Famoso por ganarse la vida a patadas, es precisamente así, a patadas, como ha estado gobernando Morelos en lo que lleva de sexenio. Un personaje que ha ensombrecido sus méritos futbolísticos, por apostarle a una nueva carrera para la que de plano no sirve para nada.

Ahora un desatino más del mandatario estatal fue el de quitarle las prestaciones a los trabajadores de la salud que se han afiliado al nuevo Sindicato Mexicano de Salud. Que en apenas 7 meses de creación ya cuenta con presencia en la mitad del territorio nacional, y el que se prevé, siga creciendo y consolidándose por sus prestaciones y nuevas prácticas; que se contraponen a los abusos que durante años han hecho en el caduco Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud en Morelos, que dirige el cuestionado “líderGil Magadan.

Quienes por cierto, en contubernio con los funcionarios de Cuauhtémoc Blanco, han bloqueado y dejado sin prestaciones al personal que optó por afiliarse al nuevo sindicato (SIMESA), que preside el Dr. Ricardo Cruz Cotero, en un intento por frenar su crecimiento.

Lo anterior ha provocado no solo críticas y molestia por parte del personal médico que labora en los hospitales de la entidad, sino que también deja al descubierto los acuerdos que tienen entre funcionarios estatales y el viejo sindicato, para lucrar con un de por sí golpeado sistema de salud; lo cual no solo le termina afectando a los trabajadores del sector, sino también a los miles de pacientes que se atienden en estos hospitales diariamente.

Por lo pronto el SIMESA y su líder, el Dr. Cruz Cotero, ya han anunciado acciones legales y sociales para poner un alto a estas arbitrariedades, que ellos mismos ven como patadas de ahogado por parte de los viejos sistemas sindicales que solo exprimían a los trabajadores para el beneficio personal de sus caducos y deteriorados líderes.

Las columnas más leídas de hoy

SIMESA tiene previsto no solo defender lo que por derecho le corresponde a sus afiliados, por lo que están preparados para dar una batalla que finalmente en última instancia, le costará mucho al gobierno de Blanco. Sino que a la par, ante estas acciones intimidatorias y abusos por parte de los antes sindicatos monopólicos, redoblarán el esfuerzo para que a más tardar en abril del próximo año, cuenten con las tomas de nota de los estados que hacen falta; para así, consolidar su presencia en todo el territorio nacional, y a partir de ahí, poder poner un alto definitivo a un sistema sindical no solo viejo, sino corrupto y abusivo, que no se ha dado cuenta que se está por extinguir.

Tan fácil sería que en vez de atacar a su competencia (que nació precisamente por sus omisiones y corruptelas), se dedicaran a mejorar las prestaciones y el servicio que le brindan a sus todavía afiliados para evitar que se les vayan. Pero no, no les da la capacidad para analizar y darse cuenta que a este paso, en muy poco tiempo, su lugar en el sistema de salud de nuestro país, quedará reducido a prácticamente nada. Y con ello, terminarán por arrastrar a Cuauhtémoc y todo aquel funcionario que por su limitada o nula capacidad política, hoy sigue favoreciéndolos por encima de la ley.