Hace un par de días Denise Dresser, Jorge Triana, Vanessa Romero y Arturo Ávila participaron en un debate en línea moderado y conducido por Jonny Dymond, del programa World Questions de la BBC. En él, cada uno de ellos tuvo minutos de intervención en los que expresaron sus puntos de vista en torno a temas polémicos de la agenda pública tales como la militarización del país y la reforma al Poder Judicial. Enseguida hago un brevísimo resumen:
Jorge Triana lució bastante bien. A pesar de leer sus respuestas y de tener un inglés en ocasiones atropellado, explicó acertadamente su visión en torno al peligro de un acercamiento hacia un régimen autocrático. No omitió llevar sus desencuentros, en algún momento, con Arturo Ávila.
Denise Dresser, por su parte, se condujo con la habilidad discursiva que la caracteriza. Con un inglés impecable, la politóloga expresó espléndidamente, con coherencia y con la utilización de términos formales propios de la academia, el peligro de la militarización, la desaparición de los organismos autónomos y los fracasos de la administración de AMLO en materia de seguridad.
La abogada Vanessa Romero, quien es bien conocida por su participación en los programas de La hora de Opinar y en Aristegui Noticias, se mostró moderada. Criticó la reforma judicial, y defendió, ante los argumentos expuestos por Dresser en materia de seguridad, la gestión del presidente anterior con la idea de que bajo su administración se aplanó la curva de homicidios dolosos.
Arturo Ávila, como ha sido reiterativo, participó con el único propósito de hacer propaganda política. Con un típico discurso “cuatroteísta”, y como si estuviese hablando frente a una audiencia mexicana, no hizo más que repetir los eslóganes del régimen. Cambió el tema y no respondió preguntas a tal grado que el propio moderador británico tuvo que interrumpirle para encauzarle a que volviese al asunto principal, y en un momento, le corrigió sus datos sobre el crecimiento económico de México.
En su listado de argumentos retóricos, el diputado de Morena aseguró que no existía militarización en curso pues lo que se había legislado en México emulaba los modelos de seguridad de España y Francia; como si en estos países las policías nacionales dependiesen de los ministerios de Defensa y no del Interior. Ante la falsedad, el presentador de la BBC le interrumpió inmediatamente.
En suma, el debate fue repetitivo y si se quiere, en ocasiones ocioso, principalmente ante las medias verdades expresadas por Arturo Ávila.
En este contexto, no hay duda de que la opinión pública mundial celebra el triunfo de la primer mujer presidente de México. Sin embargo, se hace eco de los peligros del retroceso democrático, de la militarización, y sobre todo, de la probable incertidumbre económica provocada por la reforma judicial.