Claudia Sheinbaum, líder en los Comités de Defensa del Voto, ha manifestado su atención a la determinación del pueblo. En el fondo, es un posicionamiento democrático que le ayudará a legitimarse como referente del movimiento -que le entregó el presidente Obrador- con el bastón de mando. Ella, por ejemplo, dominó de pies a cabeza la elección previa y, con esa lógica, se refrendó su triunfo en la encuesta definitiva que levantó el partido. De igual forma, ganó cinco estudios espejo que, de la misma manera, evaluaron la pregunta expresa.
Pensé, de igual manera, que ese mismo ejercicio se llevaría a cabo para las 9 entidades federativas que, en ese orden de importancia, tiene un valor significativo, pues son posiciones claves. Hablamos del ejecutivo estatal y, con ello, de figuras de gran peso. Por tal motivo, hay que garantizar la participación democrática para no cometer errores que, a la postre, puedan provocar daños colaterales, pugnas y divisiones.
Hasta ahora, el ejercicio interno no ha sido del todo un desarrollo transparente por la toma de decisiones de los consejeros estatales, se sabe que, en muchos puntos del país, varios grupos al interior de Morena se han apoderado del control de las determinaciones. De hecho, se ha tomado partida, en la primera ronda, de algunos actores que, dicho sea de paso, no tienen el poder de convocatoria. En Puebla, por ejemplo, sorprendieron los nombres de una lista que, todo parece indicar, fueron designados por el círculo cercano a un aspirante. O sea, operaron el proceso para influir, lo cual, para el proceso democrático participativo, es un retroceso.
Como sabemos, esa lista que ha trascendido no será la definitiva. El Consejo Nacional de Morena integrará, al menos, otros dos perfiles más para medirse en la encuesta final. De acuerdo con la propia narrativa de Mario Delgado, tendrán acceso aquellos que, con gran respaldo popular, tengan gran empatía con la población civil. Entonces, es muy probable que aparezca el nombre de Alejando Armenta, senador de Morena y líder de todas las encuestas de opinión que se han divulgado.
Es el mismo caso de Eduardo Ramírez. Él, en ese sentido, también saldrá electo por la Comisión Nacional de Encuestas a más tardar hoy. Para comprender mejor este asunto, el Jaguar, como le conocen, se medirá en la encuesta que levante el partido, a la par de otros cinco contendientes. Esto quiere decir que formará parte de los finalistas y, de esta forma, se confirmará el dominio de todas las encuestas de opinión que, desde hace meses, lo ubican en la cima de las preferencias. Es, simplemente, un hecho inminente de una decisión que tomó el pueblo chiapaneco.
Para que eso sea posible, la Comisión Nacional de Encuestas tiene la última palabra. Dado que la unidad es esencial para ganar la mayoría de entidades federativas, Morena, y aquellos que llevarán a cabo la tarea de levantar la encuesta, tienen la obligación de transparentar los resultados. Hay estados, por ejemplo, que tienen un proceso interno muy cerrado, como Guanajuato, Yucatán y Colima; se pueden inclinar por cualquiera que comparta la cima, sin embargo, hay territorios que no.
Chiapas, Tabasco, Veracruz y Puebla, tienen un líder indiscutible en las encuestas previas. De hecho, aparecen como punteros y, de paso, han ampliado el margen de distancia. En palabras más sencillas, llevan la delantera. Hablo de Rocío Nahle, Javier May, Eduardo Ramírez y Alejandro Armenta. Todos ellos, tienen técnicamente la candidatura en sus manos. O sea, el pueblo se ha decidido por los perfiles que citamos, de modo que, una maniobra o determinación unilateral, quedaría en evidencia clara de que tomaron partido por alguien sin merecerlo.
Si es así, sería un ejercicio desacreditado y con claros signos del dedazo. Por esa razón, es importante que Morena transparente el desarrollo de la encuesta que, dicho sea de paso, sigue siendo un enigma por los antecedentes históricos que existen y, de paso, ocasionaron fracturas y costos políticos importantes. Cabe la posibilidad por las señales claras que han mandado los consejeros estatales, empero, el CEN, repito, tiene la oportunidad inmejorable de corregir y evitar pugnas. Qué sea una elección igual de vigilada para el proceso presidencial. O sea, un ejercicio que no deje margen de duda y que, en definitiva, despeje la suspicacia que ha generado el conflicto de intereses.
De nada servirá llevar a cabo una encuesta si no es vigilada y transparentada con la decisión que tome el pueblo. En todo caso, la encuesta no dará el salto definitivo a la democratización y será, con esa concepción, el enigma que acota la voluntad de la mayoría.
Notas finales
Eduardo Ramírez, presidente de la Junta de Coordinación Política explicó que la resolución de la Suprema Corte no le dice al legislativo como debe resolver, lo único que señala es que se discuta el nombramiento de los consejeros del INAI.
Si se alcanza la mayoría calificada nombrarlos, pero la mayoría calificada depende de la voluntad y de los consensos que se generen en los grupos parlamentarios y en el Senado.
El senador Ramírez, pide a los ciudadanos que estén atentos y que por ningún motivo se está produciendo una invasión del poder judicial al legislativo.
El presidente de la JUCOPO insistió en que los poderes son autónomos y que los senadores creen en la división de poderes.
Reiteró que los legisladores harán uso de sus facultades republicanas y actuarán en sus tiempos, métodos y conforme a sus reglamentos.
Eduardo Ramírez afirmó que si cumplirán con el resolutivo y que de no alcanzarse la mayoría calificada es un asunto político legislativo.