El 17 de octubre, una cinta sobre la posesión satánica de Cristo recibió en Miami el Premio ShowEast 2022 de Taquilla en Latinoamérica. Rafael Tonatiuh conversó con el director venezolano y el productor mexicano.
Rafael Tonatiuh (RT): Alejandro Hidalgo, Comscore premió tu película “El Exorcismo de Dios” por recaudar 5.8 Millones de dólares. Antes de hablar de ella, cuéntanos, ¿cuáles son tus películas favoritas del género?
Alejandro Hidalgo (director): Aclaro que no todo lo que me gusta es cine de terror; por ejemplo, me encantan las cintas del maestro Alfred Hitchcock, aunque el cine de terror es una grandiosa escuela para la narrativa cinematográfica. Con todo, yo no busco únicamente provocar miedo, sino entretener, debatir, tocar el corazón del espectador, conectar a través de la obra. Mi película favorita es sin duda “El Exorcista” (William Friedkin, 1971), que yo vi a los diez años de edad, solo, y me causó una gran impresión. También me gustan “Pesadilla en la Calle del Infierno” (Wes Craven, 1984), “Chucky” (Tom Holland, 1989); “Los Otros” (Alejandro Amenábar, 2001) y “El Laberinto del Fauno” (Guillermo del Toro, 2006); aunque ésta última es más de fantasía que de terror.
RT: Tu película “La Casa del Fin de los Tiempos” (2013) es más cine fantástico que de terror. La idea de que el mismo personaje se aparezca ante sí mismo, en el mismo espacio pero en tiempos paralelos, es un planteamiento que, más que atemorizar, invita a reflexionar sobre la realidad. Me recordó “El Misterio del Soho” (Edgar Wright, 2021).
Alejandro Hidalgo: La idea tuvo su origen a los 17 años, cuando quedé traumado por la tabla ouija. Al moverla, vi una presencia detrás de una ventana cerrada. Fuera de la experiencia aterradora, después pensé en qué pasaría si un fantasma se viera a sí mismo a través de una ventana. Un fantasma cree que está vivo, pero ¿qué tal si no fuera un fantasma, sino una proyección de sí mismo, desde otro tiempo? Yo cambié la ventana por una puerta y desarrollé la historia. Mi primer borrador lo hice con el guionista argentino Santiago Fernández Calvete, especialista en terror.
RT: La idea de una persona que se comunica consigo misma, desde un lado oculto, y que toman por fantasma, también está en “Interestelar” (Christopher Nolan, 2014).
Alejandro Hidalgo: ¡Y “La Casa del Fin de los Tiempos” se estrenó un año antes! (riendo) Cuando salió, decían que estábamos más avanzados que Christopher.
RT: Es la película de terror más taquillera de Venezuela.
Alejandro Hidalgo: Así es. Comenzó exhibiéndose en 25 salas, luego llegó a 100 pantallas. Yo creía que estaría en cartelera 2 o 3 meses, pero llegamos a 9 meses. En 2013 todavía se exhibía en 35 mm. En sus últimas proyecciones estaban rayadas todas las copias disponibles, de tanto que se pasaban. De hecho, un inversionista venezolano de “El Exorcismo de Dios”, ni siquiera se tomó la molestia de leer el guion, le metió dinero porque le encantó “La Casa del Fin de los Tiempos”.
RT: ¿Cómo conseguiste el financiamiento de tu éxito venezolano?
Alejandro Hidalgo: Llevé el guion a distintos productores. Tenía 25 años y mucha pasión. Estaba seguro que creerían en mi. Entre otras instancias postulé para CENAC (Centro Nacional Autónomo de Cinematografía), que es como IMCINE (Instituto Mexicano de Cinematografía) en México. Y así logré financiar la película con fondos públicos.
Álvaro González Kuhn (productor): Siempre es bueno conseguir inversores, pero el problema de Latinoamérica es que la mayoría de las películas son subsididadas, y así no logran una buena promoción.
RT: Aparte, el Estado financia películas para festivales, no piensa en la recuperación en taquilla.
Alejandro Hidalgo: Se genera la falsa percepción de que hay un divorcio entre el cine de arte y el comercial. Lo cual es falso.
Álvaro González Kuhn: En México el género de terror el que más gusta y el que menos se produce.
RT: Por eso es importante observar la trayectoria de Alejandro, desde “La Casa del Fin de los Tiempos” hasta “El Exorcismo de Dios”, coproducción México-Venezuela-Estados Unidos.
Alejandro Hidalgo: La estrategia consiste en capitalizar el último éxito. Aunque modesta, la producción de La Casa del Fin de los Tiempos me abrió las puertas. En 2017 firmé un acuerdo con New Line Cinema para filmar “El Conjuro” y un remake en inglés de “La Casa del fin de los tiempos”.
RT: Estaría genial ver esa nueva versión.
Alejandro Hidalgo: La estoy preparando. Es un proyecto ambicioso, adaptado a una familia mexicana en el sur de los Estados Unidos; con una actriz de más peso. El caso es que con mi éxito venezolano me abrí paso como director de cine independiente de terror en Los Angeles, con capital privado y costos limitados, con un equipo latinoamericano. Así contacté a Adriana Ortega Arriata y Álvaro González Kuhn, para coproducir “El Exorcismo de Dios”.
RT: Supongo que no basta el último éxito, también debes proponer una buena historia.
Alejandro Hidalgo: Por supuesto. “El Exorcismo de Dios” es más que una película de sustos; trata del ser humano, de su trascendencia y progreso espiritual, algo que es importante para la religión, aunque no para la iglesia, donde hay un divorcio con la espiritualidad. La cinta nos habla de luz y del alma.
RT: Tanto en “La Casa del Fin de los Tiempos”, como en “El Exorcismo de Dios”, hay sacerdotes, con la diferencia de que en la primera tienen una imagen positiva, mientras en la segunda se observa una crítica sardónica, al sugerir al final que el Vaticano está siendo invadido por demonios.
Alejandro Hidalgo: Yo tengo formación católica, pero soy crítico. Lo que me interesa de la religión es su mensaje de amor, el verdadero “ama a tu prójimo como a ti mismo”. El amor es un tema que a todos nos interesa. “La Casa del Fin de los Tiempos” es una película de amor de madre; “El Exorcismo de Dios”, de amor de padre. En la primera, una mujer se convierte en asesina para salvar a su hijo; en la segunda, hay un debate al interior de un sacerdote: “¿Salvo a Dios Padre o a mi hija?” Cuando el cura confiesa su pecado, se redime. Además, la religión aporta un elemento clave al cine de terror: la amenaza aterradora del infierno. Sus ministros siembran un miedo básico y muy poderoso.
RT: Hablando de miedo, ¿no te asustó pasar de un cine subsidiado a un esquema privado, en Hollywood?
Alejandro Hidalgo: Por supuesto. Es un reto. Pero como dijo Álvaro: para tener una buena distribución y una taquilla que gratifique a una compañía productora, no hay que retornar al subsidio. 1.3 millones de dólares, o 26 millones de pesos, implican una gran responsabilidad; te obligan a avanzar. No puedes quedar mal. Tienes que tener un alto valor de producción: Fotografía, sonido, maquillaje, efectos especiales, locaciones, diseño de arte, etcétera. Buscamos un valor de producción para que la película se viera grande. Creamos figuras diabólicas muy originales, impactantes en cualquier país.
Álvaro González Kuhn: Logramos algo que rompiera fronteras.
Alejandro Hidalgo: Gracias a una energía cuántica poderosa, como el chef que cocina con amor.
RT: El afiche de la película me pareció muy atractivo: La cruz de luz invertida en los bordes de una iglesia. Sobrio, inquietante. ¿Creen que un afiche pueda influir en la taquilla de una cinta?
Álvaro González Kuhn: Definitivamente sí, pero la promoción es otra rama alterna a la nuestra. Nosotros no intervenimos, aunque hacemos aportes creativos.
Alejandro Hidalgo: Se contrató a una empresa llamada Intermision. Ellos saben vender, conectar con la gente, tienen experiencia con la distribución. Uno como artista tiende a romantizar, y eso a veces puede ser un error. Por ejemplo, a mí me gustaban los afiches que fueron rechazados, como el Cristo endemoniado, que parecía una pizza podrida. Me molestó esa especie de censura, pero ellos saben más del mercado. Al final reconocí que promovieron el afiche correcto, pues los otros generaban polémica y rechazo. Los latinos somos esencialmente católicos y se hubiera logrado un feed back negativo.
RT: Además de la historia original y la calidad del producto, ¿a qué le atribuyen el éxito en taquilla de “El Exorcismo de Dios”?
Álvaro González Kuhn: En Miami le mencionaron a Adriana: “El título”. El nombre de la película da curiosidad, pone a pensar: “¿que tan enfermos están quienes ponen a un Cristo poseído?” Claro, después tiene que sostenerse con la historia. Los espectadores no se mantienen si no conectan.
Alejandro Hidalgo: También influyó que la película estuviera hablada en inglés, aunque la historia ocurre en un pueblo mexicano. En español no hubiera trascendido; nos subestimamos, en español se hubiera considerado una película de “pequeña categoría”. Lo más irónico es que puede verse doblada en un español neutro, horrible.
Álvaro González Kuhn: Lo mismo le pasó a Carlos Cuarón y Alejandro González Iñarritu: después de triunfar en el extranjero, regresan a filmar a su país. Haciendo películas en inglés adquieren “credibilidad”.
RT: ¿Cómo puede verse ahora “El Exorcismo de Dios”?
Álvaro González Kuhn: Está en plataformas en demanda: iTunes y Amazon Prime. El 24 de noviembre se estrena en Chile. Afortunadamente, la taquilla sigue creciendo.
RT: ¡Felicidades! ¿Algo más que quieran agregar?
Alejandro Hidalgo: Ahora que vivo en México, me encantaría ser considerado para dirigir la mítica serie de terror “La Hora Marcada”.