del precio de la energía eléctrica y los combustibles; eliminar trabas a la importación de alimentos; impulso a la producción de granos y una disminución de 8% en los precios de los productos de la canasta básica.
¿Servirán estas acciones para evitar que la inflación llegue a dos dígitos? La oposición, como era de esperarse, en automático descalificó las medidas. El gobierno, como también era de esperarse, los defendió a capa y espada. Ninguna de las dos posiciones sirven para definir y sobre todo, contener a la inflación.
A lo largo del año, el Banco de México amentó y lo seguirá haciendo, la tasa de interés, en sincronía con lo que hace la Reserva del Tesoro de Estados Unidos. Las decisiones de los dos paquetes antinflacionarios son las adecuadas, pero falta un factor que cierre la pinza. Un agente económico que consolide el resto de las decisiones. Desde principios de año, el gobierno tenía que ejercer el presupuesto puntalmente. Nadie habla de gastar de más, ni de endeudarse, simplemente de ejercer el presupuesto aprobado. El problema es que vamos en el décimo mes del año y existe un subejercicio significativo, particularmente en educación y salud. Si los recursos no bajan en la primera quincena de octubre no podrán aplicarse. Antes se trasladaban a los fideicomisos, pero desaparecieron, por lo que ahora los recursos regresarán a Hacienda.
Para que el paquete antinflacionario funcione el gobierno tiene que gastar bien y rápido, de no ser así el problema se extenderá otro año. Eso pienso yo, ¿Usted qué opina?
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