El subsecretario Hugo López Gatell declaró el pasado martes que ya no sería imprescindible el uso de la mascarilla, pues la pandemia estaba en un curso de descenso y que el gobierno federal no utilizaría más el semáforo como barómetro para medición del riesgo epidemiológico, y que estaríamos -así lo dijo- transitando hacia el estado endémico, a saber, que el virus circularía aún entre la población, pero sin mayores riesgos para la salud de los mexicanos. ¡Sí, habrá nuevos casos! ¡Pero en su inmensa mayoría no serán de gravedad!

Con ello López Gatell anunció el final de los reportes mañaneros relacionados con el Covid-19. ¡Han quedado únicamente en nuestra memoria las ruedas de prensa vespertinas que tanta ansiedad provocaban en los mexicanos!

Las declaraciones del funcionario suscitaron -como todo lo relacionado con López-Gatell- fuertes reacciones. Algunos especialistas como Andreu Comas, investigador de la Universidad de San Luis Potosí, criticaron severamente a López-Gatell bajo el argumento de que retirar la obligatoriedad del uso de las mascarillas enviaría una señal equivocada de que la pandemia habría terminado.

Basémonos en los hechos. En la mayor parte del mundo, con la clara excepción de China, donde el gobierno ha decretado el confinamiento de ciudades como Shanghai ante el alza de contagios, ha existido, a lo largo de los últimos meses, un clarísimo descenso del número de infectados, y a aun más, del número de hospitalizados.

Ello deriva, según los expertos, de dos hechos incontrovertibles: al día de hoy, la inmensa mayoría de la población ha estado en contacto directo o indirecto con el virus, lo que habría generado una inmunidad natural, y por otro lado, la buena distribución de vacunas y la aplicación de dosis de refuerzo ha fortalecido a la población inoculada.

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Estos dos factores han contribuido al tránsito hacia la fase endémica de la pandemia. México no es la excepción. Leamos las noticias que nos llegan de otras regiones. Ciudades como Madrid, Paris y Londres, entre muchas otras, han levantado restricciones y la obligatoriedad de usar mascarillas en el espacio público.

Según se estima, hacia la próxima temporada de invierno se prevé un alza de contagios. Esperémoslo con cautela y serenidad. Un nuevo pico no derivará de la negligencia de López-Gatell ni del hecho de que la pandemia esté de vuelta en nuestras vidas. Se tratará simplemente de la presencia de un virus que, como todos los patógenos causantes de enfermedades respiratorias, suele afectar a la población vulnerable durante momentos de bajas temperaturas.

En palabras del Dr. Francisco Moreno Sánchez –y recojo algunas de las ideas expresadas en su columna del Reforma- con miras a evitar el surgimiento de nuevos brotes epidemiológicos, se debe:

  • Evitar el trabajo de especies, tener mascotas exóticas, establecer medidas de higiene y reforzar la cooperación internacional para llevar un control más estricto de posibles brotes infecciosos.

En suma, la pandemia de Covid-19 parece haber retrocedido. No obstante, debemos todos recordar que la vacunación es fundamental para evitar nuevas hospitalizaciones y casos graves. Sin embargo, en términos del combate contra la enfermedad, la cual parecía incontenible hace apenas unos meses, existen razones para el optimismo. México ha pagado un alto costo en términos de pérdidas de vidas humanas, pero nuestro país ha demostrado, a lo largo de su historia, que sabe salir adelante.