Para tener la fotografía completa hay que observar la historia desde diferentes ángulos. Esto es muy importante porque, estimados lectores, pretendo revelarles todas y cada una de las aristas de esta situación.
El pasado 28 de agosto se cumplieron doce años de la “bajada de vuelo” de Mexicana de Aviación; este dato es solo la primera parte de la fotografía. A pesar de estos largos años el conflicto sigue vivo, con un Concurso Mercantil atípico, pues no se nos permitió seguir operando mientras se efectuaba una reestructura a la aerolínea. Lo que hubo fue un paro de operaciones, para posteriormente en 2014 se declarara la quiebra de la empresa, misma que no se ha podido llevar a cabo por los múltiples juicios de amparo que existen en torno a ella.
Mexicana de Aviación, mantiene hasta la actualidad la Contratación Colectiva con los trabajadores a través de diferentes sindicatos, y antes de presentarles un análisis al respecto, quiero aclarar lo siguiente:
El desalojo realizado el pasado 2 de septiembre, a las 02:00 horas en el AICM sucedió en el área de los mostradores de Mexicana. Ahí se encontraban no uno, sino dos negocios: el más visible la Cafetería de mis compañeros sobrecargos jubilados agrupados en la Asociación de Jubilados, Trabajadores y Extrabajadores de la Aviación Mexicana (AJTEAM). Ellos, a través de un sistema de guardias y relevos, atendían a su clientela las 24 horas de los 365 días del año, de manera ininterrumpida desde el año 2015. Sí, es cierto, el movimiento político de este grupo de trabajadores estaba -o está- apoyado logísticamente por el Barzón Popular.
Pero al lado había otro negocio, dedicado a la venta de maletas y souvenirs que estaba a cargo del Sindicato Nacional de Trabajadores de Transportes, Transformación, Aviación, Servicios y Similares (SNTTTASS), atendido por trabajadores “de tierra” (para diferenciarlos de las tripulaciones) pertenecientes a este sindicato, pero también empleados de Mexicana de Aviación.
Así que siendo claros, los elementos de la Secretaría de Marina no solo desalojaron a los sobrecargos jubilados de Mexicana, sino también a trabajadores de tierra. Yo entiendo, mediáticamente el gremio de sobrecargos es más visible comparado con otros grupos; y en esta ocasión, para los medios de comunicación el desalojo del personal de tierra pasó desapercibido.
No es el primer golpe que le dan a la lucha pacífica de los trabajadores. Desde el Gobierno de Peña Nieto, desactivaron el plantón que estaba ubicado afuera de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en Avenida Xola. Un grupo de compañeros inconformes con la decisión de los líderes sindicales de dar por terminado dicho plantón, tomaron los mostradores de Mexicana, ubicados dentro del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Ahí se llevaron a cabo no una, sino varias de huelgas de hambre de diferentes compañeros, un piloto, sobrecargos y personal de tierra, que incluso estuvieron viviendo ahí durante varios años, en un improvisado campamento que ellos mismos instalaron para tales efectos.
Alfonso Navarrete Prida, Secretario de Trabajo y Previsión Social del gobierno de Peña Nieto, tuvo la tarea de desactivar ese foco rojo, y es que ese espacio dentro del AICM se estaba convirtiendo en un punto de reunión constante de los trabajadores que seguían en pie de lucha; la mejor forma de desarticularlo fue convenciendo a Aeroméxico (la otra línea aérea) de abrir y ofrecer plazas para los sobrecargos de Mexicana y Click, pues este gremio era el que tenía mayor presencia, en comparación con los pilotos, personal de tierra y personal del confianza de Mexicana de Aviación.
Esto sucedió en 2014, una vez que en Aeroméxico ya se había aceptado el Contrato B. En esos momentos, alrededor de 600 compañeros se fueron a volar a la aerolínea del Caballero Águila. Pero ahí no quedó el asunto, los compañeros jubilados, al verse en el desamparo por parte de nuestro sindicato, la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), decidieron conformar una agrupación para seguir aglutinados en la lucha.
Es así como nace la AJTEAM, y en 2015 deciden que en lugar de “botear” o pedir dádivas a los pasajeros de la terminal aérea, conformaran una cafetería para atender a los pasajeros, tripulaciones y trabajadores del AICM, y obtener su sustento de esa manera.
Y debo ser puntual, existe la falsa premisa de que esa cafetería nació con la finalidad de ayudar a todos los trabajadores, y eso es falso. Ayudó a todo aquel que fue a trabajar y aportó su tiempo, talento y dedicación. De los elementos más valiosos que tenemos los seres humanos, y mis compañeros que ahí trabajaron, lo dieron con convicción férrea.
Antes de este desalojo, el 26 de agosto, escribí para este mismo espacio que la Cooperativa impulsada por Andrés Manuel López Obrador ya era un hecho, y que lleva por nombre “Cooperativa Aviación Mexicana” y que esta nueva empresa tiene tres tipos de negocio; sin embargo, también precisé que los tentáculos de dos de los tres sindicatos ya estaban dentro, a pesar de que el espíritu de la cooperativa era no darles cabida.
Sostengo que para sacar adelante la Cooperativa, el gobierno consideró imperante “quitar de la vista del público” una cafetería de sobrecargos jubilados, que nos obliga a recordar que el caso de Mexicana de Aviación sigue sin resolverse.
La forma y las fechas en que suceden las cosas van aclarando esta gran fotografía. Primero se anuncia la creación de la Cooperativa; a esto le sigue otro anuncio igual de llamativo e importante: la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), a través de su Secretario General Humberto Gual, aprovechó la conmemoración de la “bajada de vuelo de Mexicana” para anunciar que la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) librará una orden de aprehensión y de presentación -sin especificar tiempos- en contra Gastón Azcárraga Andrade, ex presidente del consejo de administración de Mexicana de Aviación.
Entonces ya tenemos otra parte de la fotografía, por lo menos uno de los tres sindicatos habló de traer a la justicia a Gastón Azcárraga responsable del quebranto de la aerolínea.
Siguiendo con este análisis, otra parte de la fotografía se devela el lunes 29 de agosto, en una pequeña manifestación en la que participó ASPA y cinco representantes sindicales de ASSA. Sucedió justo a un lado de la cafetería en la Terminal 1 del AICM. Ahí de nueva cuenta, Humberto Gual declaró a los medios presentes que;
“Mexicana no regresará a volar… lo que ahora queremos terminar la relación laboral y que podamos acceder a un finiquito”
Humberto Gual
Reportó Milenio.
Revisemos nuestras piezas: tenemos ya constituida la cooperativa, ya está la solicitud ante la Fiscalía de la CDMX, para que emitan una orden de aprehensión en contra del responsable del quebranto de Mexicana, ya declaramos a medios que Mexicana no regresa a volar ni yendo a bailar a Chalma, ¿Qué falta?, ¡ah sí!, estamos pidiendo ya la liquidación de los trabajadores.
Ahora se ha aclarado otro pedazo de la fotografía. Es importante señalar que la urgencia de los sindicatos por liquidar a los trabajadores no es porque quieran resarcirles sus derechos, ¡no!, sino que quieren evitar que se siga hablando del desfalco que hubo a la bolsa de las liquidaciones que manejan ellos (los sindicatos), junto con el síndico Alfonso Ascencio Triujeque.
Estamos hablando de una bolsa de liquidaciones que en el año 2019 tenía para tales efectos $1,100 millones de pesos, y ahora solo hay $300 millones de pesos para liquidaciones, de acuerdo con la información que se ha hecho pública.
¿Dónde quedaron 800 millones de pesos? Nadie sabe, nadie supo, por eso “urge”, ahora sí, liquidar a todos los trabajadores, para evitar que alguien exija una auditoria y ponga tanto a los sindicatos, como al síndico y de paso a la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes en grandes aprietos.
Es por eso que la madrugada del 2 de septiembre, con apoyo (léase “amedrentamiento”) de efectivos de la Secretaría de Marina, y con un argumento absurdo, las autoridades aeroportuarias decidieron que el AICM ha perdido ingresos por culpa de la cafetería de sobrecargos, además de realizar actos de competencia desleal contra Starbucks, Wings, Cinnamon Roll, y Donkin Donuts; y lo peor de su argumento es que alegan que “no saben quiénes son y eso pone en riesgo a los pasajeros”
La cafetería de sobrecargos jubilados era un importante punto de reunión, no solo para su grupo en cuestión, sino también para trabajadores activos, que por distintas circunstancias no hemos querido entrar a volar a Aeroméxico. Ese espacio era también un punto de encuentro con los sobrecargos de Aeroméxico que no están de acuerdo con el liderazgo de Ricardo Del Valle al frente de la ASSA.
La cafetería se convirtió de manera natural en una especie de oasis de tolerancia y libertad de expresión en medio de la frivolidad que caracteriza a las terminales aéreas. Ya que ahí se daba información de lo que sucede en el sindicato de sobrecargos, se recolectaban firmas para diferentes fines, e incluso para evitar el acoso de los representantes sindicales que son leales a Ricardo, más ahora que va por su quinta gestión al frente del sindicato de sobrecargos.
Algo que no debe dejarse pasar, es que los sindicatos, tanto de pilotos como sobrecargos, tienen asesoría legal de Arturo Alcalde Justiniani, quien interpuso una demanda de tercería para desconocer el laudo que tienen ganado los sobrecargos jubilados desde 2016.
Por supuesto el SNTTTASS no ha dicho nada de manera oficial respecto al desalojo, lo único que anunció en sus redes sociales es un nuevo reclutamiento para trabajadores en Mexicana MRO, la base de mantenimiento.
Y es que este sindicato es el único cuyos agremiados siguen trabajando, y activos en la empresa, pagando religiosamente sus cuotas sindicales, situación que no sucede en el caso de ASPA y ASSA, a menos que seas sobrecargo de Mexicana prestando tus servicios en Aeroméxico, en ese caso, les cobran doble cuota sindical.
Los trabajadores que quedamos “activos” y que no estamos volando en Aeroméxico, así como el grupo de jubilados, somos un lastre para los sindicatos ASPA y ASSA; por eso este desalojo tiene un fuerte tufo a Alcalde… sea Arturo como asesor… o Luisa María, su hija, como Secretaria de Trabajo y Previsión Social de la 4T.
Para que Andrés Manuel salga a anunciar, con bombo y platillo que ya se solucionó el problema de Mexicana de Aviación es necesario allanar el terreno. Ojalá me equivoque, pero los hechos se alinean de tal manera que es imposible pensarlo diferente. En esta larga historia, siempre ha estado presente Arturo Alcalde Justiniani, tal vez, solo tal vez, el verdadero Secretario del Trabajo de este país.