Francamente, el que Biden aterrice en el AIFA o en el AICM, o en el Aeropuerto de Toluca, me da exactamente lo mismo. Es decir que “ni me da, ni me quita”.
Por supuesto que si el presidente de Estados Unidos hubiera elegido aterrizar en el AICM, pues era una cosa de mala educación y desaire hacia el anfitrión. Y hay algo que se llama ser políticamente correcto y creo que Biden en este caso lo fue al elegir el nuevo aeropuerto de México para ahí aterrizar pero no por buena persona, sino porque las medidas que tomará en torno al tema migratorio serán durísimas.
Tal vez pensó: “Qué más me da en donde aterrice mi avión “.
No creo que tampoco haya sido para que el presidente de México le haya conseguido a Ovidio Guzmán a cambio de aterrizar en el AIFA.
Sí… Si Biden hubiera optado por el AICM hubiera sido grande la humillación para AMLO pero tampoco es para tanto.
El que Biden aterrice ahora después de haber dicho que lo haría en el AICM, en el AIFA en nada cambia para bien de los mexicanos, salvo en que se mantenga una relación estable con nuestros vecinos. Y ya no digamos cordial, porque ahora sí que Biden se nos está poniendo bravo.
Que aterrice el presidente de EU en el AIFA, no podría haber sido de otra manera.
Alguien tuvo que negociar ahí con Biden para explicarle la importancia de que aterrizara en el AIFA.
Yo no creo que Biden ni siquiera supiera de la existencia de este aeropuerto ni de su reciente creación.
Lo que sí es que a tres días de aterrizar el presidente de Estados Unidos a nuestro país, su discurso y postura contra los migrantes es durísima y diría yo hasta cruel.
Dijo que todos los migrantes nicaragüenses, haitianos y cubanos que intenten entrar ilegalmente a EU, serán represados ¡a México! Pero, ¡por Dios!, ¡aquí ya no cabemos!
No hay servicios suficientes para todos. Pero eso a Biden no le importa.
Dijo también que sólo entrarán a EU los migrantes que cuenten con un patrocinador financiero, esto quiere decir, instituciones o personas que los contraten para trabajar , pero que su estadía únicamente será de dos años y nada más
Pero para que eso pase, para que puedan entrar “legalmente” nada más por dos años , serán investigados, interrogados, se les investigará si tienen ya todas las vacunas contra Covid (aquí ya no será al gusto ponérselas o no) un trato como de delincuentes pues... y aquellos que intenten ingresar de manera ilegal serán expulsados bajo la norma sanitaria conocida como Título 42, con la intervención de la policía y, también dijo Biden, con el apoyo de México.
Ahí está el muro que tanto soñaron los americanos.
Que yo recuerde no había visto en Trump jamás una postura más rígida y dura contra los migrantes como la de Biden ahora y esto lo dijo apenas horas antes de pisar México.
Entonces ya el tema de en donde aterrice francamente da igual. Preocupa lo que le sucederá a cientos de paisanos que trabajan allá y que envían las tan aplaudidas remesas. Tantas veces ha hablado AMLO de ellas admirándolas y casi fomentándolas, que, francamente, Biden me parece que se hartó y claramente le está poniendo un límite al tema en cuestión.
Preocupa mucho que los migrantes expulsados entren a México, pues acá apenas se puede sobrevivir entre ineficiencias de servicios públicos y de salud. Ya no se diga la falta de oportunidades de empleo.
Será un caos.
Entonces entre el tema de en donde aterrice el presidente se diluye ante preocupaciones más apremiantes.
Donde aterrice el presidente Biden ¿eso qué?
Es cuanto.